Cómo cambiar de maceta una planta
Conviene cambiarla o no
Es muy habitual mirar una planta y preguntarse si necesita o no un cambio de recipiente, si se le habrá quedado pequeño, si tendrá nutrientes suficientes en el sustrato, si estará enferma o el mal aspecto se debe a que está pidiendo una maceta más espaciosa...y no no siempre es fácil saber verlo con claridad.
A continuación trataremos de arrojar algo de luz para saber identificar mejor cuando y para qué realizar el cambio.
Situaciones en las que es necesario cambiar de maceta
Muchos pueden ser los motivos, pero quizás el más frecuente sea que la maceta se ha quedado pequeña después de un buen crecimiento de la planta.
Otro bastante común es el agotamiento o deterioro del sustrato. Aunque la planta no haya aumentado mucho de tamaño, puede que los nutrientes del sustrato se hayan agotado, o que de tanto regar se hayan acumulado muchas sales perjudiciales, etc.
Uno más, bastante obvio, es por motivos estéticos, de organización o, simplemente porque la maceta está rota, no drena bien el agua, etc, es decir, el tiesto que tiene no es apropiado por algún motivo importante.
Esto pasa si no se cambia una planta de maceta
En el enlace anterior se habla bastante de esto, pero resumiendo, dejar una planta en una maceta que no es la apropiada puede traer las siguientes consecuencias:
■ Crecimiento retrasado o nulo (en época de crecimiento)
■ Floración pobre o ausente
■ Mal aspecto general, pérdida del color original
■ Marchitez en las partes jóvenes (brotes secos o amarillentos)
■ Caída de hojas, flores o frutos
■ Necesidad de riegos (y abonados) más frecuentes
■ Muerte de la planta.
Esta lista se puede utilizar como una guía de síntomas para detectar cuando es necesario el cambio, aunque también puede ocurrir que sea otra la causa, como una enfermedad, un ambiente o sustrato inadecuados, etc.
Y esto pasa al cambiarla
Por el contrario, si se cambia la planta de tiesto cada vez que lo requiere o un poco antes, los beneficios son todos estos:
■ Desarrollo vigoroso
■ Floraciones abundantes y más coloridas
■ Apariencia sana, lustrosa, joven
■ Abundancia de brotes, hojas nuevas y frutos
■ Planta renovada, más longeva
■ Necesidad de riegos (y abonados) con menos frecuencia
A estas alturas del artículo, si nos hemos explicado bien, ya habrá quedado suficientemente clara la necesidad o no de realizar un cambio de maceta, tiesto o jardinera, pero si ese es el caso, veamos que cosas hacen falta para hacerlo.
Materiales necesarios
Son pocos pero es muy importante elegirlos bien. De ello dependerá que la planta tenga un buen futuro...o uno menos bonito.
Maceta apropiada
La forma y el tamaño son más importantes de lo que pueda parecer en un principio, así que no vale cualquiera.
En cuanto a la forma, habrá que elegir entre una profunda y estrecha, una tan ancha como alta, u otra poco honda y bastante ancha. No importa si tiene aristas o si es redondeada, eso es indiferente. En general, para plantas vigorosas, sensibles a la sequía o de hojas planas y grandes, será mejor una maceta profunda y ancha. Para plantas que crecen poco, que son de ambientes secos o que tienen hojas muy estrechas o incluso no tienen, como los cactus, será mejor una maceta ancha y poco profunda.
En cualquier caso, la nueva maceta deberá ser siempre unos 6 cm más ancha y 3 cm más honda que la vieja, es decir, metiendo la vieja dentro de la nueva, tienen que sobrar unos 3 cm por cada lado y en el fondo. Esto tiene que ser así para que haya sitio para el nuevo sustrato que se va a añadir en el trasplante.
Sustrato adecuado
Cada planta tiene unas preferencias en cuanto al sustrato, relacionadas con las características del suelo en el que crece en la naturaleza.
Los cactus, crasas y otras plantas de ambientes secos, necesitarán sustratos muy arenosos, que retengan poca agua. Plantas de ambientes húmedos, como las originarias de zona pantanosas o cursos de agua, necesitarán justo lo contrario, un sustrato que acumule mucha humedad y permanezca siempre encharcado. Con la acidez de suelo pasa algo parecido, unas plantas prefieren sustratos ácidos, otras neutros y algunas alcalinos.
Resumiendo, el cambio de maceta es un momento ideal para averiguar qué sustrato es el más adecuado para la planta. Ese será el que hay que conseguir, pero en caso de que no sea posible, se puede utilizar un sustrato universal.
Pala (opcional)
En concreto una pequeña de las que se usan con una sola malo, las típicas de jardinería.
Es una herramienta muy útil a la hora de realizar trasplantes. Permite depositar mejor el sustrato cuando la planta es muy frondosa hasta su base.
En su defecto se pueden utilizar las manos o un pequeño recipiente, como un vaso o una botella resistente de polietileno (como las de champú, gel, etc) cortada con forma de pala.
Mejor época para realizar el trasplante
Lo ideal es hacer el cambio cuando la planta está menos activa, sin crecimiento, ni flores, ni frutos, pero justo antes de que vaya a recuperar la actividad.
En plantas de exterior, esta parada suele abarcar desde el otoño hasta comienzos de la primavera, pero es mejor hacer el cambio antes de la época de crecimiento, es decir, a finales del invierno. Podría hacerse en otoño, pero si la planta no va a tener actividad, no tiene mucho sentido darle más espacio y nutrientes cuando no los va a necesitar, salvo que el cambio de maceta sea por otro motivo.
Sin embargo, en las plantas de interior la parada puede darse o no, y en cualquier caso es más difícil de identificar. Hacerlo al final de la floración-fructificación o cuando no se aprecien brotes nuevos.
Procedimiento de cambio paso a paso
Se trata de un proceso bastante sencillo, pero lo veremos en varios pasos para hacerlo aún más fácil de entender y recordar.
1 Reunir los materiales necesarios
Llevar la planta, la maceta nueva, el sustrato y la pala, a un lugar cómodo para trabajar, por ejemplo una mesa. Se puede hacer en el suelo pero es bastante incómodo trabajar en una posición tan baja.
2 Poner sustrato en el fondo de la nueva maceta
Como la maceta nueva será al menos 3 cm más alta que la vieja, hay que poner una capa de sustrato en el fondo para que el cepellón de la planta descanse sobre ella.
Se puede ir echando tierra y colocando encima la maceta vieja para ver si el espesor es suficiente. Lo será cuando la parte de arriba del cepellón quede un poco más baja que el borde de la nueva maceta.
3 Sacar la planta de la maceta vieja
Con cuidado de no romper el cepellón ni la planta, se va tirando del tronco con suavidad. Si hubiera raíces saliendo por los agujeros de la base, habría que cortarlas o comprobar al menos que no impiden la extracción del cepellón.
Si la tierra del cepellón estuviera muy seca, conviene regar un poco unas horas antes de realizar el trasplante.
4 Romper externamente el cepellónComo las raíces de la planta habrán girado alrededor del cepellón, conviene soltarlas para que puedan extenderse mejor por el nuevo sustrato.
Esto se puede hacer perfectamente con los dedos, haciendo fuerza para deshacer la tierra exterior del cepellón, quedando entonces las raíces liberadas.
5 Poner el cepellón en la nueva maceta
Como ya se midió antes el espesor del sustrato que se puso en la base, ahora debería quedar perfectamente ajustado. Si quedara demasiado bajo o muy alto, se puede añadir o quitar un poco de sustrato.
En el paso número 2 ya se explicó a qué altura tiene que quedar el cepellón respecto del borde de la maceta.
6 Rellenar el espacio con sustrato
Ahora habrá quedado un espacio entre el cepellón y las paredes del tiesto, pues bien, hay que llenarlo con sustrato.
Al llegar arriba, hay que apretar la tierra hacia abajo para que se compacte un poco, y añadir más hasta nivelar nuevamente, quedando siempre un espacio de uno o dos centímetros sin llenar.
7 Regar abundantemente
Para terminar, solo queda dar un primer riego abundante, justo hasta que el agua salga por la parte inferior de la maceta, y asegurándose de que se ha mojado toda la superficie del sustrato.
Y listo, la planta ya podrá seguir creciendo en la nueva maceta, y si todo ha ido bien, pronto se notará un gran cambio.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.