Cuál es la mejor hora para regar las plantas
Cuando se trata de regar las plantas, no da igual hacerlo de una o de otra forma, ni a cualquier hora del día. Hay que tener en cuenta cosas como el ahorro de agua o la frecuencia de riego, y siempre asegurándose de que las plantas no se van a marchitar por no haber regado a tiempo.
Pero para poder elegir la mejor hora para el riego, hay que saber primero qué es lo que se pretende conseguir. Veamos!
Objetivos
Ahorrar agua
Esto siempre es importante, aunque no haya escasez en el lugar. Si es de la red de distribución, habrá que pagarla, y si es de pozo o de un canal, fuente, etc, habrá que almacenarla, y cuanta menos se gaste, menos hará falta tener preparada.
Para no despilfarrar, lo primero y más importante, es esto:
- Las plantas que están en maceta, que tengan un sustrato de calidad, capaz de retener mucha agua. Si no es así, caerá mucha por debajo, y en cuanto haga un poco de calor, se secará de nuevo.
- Las que se van a plantar en el suelo, mejor hacerlo en un lugar llano o bajo. Las zonas altas y las inclinadas, suponen que se pierda mucha agua al regar. Se infiltra peor y se evapora antes.
Regar con menos frecuencia
En realidad lo ideal sería no tener que regar nunca, pero salvo con árboles adultos plantados en el exterior y en zonas húmedas, esto no suele ser posible.
Pero ya que hay que regar, al menos hacerlo lo menos posible. Esto permite no tener que estar tan pendiente de las plantas, y también que no corran el riesgo de secarse a la mínima que se descuide el riego.
Nuevamente, al igual que el objetivo anterior, un sustrato de calidad, con buen retención de agua, marcará la diferencia para las plantas en maceta.
Para las que están plantadas en la tierra, se puede acolchar el suelo para reducir la pérdida de humedad por evaporación.
Evitar el marchitamiento
Cuando las plantas no disponen de suficiente agua en el suelo o sustrato, y especialmente si hace sol y calor, la que pierden por las hojas no pueden recuperarla, así que las hojas se doblan hacia abajo, flácidas.
Si no se riega rápidamente, una planta en ese estado pronto muere deshidratada, y para evitar esto, es por lo que se debe regar cuando sea necesario.
En un día soleado, la mayor demanda de agua suele producirse desde el mediodía hasta media tarde, así que en estos momentos no puede faltar.
Según la meteorología
Como se ha podido ver en los 3 puntos anteriores, es importante regar a la hora óptima, pero es que esa hora puede ser diferente según el tiempo que haga.
Días soleados y calurosos
Lo mencionamos ya cuando hablamos del marchitamiento. En estos días, las hojas de las plantas pierden mucha agua, especialmente cuanto más calienta el sol, cuanto más alta es la temperatura y más baja la humedad del aire, es decir, en las horas centrales del día.
Pues bien, en esas horas de máximo consumo, la planta tiene que haber sido regada ya, para no quedarse sin agua.
Hay dos opciones.
Regar por la mañana temprano
Antes de que caliente el sol.
Una buena opción si el suelo o el sustrato retiene bastante humedad, tanta como para que la planta pase todo el día, tarde y noche sin volver a regarla.
Sin embargo, si el agua no ha tenido tiempo de infiltrarse del todo antes de que caliente el sol, parte de ella (la más superficial) pronto se perderá.
Regar a última hora de la tarde
Esto es lo ideal en la mayoría de las situaciones.
Hay que hacerlo una vez que se pone el sol, y regar tanto como sea necesario para abastecer de agua el suelo o sustrato hasta el atardecer del día siguiente.
Este horario tiene dos ventajas principales: la primera, que por la noche apenas se evapora nada de agua, lo que supone un ahorro, y la segunda, que hasta que salga el sol la tierra tendrá tiempo de sobra para rehidratarse, y también la planta.
Días nublados o frescos
Cuando la evaporación es baja, es decir, cuando no hace sol, la temperatura es fresca y el viento débil o nulo, se pueden regar las plantas a cualquier hora del día.
Todo esto es aplicable para las plantas que se mantienen en el exterior, osea, las que soportan directamente los elementos: sol, viento, temperatura, etc, pero ¿qué pasa con las de interior? Vamos con ello porque hay algunas diferencias importantes.
Plantas de interior
Como se acaba de mencionar, en cuanto a la hora óptima para el riego, las plantas de interior son caso aparte.
Dado que "el clima" dentro de una vivienda suele ser bastante benigno y agradable, si apenas variaciones de humedad ni temperatura, la hora del riego se vuelve un poco indiferente, como ocurría en el caso de las de exterior en días nublados.
Si se emplean deshumidificadores o calefacción en el mismo local en el que están las plantas, entonces es mejor regar justo después de que estos dejen de funcionar, evitando así una pérdida de agua y de eficiencia energética. La calefacción y el deshumidificador, consumirán más energía cuanta mayor humedad haya en la estancia.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.