Poda de la sandía

En el cultivo de sandía se debe realizar al menos una poda, la de aclareo de frutos, ya que de lo contrario la planta desperdiciará muchos recursos en el engorde de demasiadas sandías, que luego quizás no lleguen a madurar o sean de pequeño tamaño.

A continuación veremos las tres podas que se pueden practicar por orden cronológico.

Poda de formación

Para comenzar a hablar sobre la poda de formación la sandía, hay que dejar claro que no es obligatorio realizarla.

No se ha demostrado que esta práctica mejore el rendimiento del cultivo, es decir, las plantas no van a madurar más sandías, ni estas serán mayor calidad. La poda parece no influir en esto, o no hacerlo de forma significativa.

Entonces, ¿para qué perder el tiempo podando? Es recomendable hacerlo porque ofrece algunas ventajas que veremos a continuación.

Ventajas

La principal ventaja que ofrece la poda en el cultivo de sandía, es que favorece que las plantas desarrollen una forma más redondeada o compacta, en lugar de extenderse en línea recta a lo largo de un tallo principal.

Esto es importante cuando se ha elegido un marco de plantación con poca separación entre filas, o que esta es parecida al espacio entre plantas.

En cultivos domésticos, es frecuente que no se disponga de espacio para plantar más de una fila de sandías. En ese caso, puede ser interesante plantarlas en uno de los bordes de la parcela y no podar, dejando que crezcan longitudinalmente hacia la zona opuesta del terreno.

Cómo realizar la poda de formación

Consiste en contar el extremo del brote principal cuando la planta tiene 5 o 6 hojas verdaderas. Esto hace que aparezcan 4 o 5 brotes secundarios que nacen en las axilas de las hojas del tallo principal.

Al cortar la yema terminal, brotarán las que se encuentran en las axilas de las hojas y comenzarán a crecer tallos secundarios a partir de ellas.

Ahora los nuevos tallos secundarios crecen en direcciones opuestas, dando a la planta una forma más redondeada.

Existe una poda de formación alternativa que consiste en cortar el tallo principal a partir de la segunda hoja, lo que da lugar a la aparición de dos tallos secundarios que se vuelven a podar por la segunda hoja, surgiendo de cada uno de ellos otros dos tallos de tercer nivel.

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Poda de regeneración

En ocasiones puede ocurrir que no cuaje ningún fruto, o que la planta sufra daños, y sea necesario eliminar los tallos viejos para que surjan otros nuevos que vuelvan a producir flores y frutos.

En este caso, se corta el tallo principal de la planta antes de las ramificaciones y se deja que surjan nuevos brotes a partir de lo que queda de tallo e incluso de la base de la planta.

Poda de frutos

Se deben eliminar tanto los frutos abortados como aquellos que suponen un exceso de carga, es decir, los que la planta no va a tener tiempo ni recursos para alimentar hasta un tamaño y madurez adecuadas.

Normalmente se suele dejar 1 ó 2 frutos por cada ramificación, si bien depende mucho del vigor que tenga la planta. En caso de dudas, de no tener la suficiente experiencia con el cultivo o de un clima poco favorable, es preferible dejar uno solo en cada tallo secundario.

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Precauciones

✦ Las herramientas con las que se vaya a podar han de estar limpias y desinfectadas.

✦ No se debe podar cuando esté lloviendo, vaya a llover o la humedad ambiental sea elevada ―como los días de nieblas.

✦ Tras la poda es conveniente aplicar algún tratamiento fungicida sobre las plantas para reducir el riesgo de infección a través de las heridas.