Poda del melón

Hay que comenzar aclarando que los melones se pueden podar o no. No es obligatorio hacerlo, pero sí muy recomendable, e imprescindible si se desea sacar un buen rendimiento del cultivo.

¿Qué pasa si no se podan? Pues que producirán los frutos más tarde, madurarán más lentamente ,y al final, la mayoría serán de baja calidad.

Pero cuidado, la poda tampoco hace milagros. Si no son favorables tanto el clima, como los demás cuidados que la planta necesita, de poco servirá la poda, aunque aún así será beneficiosa.

Poda de formación

Como su nombre indica, el objetivo fundamental de esta primera poda es dar forma a la planta, en concreto favoreciendo el desarrollo de tallos o brazos secundarios, terciarios y cuaternarios.

Es de sobra conocido que los melones no producen flores femeninas ―las que luego darán lugar a los frutos― en el tallo principal, pocas en los secundarios u muchas más en las ramificaciones de tercer y cuarto orden, es decir, las que surgen a partir de los tallos secundarios y terciarios respectivamente.

Interesa, por tanto, podar la planta para favorecer la pronta formación de los tallos terciarios, ya que así los frutos aparecerán más pronto y la planta centrará toda su energía en ellos, en lugar de en estirar un tallo principal que no será productivo.

Además de lo anterior, esta poda es también muy necesaria cuando se desea guiar la planta por un tutor, como por ejemplo una malla. En este caso se suelen dejar solo dos brazos secundarios.

El procedimiento para realizarla es bastante sencillo. Consiste en cortar el tallo principal por encima de la tercera a quinta hoja ―dependiendo del vigor de la variedad―, apareciendo en las axilas de las hojas los tallos secundarios, sobre los cuales se realiza la misma operación.

En el vídeo de más abajo podrás ver cómo se realizar la poda de formación, así que como una imagen vale más que mil palabras, te invito a que lo veas.

Poda de producción

Una vez formada la planta, con sus brazos secundarios, y especialmente los terciarios y cuaternarios, está hecho gran parte del trabajo pero no todo.

Si en este punto se abandona la planta a su suerte, en poco tiempo se llenará de chupones, los tallos se alargarán demasiado e irán surgiendo muchos nuevos frutos que luego no podrán se madurados a tiempo, pero que consumirán muchos recursos de la planta, recursos que podrían ser aprovechados por los mejores frutos.

Para evitar esto y para lograr una rápida maduración de frutos grandes y de calidad, hay que podar aquellas partes improductivas, algunas de las cuales ya se han mencionado.

Generalmente se procede cortando los extremos de los tallos de tercer orden, dejando una o dos hojas por encima del fruto, y un solo fruto por tallo. Esto debe hacerse una vez que ha cuajado el fruto, ya que de lo contrario podría quedar el tallo sin ninguno.

Los tallos que no tienen frutos se cortan un poco más largos, con unas 5 hojas, lo que evita que crezcan en exceso.

Ahora sí, en el vídeo puedes ver las dos podas, con algunas diferencias pero muy bien explicadas.

Poda de limpieza

Además de las dos anteriores, el melón necesita de otras tareas de poda, aunque de mucha menor intensidad, pero no menos importantes.

Las hojas y frutos enfermos han de retirarse cuanto antes, así como también los frutos abortados y los deformes, lo que reduce el riesgo de propagación de enfermedades.

También se deben cortar los brotes que aparecen en las axilas de las hojas que se han dejado en los tallos terciarios, justo después de los frutos, a menos que interese la formación de tallos de cuarto orden.

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Poda de la sandía

✔ La sandía se poda de forma muy similar a la explicada para el melón, así que te invito a que las compares después de leer este otro artículo...

¿Te ha parecido difícil la poda del melón? No te preocupes, con un poco de práctica dominarás la técnica en poco tiempo.

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