Esqueje de olivo
Cuando hablamos de obtener un olivo a partir de un trozo de rama, nos estamos refiriendo al esquejado mediante estaca leñosa. Esta sería una forma más correcta de expresarlo.
Este sistema de reproducción ha sido empleado desde antiguo para multiplicar el olivo y realizar nuevas plantaciones ―o sustituir árboles que ya no producían― conservando las características de la planta madre, es decir, realizando clones. Esto permite conservar las características productivas de la variedad.
Pero, a la hora de cortar los esquejes, no todas las ramas del olivo son apropiadas, así que veremos cómo elegir las mejores, en qué momento cortarlas y cómo proceder para que enraicen bien y pronto veamos que comienzan a emitir nuevas hojas, señal de que todo esta ok.
Se encuentra mucha información confusa en internet acerca de este tema, quizás porque se trate de generalizaciones de esquejado aplicadas al caso del olivo. Lo que vas a leer aquí es resultado de la experimentación directa y de los conocimientos de agricultores senior que dedicaron toda una vida al cultivo del olivo.
Nuestra experiencia
Consistió en pedir a un agricultor experto en el cultivo del olivo que nos acompañara por su plantación de olivos y nos ayudara a elegir, y cortar, las mejores ramas de olivo para realizar esquejes y lograr nuevas plantas.
Con su ayuda y sus indicaciones, recogimos 15 varas o estacas y, tras plantarlas, obtuvimos 15 olivos. El éxito fue rotundo, pues todas las estacas lograron enraizar y continuar creciendo en los últimos 3 años.
El estaquillado leñoso es método más popular para plantar olivos a partir de la madera extraída de otro árbol, aunque en la actualidad se pueden comprar en el vivero plantas ya enraizadas, que normalmente han sido obtenidas a partir del estaquillado semileñoso.
Cuándo realizar el estaquillado
Como ya comentamos, lo que nosotros experimentamos ―y los resultados lo avalan― es que cortando las ramas o estacas en invierno ―en nuestro caso a finales de diciembre― y plantándolas inmediatamente ―nosotros lo hicimos al día siguiente por que teníamos que desplazarnos a otra región― se consiguen buenos enraizamientos.
No obstante, tenemos que aclarar que en el lugar dónde plantamos las estacas, los inviernos son suaves, no suele haber heladas y quizás estas condiciones ayudaron a que el enraizamiento fuera más exitoso. Desconocemos si en zonas más frías el resultado sería el mismo, pero seguramente sea necesario retrasar las fechas al menos un par de meses.
El olivo suele enraizar fácilmente por lo que, a pesar de que no podemos asegurarlo, pensamos que hasta que el árbol no sale de la parada invernal puede ser un buen momento para realizar estaquillado leñoso. Pero además, aunque no es lo habitual, parece ser que el olivo también se puede plantar utilizando el esquejado semileñoso, que se debe hacer en otra época del año.
Elegir las mejores ramas
Las ramas más interesantes para realizar esquejes leñosos de olivo, son aquellas procedentes de chupones, es decir, ramas que han crecido de forma vertical, con mucho vigor y que suelen ser rectas ―poco ramificadas―, que comúnmente nacen de la parte baja del tronco del olivo o de alguna rama principal.
En la imagen adjunta se aprecian varios chupones que nacen del tronco del olivo. Los que nosotros obtuvimos en nuestra experiencia, procedían exactamente de esa misma zona del tronco. Los que se pueden ver en la fotografía quizá sean demasiado delgados para nuestro propósito, habría que buscar algunos de mayor diámetro.
Las que utilizamos nosotros tenían un grosor de entre 1.5 y 2.5 cm, por lo que quizá tuvieran, al menos, un par de años de edad. Además, muchas de ellas fueron cortadas por debajo del callo, por lo que tenían en la base el engrosamiento propio de este. En cuanto a la longitud, median aproximadamente unos 60 cm.
La persona experta que nos acompañaba durante la recogida de las ramas, nos indicó que elimináramos todas las hojas.
Plantando las estacas
En realidad, aunque mucha gente puede pensar que es necesario emplear hormonas de enraizamiento, lo cierto es que no hacen falta, y en nuestra experiencia lo pudimos comprobar.
Seguramente por emplearlas no pase nada negativo y las estacas de olivo agarren igualmente o quizás ayuden a que el proceso sea más rápido, pero como decimos, consideramos que no son necesarias en absoluto, al menos para el esquejado leñoso.
Directamente en el suelo
En nuestro caso, plantamos las estacas directamente en el suelo de una finca que tenemos destinada a frutales y que tiene una ligera pendiente.
Al olivo le gustan los suelos bien drenados así que hay que tenerlo en cuenta a la hora de plantar las estacas. Además, no es recomendable que añadamos abonos en el hoyo, al menos en las proximidades de la estaca, puesto que podrían favorecer la aparición de pudriciones en esta ―si son orgánicos― o producir un medio muy concentrado si son abonos inorgánicos.
En maceta
Elegiremos una con un buen volumen, al menos 15 o 20 litros y con bastante fondo. El ancho no es tan importante. Deberá tener agujeros en la base y, en cuanto al sustrato, podemos emplear uno específico para semilleros o bien, tierra del jardín o incluso arena fina.
Es muy importante que el sustrato drene bien el agua de riego y que tratemos de mantener una humedad constante sin encharcamientos, pero evitando también que la tierra se seque en exceso.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.