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Cultivos

Cultivo de la moringa

Interés de la planta, cómo inicial el cultivo, suelo y clima apropiados, fertilización, riego, poda y otros cuidados, cosecha y utilización
Publicado: (última modificación 15 Apr 2023) Por Foto del autor Sígueme

La Moringa es una planta que se ha vuelto muy popular en los últimos años por sus propiedades nutricionales y medicinales. Es originaria de la India, pero se ha propagado por todo el mundo debido a su facilidad para crecer en diferentes climas y su capacidad para adaptarse a diferentes tipos de suelo.

Hojas moringa oleifera

Como se podrá comprobar a lo largo de este artículo, se trata de un árbol que requiere pocos cuidados y, por tanto, fácil de cultivar, incluso por personas que no tienen ninguna experiencia en este área.

Sin embargo, sí es necesario conocer algunas cosas básicas de la moringa para poder cultivarla de la mejor manera posible, y eso es lo que se explicará a continuación.

Cómo plantar la moringa

La moringa es una planta de rápido crecimiento que puede alcanzar hasta 3 metros de altura en su primer año de vida.

Es posible cultivarla tanto a partir de semillas como a través de esquejes. Si se decide comenzar a partir de semillas, hay que remojarlas en agua durante un día antes de sembrarlas en la tierra. Es importante que las semillas de moringa queden a una profundidad de 2 a 3 cm y dejar un espacio de 2 metros entre cada planta, si se van a cultivar varias juntas. Esta misma distancia también hay que respetarla cuando cerca hay otros árboles, aunque no sean de moringa.

En el caso de querer comenzar el cultivo a través de esquejes, hay que asegurarse de cortarlos de una rama madura de la planta madre. Los esquejes deben tener al menos 30 cm de largo y ser plantados en la tierra a una profundidad de 10 cm. También es importante dejar un espacio de 2 metros entre cada planta.

Otra opción es plantar los esquejes en macetas para tenerlos más controlados, y una vez que enraícen pasarlos a la tierra.

Cuál es el mejor suelo para la moringa

La moringa es una planta que se adapta bien a diferentes tipos de suelo, pero prefiere los bien drenados, profundos y ricos en materia orgánica.

Si la tierra es arcillosa, es recomendable agregar arena y materia orgánica antes de plantar la moringa.

En cambio, si el suelo es arenoso, se puede mejorar agregando año tras año materia orgánica y materiales finos, como arcilla, limo, tierra o cenizas de madera (con mucha precaución), para mejorar la retención de agua y la cantidad de nutrientes disponibles.

Cómo regar la moringa

La moringa necesita un riego regular durante sus primeros meses de vida, cuando todas las raíces se encuentran muy cerca de la superficie y son más vulnerables cuando el suelo se seca.

Después de este período inicial, puede tolerar períodos cortos de sequía, dependiendo de la profundidad y frescura del suelo.

Es importante no regar en exceso la planta, ya que esto puede provocar la aparición de enfermedades y la pudrición de las raíces, como ocurre con la mayoría de los árboles.

Cómo fertilizar la moringa

La moringa es una planta que responde bien al abono orgánico. Se puede utilizar compost, estiércol de ganado o aves, o cualquier otro tipo de abono orgánico para fertilizar la tierra donde está plantada.

Es importante no excederse en la cantidad de abono utilizado, ya que esto puede quemar las raíces de la planta, especialmente cuando se aplica estiércoles muy concentrados o salinos, como la gallinaza, o cuando estos no están maduros.

Cómo podar la moringa

Este es un árbol que se ramifica con facilidad y puede crecer de forma desordenada si no se poda adecuadamente.

La poda debe realizarse cuando la planta tenga al menos un metro de altura y hay que cortar las ramas más bajas y las que estén en mal estado. Es importante no corta en cada poda más del 30% de la planta para no afectar su crecimiento.

En cuanto a la época de poda, hay que distinguir dos situaciones:

Si el objetivo de la poda es dar forma a la planta o controlar su tamaño, se recomienda realizarla en la época de crecimiento activo, que generalmente es en primavera o verano. En esta época, la planta está en su fase de desarrollo más activa y se recuperará más rápido de la poda.

Por el contrario, si el objetivo es recolectar las hojas para su consumo, se pueden cortar en cualquier momento una vez que la planta ha alcanzado una altura de aproximadamente un metro. Se recomienda cortar las hojas jóvenes para que la planta pueda seguir produciendo hojas frescas y saludables.

Qué cuidados necesita la moringa

Como se ha mencionado en la introducción, la moringa requiere pocos cuidados, pero es importante prestar atención a algunas recomendaciones para mantenerla sana y fuerte.

Además de regarla regularmente y fertilizarla adecuadamente, es importante protegerla de plagas y enfermedades. La moringa es susceptible a algunas plagas como la mosca blanca y los trips, así como a enfermedades fúngicas como la pudrición de la raíz.

Para prevenir estas plagas y enfermedades, es recomendable utilizar productos naturales como aceites esenciales y extractos de plantas. Para prevenir la pudrición de la raíz, hay que asegurarse de que el suelo tiene una buena estructura, aireación y evitar los encharcamientos.

También es importante prestar atención a las condiciones climáticas y proteger la planta de vientos fuertes y heladas. Si el clima es muy frío, es recomendable cultivar la moringa en macetas para poder moverla a un lugar protegido en caso de heladas.

Cuándo cosechar la moringa

La moringa se puede recolectar continuamente, una vez que las hojas y las ramas tengan al menos 60 días de vida.

Las hojas se pueden cosechar cada 2 o 3 semanas y las ramas cada 2 o 3 meses. Es importante no cortar más del 30% de las hojas o las ramas para no afectar el crecimiento de la planta.

Cómo utilizar la moringa

La moringa se puede utilizar de diferentes formas, ya sea como alimento o como medicina. Sus hojas y ramas contienen una gran cantidad de nutrientes como proteínas, vitaminas, minerales y antioxidantes.

Propiedades nutricionales moringa oleiferaCDR: porcentaje de la cantidad diaria recomendada

Las hojas de moringa se pueden consumir crudas en ensaladas, o cocidas en sopas, guisos, etc. También se pueden secar y moler para obtener un polvo que se puede agregar a bebidas, smoothies y otros alimentos. Este polvo de moringa es muy rico en nutrientes y se ha vuelto muy popular como suplemento alimenticio.

Además de sus propiedades nutricionales, la moringa también tiene propiedades medicinales. Se ha demostrado que tiene efectos antiinflamatorios, antioxidantes y antibacterianos. Se ha utilizado para tratar diferentes enfermedades como la diabetes, la hipertensión, el colesterol alto, la artritis y la anemia, entre otras.

Autor José A. Amigo

Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.