Cómo cultivar canónigos
ⓘ Más abajo tienes un vídeo paso a paso sobre el cultivo de esta hortaliza.
Descripción
Se trata de una planta herbácea anual de la familia de las valerianáceas, cuyo nombre específico es Valerianella locusta.
Es una especie originaria de Eurasia, apareciendo de forma natural en praderas húmedas y frescas.
Desde la germinación hasta antes de su floración, desarrolla una roseta de hojas que alcanza solo unos 6 ó 7 centímetros de altura. Esta es la parte comestible, las hojas. Luego emite unos tallos que normalmente no pasan de 20 cm de altura, en los cuales aparecen las flores y más tarde las semillas, que una vez maduras se pueden recoger y almacenar para futuras siembras.
Es una verdura muy interesante desde el punto de vista alimenticio. Aporta fibra, muchas vitaminas y minerales importantes para la salud, y muy poca energía, por lo que no engorda.
Requerimientos
La hierba de los canónigos, como planta silvestre que es, está adaptada a vivir en unas condiciones concretas. Fuera de su ambiente propicio simplemente no prospera de forma natural.
Veamos sus requerimientos uno a uno.
Luz
Si está en su ambiente, una pradera, necesita crecer a pleno sol, pero cuando se cultiva en lugares o épocas cálidos, puede ser necesario darle algo de sombra en las horas centrales del día.
De igual manera, cuando se siembra después del verano, puede desarrollarse sin problema a pleno sol, de hecho es preferible. Sin embargo, si se siembra en primavera, es necesario proporcionarle sombra parcial cuando los días sean muy soleados.
Humedad
No tolera la sequía. Si la padece durante algún tiempo y luego se riega o llueve, pronto comenzará a florecer de forma prematura.
Al tratarse de una planta de hojas muy tiernas, le favorecen mucho los ambientes húmedos y resguardados, condiciones que se darían en medio de la vegetación de una pradera.
Temperatura
Con el calor pronto florece y pierde su valor comestible, sin embargo prefiere las temperaturas frescas y tolera bien el frío, incluso intenso.
Suelo
Fértil, húmedo y poco más. Se desarrolla bien tanto en suelos ácidos como en neutros o algo alcalinos.
Al igual para la mayoría de los cultivos de hoja, es importante que nunca falte humedad en el suelo.
Cuidados
Los típicos de las pequeñas hortaliza de hoja, como las lechugas, espinacas, acelgas, rúcula, etc.
Como se trata de una planta casi silvestre, si se siembra en el lugar y el momento adecuados, los cuidados que requiere son pocos pero muy importantes.
Control de adventicias
Este es quizás el cuidado más importante al inicio del cultivo, desde que los canónigos germinan y hasta que logran cubrir completamente el suelo a su alrededor.
Hay que retirarlas a mano y con cuidado de no dañar la raíz de las jóvenes plantas. Una vez que los canónigos cubren el terreno con las hojas, solo será necesario eliminar las que surjan entre las filas.
Riego
Muy importante en suelos con tendencia a secarse rápidamente o cuando no se producen lluvias con frecuencia.
Como ya se dijo más arriba, los canónigos necesitan que el suelo se mantenga siempre húmedo, ya sea de manera natural o mediante el riego.
En lugares de primaveras soleadas, el riego es fundamental para evitar que los canónigos suban a flor de manera prematura.
Otro momento importante es en las siembras de finales de verano, cuando el suelo más seco estará y cuando el tiempo es bastante seco y cálido.
En cuanto al tipo de riego a emplear, son preferibles aquellos que no mojan las hojas, como el riego por goteo/exudación o el de inundación.
Sombreo
En el apartado en el que hablamos de la luz ya lo mencionamos. En las épocas frescas, el canónigo debe desarrollarse a pleno sol, mientras que si hace calor, es preferible proporcionarle algo de sombra, al menos en las horas centrales del día.
Las mallas de sombreo son una muy buena opción para el cultivo de primavera en zonas cálidas, o para el momento posterior a la siembra (en verano) en cualquier clima.
Recolección
Cuando las plantas han logrado formar una buena roseta de hojas, ya se pueden comenzar a cosechar.
Como se puede apreciar en la imagen adjunta, la roseta de hojas alcanza un tamaño considerable, aunque en realidad se puede comenzar cosechar cuando las dimensiones son la mitad o incluso un tercio respecto de estas.
En cuanto a la manera de recolectarlos, se puede hacer con tijera o navaja, cortando la planta justo por debajo del punto en el surgen las hojas. Es importante que todas queden unidas, como se puede ver en la foto.
A la hora de consumirlas, si las plantas enteras son demasiado grandes, se pueden separar las hojas unas de otras.
Y para terminar este artículo, que mejor manera que con un vídeo de Pepe (miquera73 en Youtube). Muy bien explicado. Fantástico trabajo!
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.