Qué no pueden comer las gallinas
A lo largo y ancho de internet se pueden encontrar muchos artículos y vídeos en los que se habla de alimentos prohibidos para las gallinas, es decir, aquellos que no pueden o no deben comer, incluso a riesgo de que se mueran. Generalmente todos hablan de los mismos alimentos, con alguna variación, y eso es señal de que gran parte de esos contenidos simplemente pueden ser una simple, o no tan simple, copia de uno inicial.
Pues bien, podemos afirmar desde nuestra experiencia de varios años con estos animales, que parte de esa información no se corresponde con lo que sucede en la realidad, o al menos en nuestro corral y con nuestras gallinas.
Por otro lado, existen algunos artículos de criadores de gallinas que parece que sí saben de lo que hablan. Mencionan plantas tóxicas para las gallinas, así como determinadas partes de otras cuyos frutos sí pueden comer. Esto sí coincide con lo que pudimos comprobar en nuestra finca, y de esto hablaremos a continuación, pero también dejaremos clara nuestra postura respecto de algunos de esos alimentos que dicen que no pueden comer, y no es verdad, a menos que nuestras gallinas sean especiales.
Plantas tóxicas
Hay muchas plantas tóxicas para los seres humanos, para los mamíferos, y menos para las aves, pero aún así las hay.
Como dicen en Finca Casarejo, las gallinas no suelen comer plantas venenosas (para ellas) porque su sabor les resulta desagradable, pero si las comieran, las siguientes les serían perjudiciales: hortensia, hiedra, adelfa, helecho, jacinto, narciso. Nosotros añadiríamos cicuta, estramonio, acónito (o matalobos), belladona, filodendro, hierba de los mendigos, y quizás muchas otras plantas altamente tóxicas, por lo que cualquiera que lo sea, mejor no echársela a las gallinas, y si nace en de forma natural en la finca, eliminarla o evitar que las gallinas vayan hasta ella.
Aquí hay que incluir también ciertas partes tóxicas de plantas que no lo son, como las semillas de muchos árboles, por ejemplo el manzano o el peral. Decir también que esas semillas suelen resistir el paso por el estómago de la mayoría de los animales, de hecho esa es la función de su envoltura, y que a pesar de que son tóxicas, un humano tendría que comer varios miles para morir envenenado.
Setas tóxicas
Al igual que ocurre con las plantas, algunas setas son muy tóxicas, incluso mortales para los humanos, y también para las aves de corral que las coman, aunque eso será poco probable a menos que se mezclen de forma intencionada en el comedero.
En caso de que aparezca una o varias setas en el corral o finca en la que están las aves, se pueden hacer dos cosas:
- Dejarlas en el lugar, intentando no pisarlas ni romperlas de ninguna manera, ya que un pequeño trozo carnoso de seta, si podría llamar la atención de una gallina, y si fuera venenosa, podría hacerle daño, aunque en tan pequeña cantidad quizás no la mataría.
- Cortarlas a ras de suelo con una navaja, recogerlas con guantes y tirarlas fuera del alcance de las gallinas.
Solanáceas
Es dudoso que no puedan comerlas!! A continuación se explica el porqué.
Se dice en muchos blogs y webs que las hojas del pimiento, tomate, berenjena, y otras solanáceas, producen intoxicación en las gallinas. Es cierto que contienen sustancias tóxicas, como los alcaloides, pero o no siempre los tienen en cierta concentración, o no son tóxicos para las gallinas.
Generalmente estas aves no les hacen caso, pero sin embargo en otras ocasiones tuvimos que vallar el bancal de los pimientos, porque cuando nos dimos cuenta, los estaban dejando pelados (sin hojas). Eran de la variedad «Pimiento dulce italiano», y ninguna gallina mostró síntomas de estar enferma, al contrario, siguieron comiendo las hojas a las que podían llegar desde el otro lado de la valla. Hay que decir que solo observamos ese comportamiento veranos anormalmente secos, en los que apenas había hierba verde o brotes frescos en toda la finca.
En cambio, en el caso de las tomateras, observamos que las plantas jóvenes sí eran picadas, de hecho nos obligaron a replantar algunas que dejaron sin hojas, en concreto de la variedad «Tomate rosa», pero no así con las plantas más grandes. Seguramente las hojas de las tomateras jóvenes aún no habían acumulado suficientes alcaloides como para resultarles desagradables a las gallinas. Es una posible explicación.
Ajos, puerros, cebollas, chalotas...
Dudoso que no los puedan comer!!
Estas hortalizas también suelen aparecer en las listas de alimentos prohibidos para las gallinas, pero hay que decir que no les hacen ningún caso, así que tiene poco sentido preocuparse por si les son o no tóxicos. Nosotros tiramos las hojas de puerros, ajos, cebollas, etc, al montón del compost, y las gallinas tienen acceso a él, pero no hemos visto nunca que se los coman, ni sus hojas ni los bulbos, así que o simplemente les desagrada su sabor u olor, o les resultan tóxicas y por eso no las comen, o ambas cosas.
Quizás el único peligro de que una gallina se intoxique con estas plantas, es que se trituren y se mezclen con el pienso, pero incluso así es poco probable porque es una práctica bastante habitual poner dientes de ajo en el bebedero de las gallinas para que actúen como desparasitante interno. Incluso algunos criadores de gallinas, que algo sabrán sobre estas aves, recomiendan mezclar ajo en polvo con la comida o con el agua, durante una semana al mes como prevención de los parásitos internos.
Productos lácteos
Esto sí que es obvio. Las gallinas son aves y la leche es un alimento exclusivo de mamíferos en etapa lactante, así que no tiene ningún sentido darles leche, queso, yogur, kéfir, etc. Casi todos los lácteos son alimentos muy nutritivos, pero la lactosa que contienen no pueden digerirla las gallinas, así que saldrá tal cual en los excrementos, pudiendo producir diarrea, aunque como se verá a continuación, esto no está del todo claro.
El problema de los lácteos sería entonces la lactosa, así que sí podrían consumir leche y sus derivados si no contienen este azúcar, de hecho existen estudios que demuestran que sustituir el agua de los bebederos por suero de leche (con lactosa), mejora la producción de huevos, y no solo eso, sino que además para la misma cantidad de huevos, las gallinas necesitan consumir menos alimento.
Maíz tierno
Es algo conocido por muchos criadores, especialmente en zonas dónde se cultiva maíz. Parece algo absurdo porque el maíz es el alimento más común en la cría de gallinas, pero es el grano de maíz en cierto estado el que no les viene bien, como ahora se verá.
El grano de maíz sin curar o secar, es decir, tal cual se encuentra en una mazorca que se acaba de arrancar de una planta, y aunque no mata a las gallinas ni les causa ningún daño, parece ser que les hace parar la puesta de huevos por un tiempo. Esto no hemos querido comprobarlo por miedo a que fuera verdad, y quedarnos sin huevos, pero es parte de la sabiduría popular del mundo rural, así que por algo será.
Hay que aclarar que porque coman unos cuantos granos de maíz tierno no pasará nada, pero sí cuando se les da a diario y en cantidad, durante algunos días seguidos.
Bebidas alcohólicas
No hace falta casi ni decirlo. Estas bebidas son tóxicas para cualquier ser vivo, incluso para los humanos, así que no le harán ningún bien a las gallinas.
Pero ojo, se les puede estar dando alcohol a las gallinas sin darse cuenta, por ejemplo echándoles comidas azucaradas que han fermentado, como manzanas, uvas (o su bagazo) y otras frutas dulces, pulpas, etc.
Alimentos en mal estado
Esto no es cierto, salvo que se hayan contaminado con algún patógeno letal para ellas, cosa bastante poco probable.
Las gallinas no solo son omnívoras, sino que además se podría decir que también son carroñeras y saprófagas. Un carroñero todo el mundo sabe lo que es, y un saprófago es un ser vivo que se alimenta de materia orgánica en descomposición, es decir, lo que suele haber en el montón del compost, además de lombrices, y que les encanta a las gallinas. Una fruta pasada es un resto orgánico en putrefacción, y las gallinas se la comerán seguro, de hecho mejor que si estuviera en buen estado.
Hay que aclarar que no se comen los restos vegetales cuando ya son irreconocibles, es decir, volviendo al ejemplo de la fruta pasada, una vez que el estado de descomposición es avanzado y ya solo queda un material oscuro que es más compost que fruta.
Y por ampliar un poco lo de la carroña, los apicultores y quizás otros criadores de insectos, si tienen gallinas y alguna vez les han echado un montón de insectos muertos, sabrán que les encantan y que no les hacen daño. Las avispas asiáticas invasoras (Vespa velutina) que capturamos en las trampas de la finca, se las echamos a las gallinas, y a pesar de estar muertas y muchas ya en estado de descomposición, les encantan. En cuanto escuchan caer el contenido del cubo, acuden todas rápidamente para no perderse el festín.
Aguacate
Dudoso!
La parte tóxica parece ser la piel que recubre la semilla del aguacate, pero nuevamente no es algo que las gallinas se coman por propia voluntad. Habría que moler o trocear esa piel y echársela entre la comida para que la ingirieran.
Por otro lado, nosotros echamos los huesos del aguacate, la piel, los restos de pulpa, y a veces aguacates enteros en mal estado, a la pila del compost, y no han matado a ninguna gallina, ya sea porque no se lo comen, o porque no les hace daño.
Huevos crudos o cocinados
Pueden comerlos pero es mejor no dárselos.
Todo criador de gallinas aficionado, habrá podido comprobar que a veces se ven trozos de cáscara de huevo debajo del lugar dónde duermen las gallinas, o incluso en los nidos. Pues bien, lo que ha pasado es que se ha roto un huevo, ya sea porque se dio contra otro al ponerlo la gallina, o porque en vez de ponerlo en el nido, le llegó el momento de expulsarlo estando ya en las perchas o palos para dormir. Esos huevos rotos se los comen, tanto la yema, como la clara, e incluso las cáscaras. Son nutrientes que no tiene sentido desaprovechar, y eso las gallinas lo saben.
Ahora bien, no es bueno echarles huevos para comer porque existe la creencia de que luego van a picar los que se encuentre en los nidos. Por un lado tiene lógica, pero por otro no, porque no tendría mucho sentido que se comieran sus huevos, los que ponen para reproducirse, aunque luego no sea siempre así.
Cualquier alimento adulterado
Puede ser vegetación que quedó impregnada con cualquier plaguicida después de un tratamiento, o bien que crece en un suelo contaminado, por ejemplo con metales pesados.
Tampoco conviene darles alimentos salados ni demasiado azucarados, aunque el azúcar sí es un compuesto que se encuentra de forma natural en muchos alimentos que ellas comen, como los granos, brotes, frutos, etc.
Por supuesto, no deben comer comida basura o chatarra, al igual que los humanos. Las sobras de comida basura donde mejor pueden estar es en la basura, como su nombre indica.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.