Cómo duermen las gallinas
Para comenzar este artículo hay que decir que, en contra de lo que afirman algunas personas, las gallinas si duermen, entendiéndose por dormir una fase de reposo similar a nuestro sueño.
El sueño de las gallinas, y en general el de las aves, tiene algunas peculiaridades que lo diferencian del de los mamíferos, pero por lo demás es bastante parecido, con fase REM y sueños o incluso pesadillas. Y como no es el momento de entrar en detalles sobre eso, se hablará solamente de los hábitos de las gallinas a la hora de irse a dormir.
La mayoría de los animales de granja duermen acostados, o incluso algunos de pie, pero siempre sobre el suelo.
El caso de las gallinas es diferente, ya que no les gusta pasar la noche a ras de suelo, y eso mismo les ocurre a la mayoría de las especies de aves. Simplemente es una adaptación evolutiva para reducir el riesgo de ser atacadas por depredadores, ante los cuáles estarían indefensas al no poder volar en la oscuridad de la noche.
Las gallinas duermen de pie
Ciertamente, las gallinas y otras muchas aves, duermen sobre sus patas y agarradas con las garras en una rama, palo o percha que cuelga del techo o de las paredes del gallinero (ver foto más arriba)
Estrictamente no duermen completamente de pie porque flexionan sus patas debajo del cuerpo, para hacer reposar parte del peso de este directamente sobre la rama, pero aún así permanecen erguidas y con la cabeza hacia arriba.
En ocasiones las gallinas pueden dormir agachadas, o en posición vertical, en el suelo, o más frecuentemente en el nido donde ponen los huevos, especialmente si están incubándolos, si no pueden subir a una zona elevada o si son picoteadas por las de mayor jerarquía.
Perchas para gallinas
Todo el que ha estado en un gallinero seguro que ha visto palos colocados de pared a pared, o entre dos largueros, como para formar una especie de escalera. Esas estructuras son las perchas que las gallinas utilizan para dormir.
Esos palos, que pueden ser de distintos materiales, tamaños y formas, tienen la única función de imitar las ramas de un árbol, a las cuáles las gallinas se encaraman para sentirse seguras, pasar la noche tranquilas y alejadas de los depredadores terrestres.
En las granjas de gallinas se suelen emplear varios tipos de perchas, siendo los siguientes algunos de los más comunes:
Perchas redondas
Son cilíndricas y lisas, como palos, tubos, etc. que se utilizan para proporcionar un lugar elevado para que las gallinas descansen y duerman.
No pueden ser ni muy gruesas ni muy delgadas, para que a las gallinas les resulte agradable sostenerse sobre ellas con sus garras.
Perchas planas
Son perchas planas y anchas que se utilizan para proporcionar una superficie más amplia para que las gallinas se sienten y descansen.
Estas suelen consistir en una tabla que se coloca en la pared como si fuera un estante, pero algo separada de esta.
Perchas de escalera
Son una serie de perchas conectadas entre sí en forma de escalera para proporcionar un espacio de descanso más grande y permitir que varias gallinas se acuesten juntas.
La principal ventaja de estas es que se pueden mover fácilmente para limpiar o para colocarlas en otro lugar. Como desventaja principal, que ocupan más espacio de suelo porque están apoyadas sobre este.
Perchas de alambre
Son perchas industriales, pensadas para mantener a las gallinas separadas y evitar que se peleen mientras están en ellas, algo habitual cuando no se han colocado respetando su jerarquía natural.
Perchas móviles
Como su nombre indica, se pueden mover para permitir una limpieza más fácil y para evitar que las gallinas se posen en un área específica durante demasiado tiempo, lo que puede llevar a la acumulación de excrementos.
Perchas de fabricación casera
Existen perchas para gallineros a la venta en tiendas especializadas, y a través de internet, pero en realidad se pueden fabricar de forma sencilla a partir de materiales muy básicos y baratos, o incluso gratis.
La manera más fácil de fabricar perchas es mediante palos de madera, por ejemplo palos de escoba o simples ramas rectas, que se introducen en agujeros practicados en la pared del gallinero a cierta altura del suelo.
Si no es posible agujerear la pared, se puede clavar o atornillar los palos en otros dos colocados en perpendicular a los primeros, como para formar una espaldera o escalera. Luego esta se arrima a la pared, con algo de inclinación para que no se caiga, y ya estaría lista.
No conviene que el palo más bajo quede demasiado alto, para que no les resulte muy complicado acceder a ellos. Se puede instalar una rampa o escalera que ayude a las gallinas a subir hasta las perchas pero, muy importante, que se quede al menos dos palmos más baja que estas.
José A. AmigoSoy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.