Cómo abonar plantas
La mayoría de las plantas son seres vivos autotrofos, es decir, que elaboran su propio alimento a partir de materia inorgánica que extraen del suelo y del aire. Literalmente cocinan el aire y la tierra para fabricarse su comida.
Los animales ―incluidos nosotros― necesitamos consumir otros seres vivos, es decir, somos heterótrofos. No somos capaces de transformar la tierra en alimento. Para ello necesitamos que las plantas lo hangan primero, y luego ya sí podemos incorporar esos materiales orgánicos a nuestro cuerpo.
Estos dos conceptos son suficientes para comenzar este artículo por dónde hay que comenzarlo, por el principio, y para poder entender qué es un abono, sin complicaciones. Es algo simple! Ya verás.
El alimento de las plantas
Acabamos de ver que las plantas son factorías que toman materiales inorgánicos del suelo y del aire, y gracias a la energía del sol, son capaces de combinarlos para construir con ellos materia orgánica.
Aquí es dónde entra el tercer concepto: ¡las plantas "comen" luz! Bueno, en realidad utilizan la energía del sol como horno químico, para cocinar. Haciendo un símil se podría decir que llenan la olla de compuestos inorgánicos diversos y la ponen al sol para que se cocine. El resultado: compuestos orgánicos simples, que luego pueden unir para crear otros más complejos con los que pueden fabricar sus tejidos: raíces, tallos, hojas, flores, frutos... o consumirlos para mantenerse vivas.
¿Qué elementos necesita una planta?
Los mismos que cualquier otro ser vivo, pues toda la vida se compone de lo mismo: Carbono, Hidrógeno, Oxígeno, Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Calcio, Magnesio y muchos más elementos químicos, aunque en menor proporción.
Estos elementos los toman del aire (carbono y oxígeno) y de la tierra (todos los demás), dónde están combinados formando moléculas inorgánicas simples (por ejemplo el agua H2O) o formando parte de materia orgánica, en cuyo caso se trata de compuestos más complejos que primero tienen que ser degradados por los microorganismos del suelo.
En definitiva y con toda seguridad, lo que necesita una planta está en otra planta. ¿Confuso? Dijimos al principio que eran autófrofos, ¿verdad? Para aclararlo, pongamos el ejemplo de una casa: lo que se necesita para construir una casa se suele comprar en varios almacenes distintos, pero también se puede sacar de otra ―suponiendo que no se estropearan los materiales al extraerlos―, porque en el fondo todas las casas tienen los mismo. En realidad no todas, pero si para edificar una casa se sacan materiales supongamos que de 10 casas diferentes...entonces sí es más fácil encontrar las cosas necesarias.
Si no te quedó claro el ejemplo anterior, ahora seguro que se despejan todas tus dudas. Veamos, si queremos abonar una planta necesitamos aportarle los materiales que necesita pero, ¿de dónde los sacamos? Están en el aire y en el suelo, y es cierto, pero a menos que encontremos un suelo muy bien conservado, casi seguro que las proporciones de los elementos no serán adecuadas. Habrá mucho de unos elementos poco requeridos y poco de los elementos que la planta demanda en mayor cantidad. ¿Por qué? Pues porque otras plantas ya han estado explotando ese suelo y podríamos decir que está en niveles mínimos para sostener la vida, adecuados para las especies silvestres pero insuficientes para la mayoría de las plantas cultivadas, que se han vuelto poco eficientes.
Es por esto que la forma más fácil de abonar una planta es partiendo de los restos descompuestos de otra planta, o mejor de varias plantas diferentes, ya que así se compensarán los excesos y los defectos de unos u otros compuestos.
Lo que formaba una planta servirá para que otra se nutra, siempre y cuando se le aporte en forma disgregada, de manera que pueda ser absorbido por las raíces.
De hecho, apilar restos vegetales sobre el suelo ya es en sí una forma de abonar (la más natural), pero nunca deben enterrarse sin descomponer, ya que fermentarán bajo tierra y este proceso puede dañar o incluso matar las plantas que crezcan en ese suelo. Las raíces no ha evolucionado para soportar tal cosa, ya que los cadáveres siempre han quedado sobre el suelo, en la naturaleza nadie se ocupa de enterrarlos.
Cómo hacer esta disgregación o simplificación
Hay muchas maneras, pero la que permite conservar la mayoría de los nutrientes es la descomposición aerobia llevada a cabo por microorganismos que se alimentan de materia orgánica y expulsan compuestos más simples que las plantas ya sí pueden asimilar.
Esto es lo que ocurre en el suelo, por eso no vemos montones de plantas o animales muertos, porque una serie de microorganismos se encargan hacerlos desaparecer, incorporando buena parte de los nutrientes al suelo (algunos se escapan a la atmósfera)
Una de las maneras más rápidas y sencillas de aprovechar el trabajo de estos microbios y obtener abono de ello, es la elaboración de purín, una especie de macerado de plantas en agua que huele muy mal, pero que es un auténtico un cóctel líquido de nutrientes.
Otras formas son el compostaje (en sus diversas variantes) o la digestión de los animales herbívoros, que produce estiércol, un residuo sólido formado por restos de plantas parcialmente descompuestos, y que necesitan madurar para convertirse en abono.
CÓMO HACER ABONO ORGÁNICO
Aquí puedes ver cómo hacer abono orgánico sólido de forma sencilla y aprovechando cualquier resto vegetal.
Abonos líquidos
Como ya mencionamos, la forma más rápida y fácil de elaborar un abono para plantas es mediante una descomposición en agua que dará lugar a un fertilizante orgánico líquido.
Ahora bien, además de que sea lo más rápido de producir de forma casera, resulta que el abono líquido también es una de las formas más rápidas de abonar una planta, puesto que penetra a través de la tierra y llega a la zona de las raíces de manera inmediata.
Pero no solo eso, ya que también se puede aplicar sobre las hojas ―aunque muy diluido para que no provoque daños―, siendo asimilado aún más rápido que a través de las raíces.
En el mercado existen abonos líquidos con formulaciones específicas para cada tipo de planta, para corregir carencias de nutrientes, etc, pero los resultantes de fermentación en agua de diversas plantas también son muy eficaces para la mayoría de las plantas y sus carencias.
PURÍN DE ORTIGAS
Este es uno de los abonos líquidos caseros más beneficiosos y utilizados, aunque también tiene otros usos.
Abonos sólidos
Básicamente, cualquier resto sólido de plantas o animales que se descomponga es un abono que las plantas aprovecharán. Es así como la naturaleza fertiliza el suelo.
Ya mencionamos que son de dos tipos principalmente: los tipo compost, y los estiércoles (excrementos de animales)
El compost es un abono que se obtiene dejando que una pila de restos vegetales se descomponga de forma natural. En realidad, este abono también contiene el famoso humus de lombriz, ya que cualquiera que lo haya elaborado sabe que los montones del compost están llenos de lombrices. El proceso completo tarda algunos meses, tanto más cuanto más frío haga, pero es una buena opción para aprovechar los desperdicios de la cocina, del jardín o del huerto.
QUÉ ES EL COMPOST
Aquí se explica un poco más en qué consiste el compost.
El otro grupo de abonos sólidos son los estiércoles, que son excrementos de animales herbívoros que se dejan amontonados para que terminen de fermentar y madurar, momento a partir del cuál ya pueden ser utilizados para abonar las plantas. En realidad, los excrementos de cualquier animal (sea o no herbívoro) sirve como abono, pero por cuestiones sanitarias solo se suelen emplear los de herbívoros, aves, murciélagos y algunos más.
Ya has visto que la cuestión del abonado es más sencilla de lo que paría en un principio, aunque en realidad se trate de un concepto mucho más amplio que comprar un fertilizante en bolitas y echarlo sobre o entre la tierra. Muchos negocios modernos surgen del olvido de las prácticas tradicionales (como hacer jabón en casa) ¿Te atreves a recordar?
CÓMO ABONAR PLANTAS EN MACETA
Aquí tienes información detallada sobre el caso del abonado de plantas en maceta.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.