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Fundamentos

Cómo preparar la tierra para sembrar

Aquí encontrarás información detallada sobre la preparación del terreno antes de sembrar, por qué y cómo hay que prepararlo, cuándo hacerlo, y mucho más
Publicado: (última modificación 27 Nov 2018) Por Foto del autor Sígueme

Como se dijo en el artículo sobre si es necesario o no labrar la tierra, con la preparación del terreno lo que se pretende principalmente es aflojar la tierra, dotarla de una estructura más esponjosa, para que las raíces se extiendan más fácilmente.

Medidas metro madera

Además, se suelen aprovechar las labores preparatorias para aportar abonos y enmiendas al suelo, mezclándolos con la tierra, ya sea para corregir características indeseadas (como pH muy alto o muy bajo, escaso porcentaje de materia orgánica, etc) o para aportar nutrientes y mejorar la fertilidad, que es lo más habitual.

Hay que recordar otra vez que los cultivos extraen muchos nutrientes del suelo, y que si no se reponen, la tierra poco a poco se va empobreciendo, hasta el punto de no ser apta para el cultivo. Esto obliga a abonar, o dicho de otra manera, a alimentar el suelo.

Montón de estiércolCómo abonar la tierra

✔ Aquí hablamos sobre las razones por las cuáles abonar, cómo saber cuando hacerlo y qué proceso seguir



El laboreo de la tierra se puede hacer con herramientas manuales, si es poca extensión, o mediante maquinaria, ya sea moto-azada o tractor, si es mucho terreno el que hay que preparar.

En este artículo nos centraremos en el laboreo de un huerto familiar, que se puede hacer perfectamente de forma manual, si es muy reducido, o con motoazada, si no se pueden hacer esfuerzos o si se tiene poco tiempo.

Veamos el proceso detallado paso a paso.


Tempero o sazón

Este concepto es fundamental a la hora de trabajar cualquier tierra.

Estás dos palabras definen el estado del terreno cuando está listo para ser trabajado, es decir, ni demasiado húmedo (la tierra se pega a los zapatos y a las herramientas) ni demasiado seco (sale polvo al cavar y la tierra tiene un color pálido)

Es muy importante no trabajar el suelo hasta que tenga un correcto nivel de humedad, es decir, que haya alcanzado el tempero.

Si se trabaja estando muy húmedo, solo se logrará estropear su estructura. Se formaran terrones de distintos tamaños que dejarán un suelo granulado para el resto de la temporada. Dentro de los terrones, la tierra estará apelmazada. Esto no conviene en absoluto.

En cada suelo, el tempero se alcanza en un momento determinado, dependiendo de si es más arenoso o más arcilloso.

Los suelos arenosos rápidamente drenan el exceso de humedad tras las lluvias, y pueden ser trabajados a los pocos días. En cambio, los suelos arcillosos retienen mucha humedad por lo que habrá que esperar más tiempo para que alcancen un buen tempero.


¿Cómo identificar el tempero?

Si se tiene dudas, lo mejor es cavar un poco y tomar un puñado de tierra a unos 10 cm de profundidad. Si al apretarla en la mano expulsa agua, brilla su superficie como si estuviera mojada o forma un bloque compacto, el suelo no está listo todavía. Hay que esperar a que pasen otros cuantos días de tiempo seco y soleado. Otra manera de identificar una tierra demasiado húmeda, es cuando se ve que se pega en la azada al cavar con ella, y en la suela de los zapatos o botas, formando una masa pegajosa. Es muy característico y molesto.

Habrá un tempero adecuado cuando al apretar un puñado de tierra en la mano, se sienta húmedo pero no se vea el brillo del agua ni gotas líquidas. Además, al apretar el bloque formado con los dedos, se deshace inmediatamente. Se notará también como la tierra apenas se pega en la azada o en las botas.

En cambio, si el suelo está muy seco, habrá que regarlo el día antes de comenzar a labrarlo. De no hacerse, saldría mucho polvo (nutrientes que se pierden en el aire), y resultaría muy complicado de trabajar, especialmente si es arcilloso, si ha estado muchos años sin cultivar o si ha sido pisado por maquinaria.


Retirar la vegetación

Huerto antes de cavarFoto 1. Restos de vegetación muerta y viva sobre el suelo del huerto.


Lo primero que hay que hacer siempre antes de comenzar a remover la tierra, es retirar tanto la vegetación viva que crece sobre el suelo, como los restos del cultivo anterior.

También se podrían enterrar mediante el laboreo, para que enriquecieran el suelo, pero esto es muy dificultoso con herramientas manuales, y habría que hacerlo con varios meses de antelación para dar tiempo suficiente a que sean descompuestos. Es mucho mejor llevarlos al montón del compost (el estómago del huerto o jardín) para que se descompongan y más adelante devolverlos a la tierra, ya como compost maduro.

Compost casi maduroCómo hacer compost de forma natural✔ Es más sencillo de lo que mucha gente piensa, pero hay que asegurarle unas buenas condiciones...

La mejor herramienta para eliminar la vegetación del suelo es una azada ancha (ver foto abajo) y bien afilada, que pueda cortar la hierba a ras de suelo, raspando la superficie. Las raíces pueden dejarse bajo tierra para que se descompongan y aporten nutrientes al suelo, o retirarlas en labores posteriores.

Una vez raspada toda la vegetación, con una horca se carga en la carretilla y se lleva al montón del compost. Si está cerca, se puede llevar directamente en la horca, sin usar la carretilla.

Otra alternativa consiste en retirar la vegetación a medida que se va cavando el suelo. De esta forma, la tierra queda más limpia, puesto que las plantas son extraídas casi completamente, pero obliga a estar agachándose constantemente para recoger las plantas con las manos, y teniendo que sacudirlas para que caiga la tierra que permanece unida a sus raíces.


Labrar el suelo

Ahora llega el momento de la verdad. Hay que armarse de paciencia y comenzar a roturar el suelo con una herramienta adecuada, que permita bajar hasta al menos 25-30 cm de profundidad, y además romper los terrones que vayan apareciendo.

Lo más habitual es que se usen azadas para esta labor, si bien es cierto que otras herramientas, como una buena horca de cavar (foto abajo), o un garabato (como la horca pero curvo), hacen el trabajo mucho más fácil y además de alcanzar profundidades mayores, la tierra queda más esponjosa y con menos terrones.

Horca cavar✧ Horca de cavar

Otra herramienta que se puede utilizar para esta labora es el palote. A diferencia de la la horca, suele tropezar con muchas piedras que le impiden profundizar y deja el suelo lleno de terrones que luego hay que romper. Es mejor para hacer bancales, para cambiar la tierra de lugar o para voltear el suelo, por ejemplo para enterrar estiércol o compost.

En cuanto a la manera de cavar, lo ideal es no voltear las capas del suelo, dejando que la tierra de la superficie quede en la superficie y la más profunda permanezca a la misma profundidad a la que estaba. Si se cambia el orden, se estará mandando la tierra más fértil y con mayor actividad biológica a la parte profunda, dónde al haber menos oxígeno perecerán la mayoría de los microorganismos y dejarán de descomponer y mineralizar la materia orgánica. La fertilidad del suelo bajará. Para cavar sin voltear el suelo, es más útil de nuevo la horca de cavar o el garabato, o aún mejor, la horca de doble mango.

Si desea aportar abono, estiércol o compost, hay que esparcirlo por toda la superficie antes de comenzar a cavar, de forma que se vaya incorporando al suelo a medida que se trabaja la tierra. Lo ideal es que esté bien descompuesto y que tenga una textura suelta, que permita distribuirlo bien.

Estercolando el huertoFoto 2. Extendiendo estiércol sobre la tierra del huerto antes de cavar.

Si se cava con azada o palote (pala de jardinería), una vez se termine, habrá que tomar un garabato (cultivador similar a una horca curvada) y dar otra pasada o dos con él para romper los terrones que hayan quedado y soltar definitivamente la tierra. Después de esto quedará una textura esponjosa y homogénea.

Por este motivo, es recomendable hacerlo con una horca para cavar, que deja muchos menos terrones y de menor tamaño. Además, requerirá mucho menos esfuerzo, ya que se clava infinitamente mejor en la tierra (pisando con el pie), y aunque haya piedras no se detiene en su avance.


Consejos importantes

✦ Todas las piedras y palos más grandes que una nuez hay que ir apartándolos a un lado para luego recogerlos.

✦ Si se ve que salen a la superficie insectos plaga (como por ejemplo larvas de gallina ciega (Phyllophaga spp.), gusano de alambre, gusanos cortadores, etc) conviene retirarlos del suelo. Son parte de la dieta de las gallinas.

✦ Hay que tratar de pisar lo menos posible la tierra removida. Utilizar la horca de cavar lo permite, ya que se trabaja hacia atrás, al contrario que con la azada.



Rastrillar

Finalmente, y sobre todo si se va a sembrar directamente en la tierra, no está de más pasar un rastrillo un par de veces para retirar piedras, palos y terrones que pudieran quedar cerca de la superficie. Si no se quitan, podrían dificultar o impedir el nacimiento de las semillas que se siembren.

Este paso no es tan necesario, o directamente se puede omitir, cuando se van a poner las hortalizas en el terreno por medio del trasplante. No necesitarán emerger del suelo.


A partir de este momento el suelo ya estaría preparado para sembrar, pero veamos cómo podemos ahorrarnos todo ese trabajo el próximo año.


Organización en bancales

Para evitar tener que realizar todo este proceso año tras año, o incluso antes de cada siembra, es muy útil organizar el huerto en bancales elevados (o a nivel del suelo), Los bancales son zonas de cultivo separadas por pasillos.

Las zonas dónde se cultivará serán siempre la mismas, de forma que solo se pisará en los pasillos y nunca en los bancales. Con esto se evitará que el suelo se apelmace, pero aún se puede hacer más.

Además de la organización en bancales, si se realiza un acolchado de las zonas cultivadas, se impedirá la formación de la costra superficial por el efecto de la lluvia y la desecación del sol, entre otras muchas ventajas.

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Autor José A. Amigo

Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.