Distancia entre plantas de tomate: marco de plantación
El marco de plantación y la densidad de siembra son dos de las cosas más importantes a la hora de iniciar un cultivo de tomate. Si esto se hace mal, pueden cebarse con el cultivo las enfermedades (hongos), retrasarse la maduración y obtener tomates más pequeños de lo que deberían ser.
Como se acaba de decir, cuando la distancia entre plantas es insuficiente (densidad muy alta), es más fácil para las enfermedades colonizar el cultivo y prosperar, debido a la alta humedad que permanecera durante gran parte del día rodeando a las plantas.
Por otro lado, si hay muchas tomateras unas cerca de otras, competirán fuertemente entre ellas por la luz, el agua y los nutrientes. Esta lucha hace que el crecimiento sea más lento y la productividad más baja. Los tomates serán más pequeños, madurarán más lentamente y tendrán un tamaño menos uniforme.
Además de todo lo anterior, cuando el marco de plantación es demasiado escaso, las tomateras serán más susceptibles a la sequía y a las deficiencias de ciertos nutrientes. Pero es que además, será mucho más complicado realizar las labores propias del cultivo: escardas, aporcado, poda, entutorado, fumigación, recolección, etc. por falta de espacio entre las plantas para trabajar cómodamente.
En este punto se podría pensar que si el problema es la falta de espacio entre las tomateras, la solución será separarlas todo lo que se pueda. Pero no, eso tampoco es del todo beneficioso. Si la distancia entre plantas es demasiado grande, el suelo quedará muy descubierto, creciendo más fácilmente las "malas hierbas", al tiempo que se desaprovecha el espacio, a menos que se planten otras hortalizas entre las tomateras, como por ejemplo la cebolla o la lechuga.
La distancia entre plantas será mayor en climas o épocas de cultivo húmedos, en los que la radiación solar puede ser escasa. Sin embargo, en climas o épocas de cultivo secas, y con gran insolación, las tomateras se pueden plantar más juntas.
Después de esta productiva introducción, queda claro cuál es el problema con el espacio en el cultivo del tomate, pero ahora toca ahondar un poco más y ver que marco de plantación conviene elegir según varios aspectos que se verán a continuación:
Según la variedad elegida
Las distintas variedades de tomate tienen diferentes características en cuanto a vigor, desarrollo de la copa y densidad del follaje. Antes de realizar la plantación, habrá que tratar de averiguar la forma que tendrá y el espacio que ocupará cada planta.
En función de esto, se ajustarán las distancias para aprovechar al máximo el espacio pero permitir al mismo tiempo un adecuado desarrollo del cultivo. Lo ideal sería que con las plantas en máximo desarrollo, no llegaran a tocarse entre ellas en ningún punto.
Por poner algunos ejemplos, en el caso de la variedad Marmade VR, se recomienda un marco de plantación de 40x80, siendo de 60x100 para la variedad Raff y de 40x70 para los de tipo Cherry. La distancia más grande se corresponde con la calle o el espacio entre hileras, mientras que la menor es el espacio entre plantas de la misma hilera.
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Leer másEn cultivo al aire libre
En cultivos de tomate de mesa al aire libre, la distancia entre surcos varia entre 1.2 y 1.6 metros, y la distancia entre plantas entre 30 y 50 cm, teniendo en cuenta las condiciones ambientales durante la temporada de cultivo.
La densidad de siembra en este caso sería de 1.4 a 1.6 plantas/m2.
RECORDAMOS: En climas húmedos es preferible separar más las plantas para mejorar la aireación y reducir la incidencia de las tan temidas enfermedades fúngicas.
En invernadero
El tomate en invernadero se suele plantar de dos formas diferentes:
1 En filas simples separadas de 1 a 1.4 m entre ellas, y dejando entre 30 y 50 cm entre plantas.
2 En hileras dobles separadas 50 o 60 cm entre ellas y 40-50 cm entre plantas de la misma hilera, dejando pasillos de 80 a 100 cm entre cada dos hileras.
Siguiendo esta disposición se alcanzan densidades de entre 2.2 y 2.5 plantas/m2, pero teniendo en cuenta que esto requiere un gran manejo del cultivo.
Recomendación
Puesto que el cultivo del tomate es de los que más problemas sanitarios pueden padecer, especialmente en lo referente a enfermedades fúngicas, muy favorecidas por la alta humedad y escasa aireación, es muy recomendable utilizar distancias amplias entre plantas, al menos 50 cm y mejor aún entre 80 cm y 1 metro. Y siempre que sea posible, plantar las hileras separadas al menos 1 metro entre ellas.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.