Por qué saben amargos los pepinos y cómo evitarlo
Hay que comenzar aclarando que no todas las variedades de pepino dan frutos amargos, y que tampoco las que los dan, lo hacen siempre.
La genética de la variedad predetermina que puedan aparecer frutos amargos, pero también influyen las condiciones ambientales que soporta el cultivo.
A continuación explicamos el porqué de este amargor, que incluso puede resultar tóxico.
Cucurbitacinas
Se trata de unas sustancias químicas producidas por algunas plantas, entre ellas las de la familia de las cucurbitáceas, a la que pertenecen el pepino, el calabacín, la calabaza, el melón, la sandía, etc.
Estos compuestos químicos suelen concentrarse en los tallos y las hojas de estas plantas, y en ocasiones también en los frutos.
Se cree que este amargor puede ser un mecanismo de defensa de las plantas frente al ataque de animales herbívoros, pero no está del todo claro.
A su vez, la presencia de estos compuestos de sabor amargo, parece estar regulada por la genética, de manera que si la planta contiene un determinado gen, entonces puede producir pepinos amargos, mientras que si no lo tiene, no los producirá nunca.
Además, puede que se produzcan cucurbitacinas en los frutos pero incluso así no sepan amargos. Esto es debido a la presencia de una enzima que las destruye. Si la planta sintetiza la enzima en cantidad suficiente, entonces no habrá sabor amargo, de lo contrario sí.
Condiciones ambientales
Como ya se dicho, dependiendo de la variedad de pepino de que se trate, el amargor puede aparecer o no.
Pues bien, aunque la variedad pueda producir amargor, este puede darse o no según determinadas condiciones ambientales que entorpecen la labor de la enzima que lo inhibe.
Los grandes cambios de temperatura parecen ser la causa principal, sobre todo cuando pasan rápidamente de valores frescos a muy cálidos. Esto puede ocurrir con facilidad en aquellos lugares en los que los días son muy cálidos y las noches frías, o en cualquier zona por un cambio brusco del tiempo.
Otras situaciones de estrés para la planta, como la escasez de agua o la falta de espacio, también pueden provocar la aparición de sabor desagradable.
Cómo evitar el amargor
Vistas las causas del sabor amargo, es momento de ver cómo librarse de él definitivamente.
Elegir variedad sin amargor
Esto es lo primero que hay que tener presente. Si se cultivan variedades que por genética no pueden producir frutos amargos, se acabó el problema.
¿Y cuáles son estas variedades? Pues las siguientes son algunas de ellas.
Ashley, Pepinex 69, Slice Master, Paraiso, Victoria, Altaj F1.
Moderar los cambios de temperatura
Haciendo que sean mas elevadas por la noche o más bajas durante el día, bien sea plantando los pepinos al lado de un muro soleado que irradie calor por la noche, colocando una malla de sombreo que filtre parte de la radiación solar por el día, manteniendo el suelo fresco y húmedo, favoreciendo la circulación del aire, etc.
Mantener la humedad
Especialmente la del suelo, porque la del aire solo es posible controlarla en el cultivo bajo invernadero, aunque determinadas prácticas al aire libre también pueden ayudar a subirla o bajarla: el riego, la colocación de barreras o cortavientos, el sombreado, etc.
Marco de plantación adecuado
Para que las plantas tengan espacio suficiente y no sufran estrés por ese motivo.
Precaución en el almacenaje
Aunque al recoger los pepinos de la planta estos no presenten amargor, pueden desarrollarlo más tarde si se almacenan junto a frutas maduras.
Para evitar esto, lo ideal es cultivar el número de plantas justo para que no sea necesario almacenar los pepinos, pero si por lo que sea hay que guardarlos, hacerlo siempre en un cajón separado, preferiblemente en el frigorífico y tapados con un paño.
Pelar bien el pepino
En ocasiones, el sabor amargo puede deberse simplemente a que al pelar los pepinos no se retira toda la piel exterior, de color verde.
Es importante que el color de la pulpa no tenga tonos verdosos. Si los tiene hay que pelar nuevamente par retirar esa capa.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.