Cómo cultivar coles de bruselas o repollitos de bruselas
La col del bruselas es una planta de la familia de las Brasicáceas, al igual que el kale y demás variedades de berza, repollos, brócolis, coliflores, nabos, etc.
El nombre botánico de este cultivar es Brassica olaracea var. gemmifera, es decir, pertenece a la misma especie que las demás coles, pero se trata de una variedad distinta que recibe el nombre de «gemmifera».
Se conocen con el nombre vulgar de coles de Bruselas porque parece ser que comenzaron a cultivarse en el siglo XIX, en el norte de Francia y Bélgica, en las proximidades de la ciudad del mismo nombre.
La característica más destacable de esta col es que desarrolla unos pequeños cogollos en los tallos, en concreto en las yemas de las axilas de las hojas. Suelen ser de color verde, en algunos cultivares rojas o moradas. Tienen un tamaño que va de los 2.5 a los 5 cm de diámetro, y son estos cogollos los que se cosechan para el consumo, teniendo un sabor parecido al repollo pero más intenso, con toques dulces y a veces amargos, desprendiendo un olor fuerte al cocinarlos.
Motivos para cultivarla
● Requiere pocos cuidados y es muy productiva: al igual que el resto de las coles, es una hortaliza que no necesita muchas atenciones una vez plantada, pero que a la hora de la cosecha puede ser muy productiva. Cada planta puede dar hasta 1.5 kg de cogollos a lo largo de la campaña de recolección.
● Ocupa poco espacio: a diferencia de repollos, brócolis o coliflores, la col de Bruselas es una planta más compacta, que tiende a crecer más en altura que hacia los lados, aprovechando mejor el espacio disponible. En un metro cuadrado de terreno se pueden cultivar hasta 4 plantas, aunque lo habitual es que sean 2.
● Ofrece varias cosechas: salvo las berzas o kale, las demás coles solo se pueden cosechar una vez, pero en el caso de las coles de Bruselas, la recolección se puede hacer de forma escalonada, gracias que los cogollos se encuentran en distintas etapas de maduración a lo largo del tallo de la planta. La maduración se produce de forma escalonada y de abajo a arriba.
● Tolera bien el frío: de hecho es la variedad de col que mejor soporta las bajas temperaturas. Su desarrollo es óptimo con temperaturas entre 14 y 16ºC.
Además de lo anterior, el consumo de esta hortaliza es muy interesante y beneficioso para la salud, como se explica a continuación.
Propiedades nutricionales
En la siguiente tablan se recoge la composición nutricional de las coles de Bruselas, siendo la fibra, el potasio, el fósforo, los folatos y la vitamina C, los nutrientes que esta hortaliza aporta en mayor cantidad respecto de las necesidades diarias de una persona.
En el caso de la vitamina C, como puede apreciarse, 100 gramos de repollitos aportan algo menos del doble de la cantidad diaria recomendada, tanto para hombres como para mujeres.
Por otro lado, se trata de la col que más energía contiene; siendo también importante la cantidad de proteínas (para ser una col)
Una vez conocidas las cualidades más notables de esta peculiar col, es el momento de contar cómo cultivarla en el huerto o jardín familiar.
Siembra
Es la forma más económica de comenzar el cultivo pero un poco más lenta que si se empieza directamente con el trasplante de plantel comprado en vivero.
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A diferencia de otras hortalizas de crecimiento lento, como los pimientos o las berenjenas, las coles se desarrollan muy rápido.
La germinación de las semillas es bastante buena y rápida, y el crecimiento de las jóvenes plantas se nota de un día para otro. Normalmente solo deberán pasar unas 5 semanas entre la siembra de las coles de Bruselas y su trasplante al terreno definitivo.
Época de siembra
A los repollitos de Bruselas les gusta el clima fresco y húmedo, por lo que habrá que sembrarlas teniendo en cuenta esto, aunque existen diferencias entre cultivares.
Para la variedad SANDA del enlace anterior, se recomienda la siembra desde comienzos de la primavera hasta inicios o mediados del verano, para luego realizar la cosecha a lo largo del otoño y el invierno.
Es importante que la siembra se haga en el momento más favorable para cada variedad, especialmente en climas secos y calurosos, en los que habrá que retrasarla un mes en verano, o incluso esperar a la llegada del otoño.
En cuanto al procedimiento de siembra en semillero, no tiene nada de particular en comparación con el de otras hortalizas. Las semillas tendrán que quedar enterradas entre medio y un centímetro de profundidad, y se pueden sembrar tanto en semillero colectivo como en individualizado.
Trasplante
Aunque es posible sembrar las coles de Bruselas directamente en el terreno, esto solo es práctico en el caso de grandes extensiones y cultivos comerciales, empleando para ello sembradoras mecánicas especiales.
En el cultivo a pequeña escala para autoconsumo, es mejor recurrir al trasplante, ya sea con plantel comprado en vivero o con el que se pueda obtener en un semillero propio. Las coles toleran muy bien el trasplante, incluso a raíz desnuda, así que no hay excusa para no realizarlo.
Siempre hay que trasplantar plantel de col de Bruselas que tenga buen vigor, con al menos 40 días de semillero y con de 4 a 6 hojas.
Cuándo trasplantar
En cuanto al momento idóneo de trasplante, este abarcará habitualmente (climas templados y frescos) desde finales de primavera-comienzos del verano, hasta el inicio del otoño. En climas muy calurosos es preferible realizar el trasplante desde finales de otoño y hasta comienzos de la primavera.
Si el trasplante se va a realizar a raíz desnuda, es mejor elegir para ello un día nublado o lluvioso, o si no es posible, trasplantar a media tarde.
Marco de plantación
Cuanto más reducido sea, los cogollos o pellas alcanzarán un menor tamaño en el momento de la recolección, mientras que será óptimo si se plantan con espacio suficiente entre ellas.
Un buen marco puede ser el de 60x120, es decir, 1.2 metros entre hileras y 60 cm entre plantas de la misma hilera, lo que supone 1.38 plantas por metro cuadrado.
Cuidados
Al igual que todas las coles, las de Bruselas no demandan muchos cuidados siempre y cuando el suelo, la época del año y la variedad sean los correctos para el lugar.
Abonado
Esta planta prefiere suelos profundos, de textura franca, ricos en materia orgánica y ligeramente ácidos.
La tierra hay que abonarla coincidiendo con las labores de preparación del terreno, o bien plantar las coles en una parcela que haya sido abonada en el cultivo inmediatamente precedente. Aún así conviene añadir un abono rico en nitrógeno al inicio y otras dos veces a lo largo del cultivo. Para el abonado con cultivo establecido es muy práctico el purín de ortigas.
Riego
Aunque las coles son bastante resistentes a la sequía, el cultivo no se desarrolla bien cuando el suelo no tiene la humedad suficiente. Apenas crecen y tienden a florecer de forma prematura.
Por ello, si las lluvias no son suficientes para mantener el suelo húmedo, el riego será fundamental. Cada cuánto y en qué cantidad regar dependerá de cada tipo de suelo. El riego más importante es siempre el primero después del trasplante, para que las raíces se asienten rápido y las plantas continúen creciendo cuanto antes.
Control de malas hierbas
Esto es básico para cualquier cultivo. Hay que eliminar la competencia de la vegetación espontánea que saldrá por su cuenta en el terreno. Cuanto antes se elimine mejor, porque así robará menos nutrientes del suelo y el cultivo tendrá más a su disposición.
Se puede recurrir a las escardas o bien acolchar el suelo con alguna cobertera, que puede ser orgánica o no, pero mejor si lo es porque ayudará a mejorar la actividad microbiológica del suelo y, por tanto, la disponibilidad de nutrientes.
Poda
A medida que las plantas de col de Bruselas se van desarrollando, comenzarán a aparecer los cogollos en las axilas de las hojas. Van apareciendo a medida que la planta crece, así que los inferiores será más viejos y de mayor tamaño que los superiores.
Pues bien, cuando las planta tiene ya suficiente desarrollo y follaje en la parte superior, conviene cortar las hojas inferiores para mejorar la aireación y prevenir así la aparición de enfermedades.
Esta poda se realiza con un cuchillo o navaja bien afilados, cortando la hoja cerca del tallo pero sin dañar el cogollo que se encuentra en su axila.
Es mejor podar unas pocas hojas de cada vez para que la planta sufra lo menos posible y tenga tiempo de desarrollar nuevas hojas en la parte superior.
Plagas y enfermedades
Las principales plagas de cualquier col son los caracoles, las babosas y las orugas. Para prevenir las dos primeras es muy eficaz mantener el huerto limpio de malas hierbas, objetos abandonados, etc.
Una forma sencilla y ecológica de atrapar caracoles y babosas consiste en colocar tejas boca abajo sobre el suelo, dejarlas toda la noche y levantarlas a mediodía. Estos animales salen de noche a alimentarse de las coles, y en cuanto comienza a calentar el sol, buscan refugio en un lugar fresco y húmedo. Es cuando encuentran las tejas y otros objetos boca abajo que permitan su entrada.
En cuanto a las enfermedades, las típicas que atacan a las coles, como la pudrición del tallo o de la raíz y la alternaria o mancha de la hoja. Se previenen cultivando en un suelo sano, empleando un marco de plantación suficientemente espacioso y manteniendo la tierra libre de malas hierbas.
Recolección
Salvo en climas muy cálidos en los que la siembra se haya realizado en otoño, en los demás (siembras de primavera y verano) la recolección de los cogollos podrá comenzar en otoño y alargarse más o menos en función del clima y del desarrollo de las plantas.
Salvo que las coles de Bruselas se traten con un producto químico para forzar que maduren todos los cogollos a un tiempo, la maduración es escalonada, por lo que la cosecha también tendrá que serlo. Los primeros en estar listos para recoger son los inferiores.
Para cosechar los repollitos o pellas solo hay que cortarlos por su base con un cuchillo o navaja bien afilados.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.