Acolchado plástico
En qué consiste
Pues no es otra cosa que una lámina de plástico que se coloca sobre el suelo.
Puede ser fundida en una sola pieza o un tejido de fibras plásticas, en cuyo caso se conoce como malla anti-hierbas.
En cuanto a los colores, el más común es el negro, pero el requisito fundamental es que no deje pasar la luz, así que puede tener otros colores oscuros, como el verde o el marrón.
Por diversos motivos, los plásticos transparentes o traslúcidos no sirven como acolchado. Una de las razones principales es que al dejar pasar la luz, en el suelo crecerá vegetación espontánea, cosa que no interesa. La otra es que el paso de los rayos solares, el efecto invernadero bajo el plástico y la imposibilidad de transpiración, hacen subir peligrosamente las temperatura del suelo. Tanto es así que este tipo de plásticos se utilizan para desinfectar o sanear los suelos.
Por otro lado, los plásticos de acolchado tienen que tener un grosor determinado, que se mide en galgas, aunque los hay de diferentes espesores. Si son demasiado delgados se perforan con mucha facilidad, y si son muy gruesos, se hacen más difíciles de manejar y más caros.
Algunos de estos plásticos para acolchado se venden ya perforados cada cierta distancia, por lo que ahorran trabajo, pero también obligan a plantar de una determinada manera.
Ventajas
Desde el punto de vista práctico y económico son importantes, y por eso son tan empleados en la agricultura profesional, y con gran acierto.
Algunas de estas ventajas son comunes a cualquier acolchado, mientras que otras son más específicas de este tipo.
✔ Impide el desarrollo de vegetación espontánea en el suelo, ahorrando escardas o uso de herbicidas.
✔ Reduce mucho la pérdida de agua por evaporación del suelo a la atmósfera, ahorrando agua y tiempo de riego.
✔ Eleva y mantiene la temperatura del suelo, aunque esto varía con el color del plástico, acelerando el desarrollo de las plantas.
Inconvenientes
Pueden ser más o menos numerosos e importantes dependiendo de las particularidades de cada lugar.
✘ Instalar el plástico y realizar la plantación es una tarea muy trabajosa y delicada.
✘ Si no se coloca correctamente, el viento se introduce por debajo y lo zarandea, causando daños en las plantas.
✘ En suelos con presencia de topillos, ratones u otros roedores similares, los tallos de algunas plantas se ven especialmente atacados por estos.
✘ No permite trabajar la tierra, por lo que no es ideal para cultivos que suelen necesitar un aporcado, como las patatas o los puerros. Tampoco para cultivos que no toleran trasplante y sus semillas son muy pequeñas, como la zanahoria.
✘ En zonas lluviosas pueden formarse grandes charcos si no se disponen agujeros de drenaje estratégicos y elevaciones, o lo que es peor, evacuarse el agua por los agujeros en los que se encuentran las plantas.
✘ Si los caracoles y babosas son abundantes en la zona, es poco recomendable colocar un acolchado plástico cuando los cultivos son susceptibles a su ataque. Estos animales se guarecen debajo y por la noche sale a devorar las plantas.
Cómo instalar un acolchado plástico
Se puede hacer de muchas formas, pero quizás una de las mejores sea en franjas estrechas, de una o dos hileras de cultivo.
En ningún caso debe extenderse una gran superficie continua de plástico, ya que es muy complicado dejarlo bien, y entonces aparecen los inconvenientes anteriores o se magnifican.
➊ Preparar el terreno
Esto abarca toda preparación, desde limpiar, labrar la tierra y abonarla, hasta darle forma a las bandas, camas o surcos de cultivo, según el ancho del plástico.
La idea es que la tierra se acumule a lo largo de unas camas ―mesetaṣ― de cultivo algo elevadas, y que en medio ―a ambos lados― queden sendas depresiones o surcos.
Como ya se dijo, el ancho y alto de las camas de cultivo ha de ser acorde al ancho del plástico, esto es, el plástico debe alcanzar desde el fondo del surco de un lado de la cama, hasta el fondo del surco del lado opuesto.
➋ Extender el plástico
Completado el paso anterior y adquirido el plástico, ya se puede colocar, aunque hay al menos dos formas de hacerlo.
1- Extender la lámina al mismo tiempo que se va plantando el cultivo.
2- Poner primero el plástico y luego realizar la plantación haciendo agujeros en el mismo.
La segunda opción es más sencilla y segura para las plantas, aunque luego cuesta un poco más realizar el trasplante a través de los agujeros, pero realmente compensa.
➌ Tapar los surcos con tierra
Finalmente, solo resta introducir en los surcos los extremos laterales de la banda de plástico ―tirando firmemente de ella―, y aportar tierra de los lados para taparla, de manera que quede tensa y bien estirada.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.