Cómo sembrar canónigos
Solo algunas cosas particulares diferencian la siembra del canónigo de la de otras hortalizas de hoja tales como la lechuga, la espinaca o la acelga.
Se trata de un proceso con pocos pasos y muy sencillos, realizables perfectamente por cualquier persona, tenga o no conocimientos previos de horticultura o jardinería.
Antes de sembrar
Aunque realizar bien la siembra es clave, también lo son algunas cosas que hay que hacer antes, sin las cuáles es muy posible que el cultivo fracase o la cantidad/calidad de la cosecha sea baja.
Época de siembra
Este es uno de los puntos más importantes a la hora de cultivar canónigos si no se quiere acabar con un montón de plantas en flor y sin probar un solo canónigo.
Como ya se explico en el artículo general sobre el cultivo del canónigo, se trata de hortalizas que no toleran el calor ni los días largos, por lo que deben sembrarse al comienzo de unos cuantos meses de tiempo fresco.
Esto en cada clima puede darse en épocas diferentes. En los templados hay que sembrarlos preferiblemente al final del verano. En zonas con inviernos suaves, se pueden sembrar también al final del invierno o comienzos de primavera.
Preparación del terreno o sustrato
Después de la época, quizás lo más crítico para el cultivo sea el estado del terreno. El canónigo necesita suelos bastante fértiles y bien trabajados.
Si se siembra en una zona en la que se se abonó bien el suelo para el cultivo precedente, puede que no sea necesario volver a hacerlo. En caso contrario, aplicar al menos unas cuantas semanas antes uno o varios abonos orgánicos maduros.
Distancias de siembra
Este aspecto no es crucial pero facilita los cuidados posteriores, y permite que la calidad del los canónigos sea mejor. Se hacen más grandes y en menos tiempo.
Se pueden sembrar en líneas o a voleo. Si se tiene espacio suficiente y se van a sembrar bastantes, es mejor en líneas, dejando unos 20 cm entre una y otra.
ⓘ Hemos probado a sembrar estas semillas de canónigo y podemos confirmar que dan muy buen resultado.
Procedimiento de siembra paso a paso
Un día antes de la siembra, se pueden poner las semillas a remojo en agua limpia y sin cloro. Esto se puede omitir pero si se hace, la germinación será más rápida y mejor.
Con la tierra bien preparada, un buen tempero (algo húmeda) y en fecha propicia, se pueden realizar los siguientes pasos.
➊ Depositar las semillas
Esta hortaliza puede sembrarse directamente en el terreno, lo que se conoce como siembra de asiento, o bien en semillero para más tarde trasplantar, aunque la primera opción es de lejos mucho mejor.
Si se hace en líneas, se dejan caer formando un camino sobre la tierra. También se puede hacer un pequeño surco con un palo o el dedo y luego depositarlas en él.
En cambio, para sembrar a voleo se esparcen de forma homogénea.
➋ Cubrir las semillas
Son semillas pequeñas que no deben de quedar muy enterradas, como mucho a 1 cm de profundidad.
Hay dos formas de taparlas. La primera es pasar un cultivador por la zona dónde se sembraron, de manera que al remover la tierra, las semillas desciendan y queden cubiertas por esta.
La segunda manera consiste en echar una pequeña capa de tierra por encima de las semillas, ya sea trayéndola de otro lado o bien desmoronando los bordes del surco en el que se sembraron, si es que se hizo así.
➌ Apisonar ligeramente
Aunque esto no es estrictamente necesario, lo cierto es que mejora la germinación de las semillas.
Consiste en apretar un poco la tierra en la zona sembrada, de manera que las semillas queden en un contacto más estrecho con el terreno, más apretadas.
➍ Regar
Para terminar, se realiza un primer riego de lluvia fina, para evitar que las semillas sean desenterradas por el agua.
Tras la siembra
Si se siembran a finales del verano como es recomendable, es posible que aún haya queden días calurosos y con bastante insolación.
Esto no es bueno para las plantas recién germinadas, por lo que en ese caso es conveniente instalar una malla de sombreo sobre la zona de cultivo, al menos mientras dure el tiempo soleado. Una vez que las plantas desarrollen, o en días nublados, se puede retirar.
Otros cuidados importantes de este cultivo ya los explicamos en el artículo enlazado arriba, así que no dudes en consultarlo.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.