Cuántas calabazas da una planta
Para responder correctamente a esta cuestión, primero debemos entender la arquitectura de la planta de calabaza (Cucurbita máxima), que determinará la distribución de flores masculinas y femeninas a lo largo del tallo, y por tanto, de lo posibles frutos ―siempre que logren cuajar.
Arquitectura de la planta
La planta de la calabaza, desarrolla un tallo rastrero en el cuál se van formando nudos a medida que crece. Los nudos son las intersecciones dónde se insertan las hojas, las flores y los tallos secundarios. Entre cada dos nudos consecutivos siempre hay un fragmento recto más o menos largo de tallo.
Pues bien, como vemos, las flores femeninas ―las que darán lugar a los frutos― solo pueden formarse en los nudos de la planta, pero no en todos ellos. Dependiendo de la variedad, se puede formar una flor femenina cada 4 a 6 nudos.
Las flores masculinas aparecen con mayor frecuencia en los nudos, por lo que siempre serán más numerosas que las femeninas. La flor masculina cuya apertura se sincronizará con otra femenina, siempre se sitúa unos nudos más atrás que esta.
Factores ambientales
Además de lo que vimos anteriormente y que determina la distribución de las flores femeninas a lo largo de los tallos, las condiciones ambientales también influyen en la formación de flores hembra.
La planta de calabaza produce mayor proporción de flores femeninas cuando se sitúa en un lugar seco y soleado, lejos de la sombra y la humedad del suelo.
En cambio, en las horas centrales de los días calurosos, se puede ver afectada la fertilidad de las flores femeninas que se encuentre abiertas.
La amplitud térmica ―diferencia entre la temperatura máxima y mínima― parece que también influye en la aparición de las flores femeninas, de forma que si es muy pequeña o inexistente, no se desarrollarán.
Poda
No es imprescindible practicar podas en la planta de calabaza, aunque muchos agricultores sí hacen para lograr frutos más grandes, concentrar la producción o favorecer el desarrollo de la planta antes de que comience a engordar los frutos.
Se pueden podar los tallos secundarios que nacen en los nudos, de esta forma quedará solo una guía principal con frutos de mayor tamaño, pero menor cantidad de frutos, quizás sólo 5 o 6 llegarán a madurar en cada planta.
Otra técnica consiste en cortar los extremos de todos los tallos secundarios, dejando unos cuantos frutos en cada uno. Con esto aumentaremos la producción y la concentraremos en el tiempo, puesto que los tallos secundarios tendrán frutos de edad similar.
En este caso quizás podríamos esperar del orden de 3 frutos por tallo secundario y algunos más en la guía principal. Si, por ejemplo, la planta tiene 6 tallos secundarios, con 3 frutos cada uno, más otros 3 frutos en la guía principal, obtendríamos 21 calabazas por planta.
Hay que esperar alguna menos puesto que siempre se echarán a perder parte de las flores y frutos, pero aún así será una buena cantidad de calabazas de pequeño o mediano tamaño. No podemos esperar grandes calabazas si dejamos tantas en cada planta, así que podemos descartar este número.
Momento de la cosecha
Esto también modificará la cantidad de frutos que de cada planta. Si recolectamos las calabazas antes de su completa maduración, la planta dispondrá de más recursos para desarrollar nuevas calabazas.
En cambio, si las dejamos todas en la planta hasta su maduración, la planta no podrá producir otras nuevas y si lo hace, estas no crecerán, puesto que todos los recursos están siendo consumidos por los frutos más viejos.
En resumen ¿cuántas?
Pues es muy difícil dar un número exacto, debido a los factores que ya explicamos y a otros como la variedad, la fertilidad del suelo, disponibilidad de agua, ataque de plagas y enfermedades, ausencia de polinizadores y escaso cuajado de frutos, etc.
Lo habitual es que en un cultivo familiar ―no profesional― podamos obtener entre 5 y 10 calabazas por planta.
A mayor cantidad, el tamaño de los frutos se reducirá mucho. Y al contrario, si dejamos una sola calabaza por planta, su tamaño será excepcional.
Y hasta aquí este breve artículo que continuaremos ampliando y mejorando con nuevas experiencias y conocimientos que salgan a la luz, así que acuérdate de volver por aquí...
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.