Cómo cultivar salvia
Generalmente, se conoce como salvia a la planta de nombre botánico Salvia officinalis, aunque el género Salvia, dentro de la familia de las lamiáceas, posee cientos de especies diferentes, distribuidas por todo el mundo.
En este artículo hablaremos de la salvia más popular, es decir, de Salvia officinalis, aunque muchas cosas pueden aplicarse también al cultivo de otras especies del mismo género.
Esta especie es originaria de la región Mediterránea, aunque ha sido difundida por todo el mundo por sus interesantes propiedades.
Características
Se trata de un subarbusto leñoso de no más de 60 cm de altura, con multitud de tallos que surgen de la base de la planta.
Sus hojas son simples y opuestas, de color verde grisáceo y con una bellosidad caracterísitca en el envés.
Las flores aparecen en el extremo de los tallos florales, y estas se agrupan en espigas, y suelen ser de color azul-violáceo con tonos rojizos en la base. La floración comienza en la segunda mitad de la primavera y se extiende hasta la primera mitad del verano.
Usos
Toda la planta es muy aromática, siendo esta una de sus principales cualidades. Se emplea en perfumería y como condimento alimentario.
Por otro lado, desde antiguo se conoce a la salvia por sus propiedades medicinales de diversa índole.
Hoy en día se cultiva principalmente por sus aceites esenciales, para abastecimiento de la industria (perfumería, farmacia), y como hierba seca para herboristería, generalmente para consumo en infusión.
En el ámbito doméstico, suele cultivarse como planta ornamental en huertos y jardines.
Requerimientos
La salvia es una planta adaptada a climas áridos, con escasas precipitaciones, elevada radiación solar y suelos pobres.
Clima
Templado, o templado-cálido, con escasas precipitaciones, aunque se desarrolla mejor si no sufre escasez de agua.
Resiste las bajas temperaturas en invierno, pero no una vez que la planta brota en primavera. Tolera muy bien las altas temperaturas, aunque detiene su crecimiento cuando hace demasiado calor.
Prefiere crecer a pleno sol, pero también puede hacerlo en semi-sombra, si recibe una buena cantidad de luz al mediodía.
Suelo
Puede desarrollarse bien en suelos secos, someros y pobres, pero no en los que permanecen encharcados.
Los prefiere neutros o algo alcalinos, pero también prospera en los ligeramente ácidos.
No requiere suelos muy fértiles, pero el vigor de la planta es mayor si no escasean los nutrientes, y si el suelo tiene profundidad y humedad suficientes.
Multiplicación
La salvia puede propagarse tanto por semillas, como mediante acodo, esqueje o por división de mata, que en realidad es como un acodo natural por aporcado de los tallos, es decir, debido a que la parte baja de estos queda bajo tierra, apareciendo entonces raíces.
Salvo por semillas, que es el método menos práctico, cualquiera de los otros es muy eficaz, pudiendo obtener muchas plantas de salvia a partir de una sola, y con la garantía de que serán todas genéticamente idénticas.
Recolección
Se pueden cosechar solo las hojas, solo las inflorescencias, o ambas cosas.
La época de recolección coincide con el final de la primavera y el inicio del verano, pudiendo en algunos casos realizar una segunda a finales de esta estación.
Se suele cortar la parte más externa de la planta (las hojas más jóvenes y las flores), ayudándose de una hoz o de otra herramienta que permita esa labor.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.