Cómo hacer un acodo

¿En qué consiste?

El acodo es una técnica de propagación vegetativa, es decir, una manera de obtener un clon a partir de una planta.

Consiste en forzar que una rama o tallo emita raíces en el punto acodado, tras lo cual se puede cortar por debajo de esa zona, y plantar en otro lugar, ya como un individuo independiente.

La principal diferencia con el esquejado, es que en el acodo no se corta la rama o tallo hasta que ha enraizado, mientras que en el esquejado es lo primero que se hace.

Tipos de acodo

Dos principales, que a su vez se pueden dividir en algunos subtipos.

Aéreo

Como su nombre indica, el acodo aéreo se realiza "en el aire", es decir, lejos del suelo.

Se suele emplear cuando no es posible realizar un acodo terrestre.

Es más complicado que un acodo terrestre, sobre todo porque hay que vigilar el sustrato para que no se seque.

Consiste en elegir una zona de corteza lisa en una rama vigorosa, y en ese punto interrumpir el paso de la sabia elaborada (floema), es decir, la que baja por la corteza. Esto se puede hacer oprimiendo la corteza con una atadura fuerte, retirando un anillo de corteza o lesionándola de alguna otra manera.

Seguidamente, la zona lesionada se cubre con un sustrato inerte que retenga muy bien la humedad. Normalmente se emplea turba, pero la fibra de coco u otros materiales similares, también pueden servir.

El sustrato se puede contener dentro de una maceta o botella preparadas para ello ―si la rama es vertical―, o bien envolverlo con un plástico o tela que luego se ata en ambos extremos.

Después de algún tiempo, dependiendo de la facilidad que tenga la rama para emitir raíces y de las condiciones del acodo, se podrá cortar y plantar en una maceta o en la tierra.

Cómo hacer un acodo aéreo✔ En qué época, qué sustratos emplear, qué tipo de recipiente y qué pasos seguir para realizarlo ...

Simple

Cuando se practica un solo acodo por rama. Suele ser lo habitual.

Compuesto

Cuando en una misma rama se realizan varios acodos aéreos seguidos. Esto se puede hacer en ramas muy largas como las de una parra, kiwi o similar.

Terrestre

Es el tipo de acodo más popular. Consiste en enterrar una rama o tallo en un punto para que en él se desarrollen raíces.

Solo es posible cuando la rama puede ser doblada hacia abajo, es decir, con ramas flexibles u delgadas.

Al igual que con el acodo aéreo, conviene lesionar la corteza en la zona de acodo para favorecer la producción de raíces, aunque en este caso suelen aparecer de todas formas.

Simple

El acodo terrestre simple es el que se realiza directamente en el suelo, tomando una rama de la planta y enterrándola en parte.

Suele ser necesario colocar alguna sujeción para que la rama no se desentierre, salvo que esta sea muy delgada y la tierra pueda sostenerla.

En trinchera

En esta variante lo que se entierra es toda la planta, que previamente se ha plantado ya inclinada, apareciendo brotes y raíces en las yemas que quedaron bajo tierra.

Es posible solo con plantas jóvenes o delgadas, y no deben enterrarse más que unos pocos centímetros para que los brotes puedan emerger de la tierra con facilidad.

Por aporcado

Esta modalidad se emplea mucho en viveros para conseguir gran cantidad de plantas con poca mano de obra.

Se puede realizar con aquellas especies que rebrotan con facilidad, como por ejemplo el castaño, la higuera el nogal o el avellano, entre muchas otras.

Consiste en cortar la planta a ras de suelo y luego amontonar tierra sobre el tocón, es decir, aporcarlo. El tocón emitirá multitud de brotes que atravesarán la tierra y continuarán creciendo en superficie. Bajo el montículo, la parte enterrada de los brotes emite raíces.

Cuando están listos, se retira la tierra del montón y se separan los retoños del tocón, conservando cada uno ellos sus propias raíces.

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