Cuando florece y se cosecha el romero
Cuándo florece el romero
El romero puede florecer desde finales del invierno hasta comienzos del otoño, pero lo suele hacer con mayor abundancia en dos momentos a lo largo del año.
Una floración principal ocurre a finales del verano o comienzos del otoño, después de que la seca tierra se humedezca con las lluvias. La otra, más abundante, desde finales del invierno hasta comienzos de la primavera.
En clima oceánico, nuestros más de 40 romeros florecen principalmente a partir de mediados enero, pero es a finales de esta estación y a comienzos de la primavera, cuando ofrecen un auténtico espectáculo de color, aroma y vida, pues se llenan de abejas y otros pequeños insectos que se alimentan de su néctar.
En el caso particular de los romeros que crecen en macetas, las épocas de floración pueden variar dependiendo de cómo de cuidadas estén las plantas y de las cantidad de luz de que dispongan.
Cuándo se cosecha o recolecta el romero
Para empezar, es importante saber que no se debe recolectar el romero hasta su segundo año de vida, permitiendo así un mejor desarrollo de la planta, sin la gran interferencia que puede suponer una poda para cosechar sus ramas.
Dicho esto, incluso el primer año se pueden cosechar unas cuantas hojas o el extremo del brote, especialmente cuando se poda para favorecer que la planta emita más tallos y forme una copa más redondeada.
Y en cuanto a la época, el romero se puede recolectar durante todo el año, en pequeñas cantidades, para uso culinario como especia. Conviene evitar hacerlo en época de heladas o de calor extremo.
En cambio, para consumir el romero en infusión, es mejor recolectarlo durante la época de crecimiento de la planta (primavera-verano en zonas templadas) ya que sus hojas será más aromáticas y la concentración de principios activos será más alta. Habrá mayor cantidad de tallos jóvenes que se pueden recolectar y utilizar junto con sus hojas, sin necesidad de separarlas.
Si se recolecta coincidiendo con la floración, sus flores aportarán más sabor, aroma y propiedades a la infusión, al aceite o al alcohol.
Cosecha de tallos
Por último, si se desea recolectar sus tallos leñosos para utilizarlos como pinchos para brochetas, por ejemplo, lo ideal es hacerlo cuando la planta tiene menor crecimiento, es decir, en la época fría del año pero antes o después de las heladas, si es que las hay.
Para todos los casos anteriores, se puede tener en cuenta la influencia de la luna. En luna creciente o llena, las hojas, flores y tallos altos tendrán más savia. En luna menguante o nueva, la savia se concentrará en mayor medida en las raíces y tallos bajos.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.