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Cultivos

Cómo cultivar mandarinas paso a paso

Elección de la variedad, la ubicación más adecuada según las necesidades y preferencias del árbol, cómo plantarlo, regarlo, abonarlo, podarlo y cómo mantenerlo sano
Publicado: (última modificación 11 Dec 2023) Por Foto del autor Sígueme

La mandarina es una de las frutas cítricas más populares y más consumidos, y el árbol que la produce, el mandarino, se puede cultivar perfectamente en muchos huertos y jardines familiares debido a su fácil mantenimiento y a su capacidad para adaptarse a diferentes climas.

Mandarinas cesto

A lo largo de esta guía de cultivo del mandarino, dividida en varios artículos específicos,se explicará todo lo que hay que saber para tener uno de estos árboles, logrando que crezca sano y, que dé jugosas mandarinas.

Elección del mandarino adecuado

Antes de comenzar, es esencial seleccionar una variedad de mandarino que se adapte a las condiciones de la región y las preferencias personales.

Algunas variedades comunes incluyen Clementina, Satsuma, y Tango. Unas dan frutas más grandes que otras, con más o menos pepitas y más dulces o más ácidas.

Época de plantación

La mejor época para plantar mandarinos es en primavera u otoño. Durante estas estaciones, el suelo tiende a estar más cálido, favoreciendo el desarrollo de raíces saludables. En primavera esperar a que las temperaturas sean agradables, y en otoño hacerlo antes de que llegue el frío y se enfríe la tierra.

Evitar plantar en épocas de heladas, ya que el mandarino es sensible a las bajas temperaturas.

Ubicación y requerimientos ambientales

El mandarino prospera en suelos bien drenados y ligeramente ácidos. Asegurarse de que el lugar elegido reciba al menos 6 horas de luz solar directa al día, y si son más mucho mejor.

Proteger el árbol de vientos fuertes y tener en cuenta la distancia adecuada entre cada planta para facilitar el crecimiento y la ventilación.

En climas fríos, conviene ubicar el mandarino en la cara soleada de un muro o pared. Esto lo protegerá del viento frío y además le dará calor en las noches heladoras, si ha hecho suficiente sol para calentar el muro, claro.

Plantación o trasplante

Cuando se plante el mandarino, cavar un hoyo que sea al menos el doble del tamaño del cepellón de la planta.

Mezclar el suelo extraído con materia orgánica, como compost, para mejorar la estructura y la fertilidad.

Durante el trasplante, manipular las raíces con cuidado y regar bien después de plantar para asegurar un buen asentamiento.

Riego y humedad

Este árbol necesita un riego regular, especialmente durante períodos secos. Mantener el suelo uniformemente húmedo pero evitar el encharcamiento, ya que el exceso de agua puede provocar enfermedades radiculares.

Añadir una capa de mantillo alrededor del árbol para conservar la humedad y controlar las malas hierbas.

Poda y formación del árbol

La poda es esencial para mantener la forma del árbol, mejorar la circulación de aire y facilitar la cosecha.

Realizar podas ligeras para eliminar ramas muertas o enfermas. Durante los primeros años, se puede dar forma al mandarino para fomentar una estructura fuerte y equilibrada.

Floración y polinización

Los mandarinos producen flores blancas fragantes en primavera. La polinización corre a cargo de los insectos plinizadores, así que hay que ayudarlos a que puedan vivir en los alrededores, por ejemplo plantando plantas aromáticas como la lavanda o el romero, que les encantan.

En algunas variedades, el árbol puede producir frutos sin polinización cruzada, pero una población saludable de polinizadores siempre es beneficiosa.

Abonado

Fertilizar el mandarino regularmente durante la temporada de crecimiento, utilizando un fertilizante equilibrado.

Evitar aplicar fertilizantes ricos en nitrógeno en exceso, ya que esto puede estimular un crecimiento exuberante pero reducir la producción de frutas.

Cosecha y almacenamiento

La maduración de las mandarinas generalmente ocurre en invierno, cuando los frutos han alcanzado su máximo sabor y color.

La mayoría de las variedades de mandarinas son fáciles de desprender del árbol. Al cosechar, utilizar tijeras de podar limpias y cortarlas cuidadosamente para evitar dañar el árbol.

Plagas y enfermedades

Vigilar la presencia de plagas como pulgones y ácaros, y tratar cualquier infestación con productos ecológicos específicos.

Aplicar fungicidas en condiciones de alta humedad para prevenir enfermedades fúngicas.

La prevención y el monitoreo constante son clave para mantener un mandarino saludable.

Siguiendo los consejos anteriores, es fácil disfrutar de mandarinas cosechadas en el huerto o jardín familiar. La paciencia y el cuidado constante son esenciales, como en el caso de todos los cítricos, que son frutales muy exigentes y delicados.

Autor José A. Amigo

Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.