Hiedra
Descripción de la planta
Las hiedras verdaderas son plantas trepadoras de la familia de las Araliaceas. Tienen hojas durante todo el año (perennes) y sus tallos son de consistencia herbácea al principio y más tarde leñosa.
Sin un tutor por el que trepar, la planta se arrastra por el suelo o a escasos centímetros de este, sin embargo, puede alcanzar grandes alturas ascendiendo por árboles o construcciones, incluso hasta 20 o más metros.
Son originarias del continente europeo y zonas limítrofes, como el norte de África y el sur de Asia, entre otras.
La más conocida y extendida de todas es la especie Hedera helix, la hiedra común, pero existen otras 14 dentro del género Hedera. "Helix" hace referencia a la tendencia que tiene la planta de girar alrededor de los troncos de árboles a medida que sube por ellos.
Otras plantas reciben el nombre de hiedra pero poco tienen que ver con esta, perteneciendo a familias botánicas muy diferentes, como la "hiedra" venenosa de Norteamérica (Toxicodendron radicans).
La hiedra común, de la que hablaremos en este artículo, cuenta a su vez con diferentes cultivares que se fueron obteniendo por selección artificial, buscando características ornamentales preciadas, como por ejemplo las hojas con tonalidades blancas o amarillas.
Hojas, tallos, flores y frutos
Las hojas de la hiedra son de diferente aspecto según sean jóvenes o viejas. Las primeras son de color verde más claro, muy tiernas y con tres puntas o lóbulos. Las otras tienen un color verde oscuro, son más duras y de forma más ovalada o lanceolada.
Con los tallos pasa como en la mayoría de las plantas leñosas. Los juveniles son verdosos o rojizos, blandos y flexibles, mientras que los más viejos de color gris o marrón pálido, duros (leñosos) y rígidos. A lo largo de los tallos van apareciendo unas raíces adventicias que la planta utiliza para agarrarse al soporte por el que trepa.
Las flores son poco vistosas, de color verde pálido y agrupadas en inflorescencias con forma de paraguas invertido (umbela). Se abren entre finales del verano y comienzos o mediados del otoño, y son fuente de alimento para muchos insectos, entre ellos las abejas.
Una vez que las flores se polinizan y la floración termina, ya se puede ver que la parte baja de cada flor, una pequeña esfera, era en realidad el fruto. Al principio es del mismo color verde pálido pero al madurar se torna negro. Muchas aves se alimentan de estos frutos, pero para los humanos son venenosos.
¿Por qué plantar hiedra?
Aunque se trata de una especie silvestre, hace muchos años que se cultiva en huertos y jardines de todo el mundo, de ahí que existan diversos cultivares con características diferentes.
Valor ornamental
Quizás el principal motivo por el que se planta hiedra en multitud de espacios ajardinados es la estética.
Se trata de una planta que cubre muy bien estructuras verticales como muros o vallas, dándoles un aspecto muy natural y atractivo.
Valor ecológico
Como es una especie silvestre, el solo hecho de plantarla en lugares donde es nativa es algo positivo para el medio ambiente. Mucho mejor que utilizar en su lugar otra especie exótica.
Además, son muchos los animales que la utilizan como un recurso valioso, especialmente abejas y aves en otoño, desde la floración hasta la maduración de los frutos.
Ambas cosas contribuirán a que la hiedra se propague por los alrededores. Primero porque al plantarla habrá un foco más desde dónde se puede extender a otros lugares; y segundo porque sus semillas serán dispersadas por las aves que acudan a ella para alimentarse de sus frutos.
Valor arquitectónico
Junto con el indudable valor ornamental o decorativo que tiene, la hiedra además es interesante para crear estructuras arquitectónicas, ya sea en el paisaje de un jardín o bien en una construcción humana como una casa.
Un uso muy interesante para la hiedra es la formación de barreras verdes, empleando como soporte una valla o muro. Puede hacer las veces de un seto, pero es más fácil de mantener y generalmente mucho más resistente.
Es una buena barrera contra el viento, resistiendo muy bien la acción de este y disipando su energía. Muy adecuada para proteger un pequeño huerto o plantas sensibles al viento y el frío.
Por otro lado, el hecho de recubrir un muro de hiedra ―por ejemplo la fachada de una casa―, hará las funciones de una capa de impermeabilización y de aislamiento térmico. Lo primero porque el agua de lluvia escurrirá por las hojas de la planta en lugar de mojar el muro; y lo segundo porque el follaje de la hiedra reducirá el calentamiento del muro por acción del sol (interesante en verano) pero también formará una capa de aire que reducirá las pérdidas de calor a través de la pared, al no queda esta tan expuesta a los elementos externos.
Como precaución importante, nunca se debe recubrir con hiedra un muro en mal estado, salvo que no importe su conservación. Los tallos y raíces se van abriendo camino por los orificios que encuentran, moviendo los materiales y provocando su desprendimiento, sobre todo cuando se trata de eliminar la hiedra.
Fácil propagación y mantenimiento
Además de la obvia propagación por semillas, el esquejado de la hiedra es también muy interesante, ya que los tallos de esta planta tienden a emitir raíces con mucha facilidad.
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A partir de una sola planta adulta se podría sacar material suficiente para cubrir de hiedra todo un muro o valla.
Además de esto, la hiedra es muy rústica, resistiendo muy bien sin apenas cuidados, siempre que el lugar sea apropiado para su desarrollo.
Adaptada a crecer desde la base de los árboles, prefiere la semisombra, o incluso la sombra rotal, y cierto frescor, pero también puede crecer sin problema a pleno sol.
Sus raíces son muy potentes, por lo que salvo en terrenos muy áridos, no necesitará riegos una vez se haya asentado.
En lo referente a plagas y enfermedades tampoco hay que preocuparse. Aunque sí tiene algunas, lo habitual es que no supongan ningún problema para la planta y que pasen prácticamente desapercibidas.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.