Cómo cultivar berza rizada o kale
La gran familia de las coles, conocida técnicamente como Brasicáceas, cuenta entre sus filas con muchas especies y variedades cultivadas en los huertos de todo el mundo. En este caso se hablará solo de una de ellas, la col rizada, más conocida como Kale, una joya desde el punto de vista nutricional y de la salud en general.
Pero además de la col rizada, existen muchas otras variedades de berzas, algunas de ellas cultivadas para uso forrajero (comida para el ganado), y otras como alimento para humanos, es decir, para degustar en el apartado de verduras, uno de los más importantes en una dieta saludable.
Otros representantes populares de esta familia son el repollo, en todas sus variedades, la coliflor, el brócoli, las coles de bruselas, la col lombarda, la col china, el nabo, el grelo o la nabiza, el rábano, la rúcula, entre otros.
Hecha esta breve introducción y volviendo ahora a la col rizada o kale, hay que decir que se trata de una planta fácil de cultivar y de cuidar, y muy generosa, produciendo hojas durante casi todo el año, siempre que el clima acompañe y se haya sembrado y cuidado adecuadamente, pero todo se explicará más abajo.
Características
El kale o berza rizada recibe el nombre científico de Brassica oleracea var. sabellica, o también Brassica oleracea var. acephala auct, es decir, es la variedad sabellica o acephala de la berza común.
A diferencia de otras berzas, cuyas hojas son totalmente lisas o tienen un pequeño rizado en el borde, las del kale poseen rizos en casi toda superficie, salvo en la parte más central.
Se trata de una berza de pequeño tamaño, que suele alcanzar poco más de 50 cm altura, por lo que se puede cultivar en espacios reducidos.
La parte comestible de esta planta son las hojas, más pequeñas que las de las otras berzas, y cuyo sabor es más dulce cuando se recolectan con tiempo frío, es decir, en los meses de invierno.
Propiedades nutricionales
Se trata de una de las verduras más interesantes desde el punto de vista nutricional, especialmente por ser muy rica en fibra, calcio, potasio, vitamina C, vitamina A, vitamina K, vitamina E, β-Caroteno y con muy pocas calorías, pero es que además contiene cantidades importantes de otros muchos nutrientes.
A parte de por sus propiedades, hay que decir que la berza rizada es una de las pocas verduras que pueden continuar creciendo durante el invierno. Si se tiene la precaución de contar con ella en el huerto, gran parte de las necesidades de fibra, vitaminas y minerales de una familia, pueden quedar en parte cubiertas con su consumo regular.
Se puede preparar cocida como acompañamiento de platos de pescado o carne, en caldos y cocidos, por ejemplo con garbanzos o alubias, etc.
Está claro que esta berza es una gran candidata para entrar a formar parte de cualquier huerto familiar, y a la hora de comenzar con ella, conviene saber se puede iniciar el cultivo de dos maneras: mediante semillas o comprando plantel en vivero. A continuación se explica cada una de ellas.
Cultivo mediante siembra
Aunque no es la forma más fácil de cultivar esta planta, es perfectamente posible comenzar comprando un sobre de semillas y sembrándolas convenientemente. En algunos lugares es posible que no se encuentre plantel a la venta en los viveros, así que en esos caso esta será la única opción.
Épocas de siembra
La col rizada es un cultivo de clima fresco y húmedo, así que deberá trasplantarse desde finales del verano hasta mediados del otoño.
En cuanto las temperaturas empiecen a ser más suaves, ya pueden pasarse al exterior, pero como esto no se dará al mismo tiempo en diferentes climas, habrá que ajustar en cada caso las fechas de siembra en semillero.
Si todo va bien, desde que se siembra el kale hasta que está listo para trasplantar, serán necesarios unos 30 días, y siempre que las plantas tengan al menos 2 hojas verdaderas.
Normalmente, si el semillero se hace a mediados del verano, habrá que trasplantar todas las plantas al mes siguiente, mientas que si se siembran a inicios del otoño, se pueden realizar trasplantes escalonados a lo largo del otoño y hasta comienzos del invierno.
Siembra en semillero
Se puede hacer en alvéolos individuales o bien de forma colectiva, ya que tolera bien el trasplante a raíz desnuda. Tradicionalmente se han hecho los semilleros de berza rizada y de otras coles directamente en el suelo, en un pequeño trozo de terreno destinado a ese fin. Esta es la forma más fácil y muy adecuada cuando se necesitan muchas plantas.
Para poca cantidad es preferible realizar el semillero en maceta grande (colectivo) o en bandeja de alvéolos, pero teniendo en cuenta que si se elige esta última opción, será necesario emplear un buen sustrato adecuado para semilleros, con buen porosidad y que retenga bien la humedad.
Siembra de asiento
Aunque no es lo habitual en el caso de las coles, también es posible sembrar las semillas de berza rizada directamente en el lugar dónde luego se van a cultivar, por ejemplo un bancal o un surco del huerto.
Hay que tener en cuenta que este método no es muy utilizado por lo bien que responden las berzas al trasplante y porque sembrando en la tierra, además de los cuidados clásicos, como quitar malas hierbas o regar, será necesario realizar un raleo de plantas para que quede la suficiente separación entre ellas. En definitiva, un trabajo extra y un desperdicio de semillas y plantas, salvo que se utilicen las arrancadas para plantar en otro lugar.
Cultivo a partir de plantel
Independientemente de la manera en la que se consiguieron las plantas, y salvo si se hace siembra de asiento, será necesario trasplantar las berzas rizadas al terreno en el que se desarrollarán durante los próximos meses.
Preparación del terreno
Al kale le gusta la tierra suelta, bien trabajada y lo más profundo que se pueda, húmeda pero que no forme pegotes y rica en materia orgánica.
Teniendo en cuenta todo esto, si el suelo no es rico en materia orgánica, habrá que preparar la tierra unos meses antes de realizar el trasplante y aprovechar para añadir un buen abono orgánico. Dependiendo del tipo de abono orgánico, será necesaria más o menos cantidad. Con estiércol o compost, unos 3 kg por metro cuadrado suelen ser suficientes.
Además, si el suelo es muy ácido, conviene añadir cal agrícola, o en su defecto ceniza de madera, para elevar el pH hasta valores cercanos a la neutralidad (pH = 7), como le gusta a las coles en general.
Marco de plantación
La berza rizada suele alcanzar un menor tamaño que otras variedades de berza, tanto en altura como hacia los lados, pudiendo plantarse a menor distancia, aunque se puede emplear también el mismo marco de plantación, es decir, 40x40cm. La misma distancia entre plantas de una hilera como entre las hileras o surcos, unos 40-45 cm.
Trasplante
Es preferible realizarlo en un día (o mejor varios días) de tiempo poco soleado, especialmente si el trasplante se realiza a raíz desnuda, pero incluso con cepellón es beneficioso para la planta, que sufre menos estrés debido al cambio de condiciones.
Si se plantan en hileras, como es lo habitual, lo mejor es hacer un surco hondo y amplio con la azada y seguidamente ir colocando las plantas a lo largo del mismo, apoyadas en el talud lateral del surco. Se termina dando otro surco paralelo al lado del anterior y desplazando la tierra sobre las raíces y parte del tallo de las plantas.
En caso de que la tierra esté bastante seca, y sobre todo si las berzas se plantan a raíz desnuda, es importante un primer riego abundante para que las plantas no sufran por la falta de agua.
Cuidados
El kale demanda muy pocos cuidados cuando se cultiva en un clima apropiado, en la época adecuada y siguiendo los consejos dados más arriba.
Salvo que se dé alguna circunstancia especial, el control de las malas hierbas (o vegetación adventicia) será el principal cuidado que hay que proporcionar a la berza riza. Esto es especialmente importante al principio, porque una vez que las plantas han crecido lo suficiente como para sombrear el suelo, la vegetación espontánea ya no es un problema.
Otra labor que es recomendable realizar al menos una vez es el aporcado. Consiste en arrimar tierra a los tallos para afianzarlos y ayudar a que las berzas no se tumben a medida que van ganando altura, algo irremediable a medida que se cosechan las hojas.
En cuanto al riego, no es necesario en suelos que se mantienen húmedos todo el año, en los demás habrá que regar cuanto sea necesario para conservar la tierra húmeda pero sin encharcamientos. En regiones húmedas suele cultivarse en secano.
Plagas y enfermedades
Como casi cualquier hortaliza, son muchas las que puede padecer, aunque por lo general no es lo más habitual, a excepción de caracoles y babosas en zonas húmedas, oruga y mosca de la col, polilla o pulgón.
Y en el apartado de enfermedades, tampoco se ven muy afectadas. Pueden padecer algunas fúngicas comunes como el mildiu o la botrytis.
Cosecha o recolección
La berza rizada, al igual que todas las berzas, pueden ser cosechadas de forma regular durante muchos meses seguidos, pero eso sí, hay que dejar que las plantas se recuperen entre una recolección y la siguiente.
Conviene no comenzar con la recolección muy pronto para no agotar la planta. En cuanto tenga un buen desarrollo, con unas 10 hojas bien formadas, ya se puede realizar la primera cosecha, partiendo con la mano unas 2 ó 3 hojas de cada planta. Se cosecha toda la hoja, peciolo (o tallo) incluido, quedando un pequeño tocón en el pie de la berza que más tarde se caerá por sí mismo.
Cuando las temperaturas son agradables, es posible cosechar cada planta una vez por semana, mientas que con tiempo frío es mejor esperar al menos dos semanas, o mejor aún tres.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.