Cómo hacer una de cultivo con palets
Es muy habitual ver palets abandonados en los exteriores de industrias y comercios, porque muchos de estos son de un solo uso. Suelen recogerlos empresas especializadas que reciclan la madera, o cualquiera que pase por allí.
Lejos de ser un residuo, son un recurso valioso al que se le puede dar una segunda vida de muchas maneras diferentes. En este caso en forma de mesa de cultivo para flores, hortalizas u otras plantas de raíz poco profunda.
La madera de los palets, ya sean de tipo americano o europeo, suele tener unas dimensiones muy adecuadas para fabricar una mesa de cultivo de más de 1 metro de largo por 80 cm de ancho, 25 cm de profundidad, e incluso, como en este caso, con dos niveles a distinta altura.
El diseño en dos niveles requiere un poco más de madera, así que haciéndola de un solo piso, el tamaño final puede ser bastante mayor a lo ancho y en profundidad. En el largo el máximo está limitado a la medida de las tablas del palet.
No se puede caer en el error de diseñarla con poca profundidad, porque esa es quizás la medida más importante de una mesa de cultivo, y si es suficiente, hará que el mantenimiento de las plantas sea el mínimo posible, especialmente en lo relativo a riegos. Como mínimo deberá tener 25 cm de profundidad, salvo que se vaya a utilizar para cultivar baby leaf, canónigos y otras plantas similares de muy escaso desarrollo.
Materiales y herramientas necesarios
1. Palets de madera. Suelen ser de madera de pino, y cuantos más se tenga mejor, aunque con uno solo también es posible fabricar una mesa, eso sí, quedará mucho más reducida. Son mejores los de 1 x 1.20, es decir, el de tipo americano (como el de la imagen de arriba), pero sirve cualquier palet que tenga tablas de al menos 15 mm de espesor.
2. Clavos o puntas. De unos 3 o 4 cm de largo y unos 2 mm de diámetro es suficiente, por ejemplo los del tipo 2.2x40mm. Los que trae el palet se extraen con mucha dificultad por que suelen ser roscados, pero si se logran sacar también servirían.
3. Plástico o malla negra de agricultura. Sirve cualquier lámina plástica o textil para uso agrícola, incluso tela geotextil o malla antihierbas.
4. Martillo
5. Sierra de mano o eléctrica, adecuada para cortar madera.
6. Sierra para metal. No es imprescindible pero sí muy útil para cortar los clavos del palet y así no romper las tablillas al intentar sacarlas a golpes de martillo, algo que suele ocurrir con frecuencia.
Fabricación de la mesa paso a paso
Antes de nada, decir que esta solo es una de las posibles formas para fabricar la mesa. Cualquier otra manera es perfectamente válida e incluso puede ser mejor que ésta.
1 Deshacer el palet o palets sacando los clavos, si se puede. Si no es posible, separamos ligeramente las tablas para introducir la sierra de metal entre las maderas y cortar los clavos. Esto suele ser lo más complicado de todo el proceso.
2 Colocar las maderas en el suelo ordenadas por tamaños, para hacer inventario de lo que se tiene. A un lado las tablillas y a otro los listones. Al ponerlas así ya se podrá intuir que tamaño máximo podrá tener la mesa. El largo máximo lo dará la longitud de las tablillas. El ancho puede ser igual al largo, la mitad de éste (para ahorrar material y hacer la mesa más robusta) o cualquier medida intermedia.
3 Poner dos listones en el suelo, paralelos entre sí y separados a una distancia igual al largo de las tablas.
4 Tomar una tabla y colocarla perpendicular a los listones, centrada y al comienzo de éstos. Será la primera tabla del lateral. Se clava a los listones con dos clavos en cada lado y dejando que sobresalga una distancia igual al espesor de las tablas.
5 Calcular cuantas tablas como la anterior hacen falta para cerrar completamente la mesa por los dos lados largos y el fondo, si se quiere cerrar por completo. Reservar las tablas a un lado.
6 Cerrar los lados cortos con las tablas restantes. Hay que comprobar si se tienen suficientes. Si son pocas, se pueden cortar a la mitad para que de cada una salgan dos.
7 Clavar las tablas alrededor de los listones para cerrar los laterales de la mesa por todos sus lados dejando el fondo para el final.
8 Cortar 4 trozos iguales de tablilla de al menos 30 cm de largo, dejando el corte a 45 grados en ambos lados y en sentidos opuestos. Serán los refuerzos en escuadra que colocaremos en las esquinas, entre cada listón y la base de la mesa. Los reservamos para el final.
9 Colocamos la mesa boca abajo para construir el fondo de la misma. Si no tenemos tablas suficientes para cerrarlo por completo, podemos clavar las que tengamos de forma concéntrica de manera que quede el mismo ancho por todos los lados y, obviamente, un agujero rectangular en el centro. No pasa nada! Como pondremos un plástico o malla forrando el interior de la mesa, aunque no tenga el fondo cerrado por completo, la tierra no se caerá.
10 Colocamos los refuerzos en escuadra en su sitio y los clavamos al menos con dos clavos en cada extremo. Este paso es muy importante para la fortaleza de la mesa.
11 Ponemos de pie la mesa sobre una superficie plana y comprobamos si las patas asientan bien. Si no es así, tendremos que rebajar ligeramente la pata o patas que hayan quedado más largas para igualarlas con las demás.
12 Tomar el plástico o la malla y colocarla sobre la mesa. Deberá sobresalir al menos 40 o 50 cm por el borde de la mesa de cultivo ya que, tendremos que darle la forma y doblar el borde para reforzarlo. Poco a poco vamos empujando la malla con la mano hacia el fondo de la mesa y, doblando el borde superior, lo clavamos a la madera con un clavo o una grapa. Debemos hacer esta operación en todo el contorno.
13 Eliminar pequeños desperfectos que tengan las esquinas de la mesa de cultivo, limar rebabas y dar algún producto protector de la madera, aunque no es necesario.
14 Practicar una serie de orificios por la parte de abajo para que el agua de riego sobrante se drene, si la malla o plástico que colocamos en el fondo no es permeable al agua.
En este vídeo del canal Robert Huerting se detalla el proceso de montaje que, aunque ligeramente diferente al propuesto, da una idea de cómo afrontar el trabajo.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.