La siembra de las plantas

➽ Semillas de pimiento de nuestro huerto.

Como cualquier ser vivo, una planta procede de otra, generalmente a partir de una semilla, que en las condiciones adecuadas, podrá germinar dando lugar a una nueva planta.

Para comenzar un cultivo desde semilla, debemos disponer de las mismas ―a veces bulbillos, rizomas, etc― y conocer cuáles son las condiciones de germinación y posterior desarrollo de estas.

La germinación va a depender de la viabilidad de las semillas, la temperatura, la humedad y el tiempo. Si estos factores son adecuados la plántula brotará del sustrato y comenzará su desarrollo.

Las semillas de cada especie o variedad requerirán de estos factores en mayor o menor medida para poder germinar con éxito. Por tanto, cada vez que vayamos a sembrar una nueva variedad, debemos investigar sus necesidades específicas de germinación, desarrollo y fructificación. Una vez conocidas, podremos planificar el cultivo correctamente.

Teniendo el cuenta lo que sabemos de la variedad y sus necesidades, debemos calcular (si no lo conocemos) cuando es el momento idóneo para la siembra.

Esto es muy importante puesto que, si sembramos demasiado pronto o demasiado tarde, el cultivo no dará buenos resultados. La temperatura y la luz pueden no ser suficientes o incluso letales para el desarrollo de las plantas. Sembrando muy tarde puede que el cultivo no llegue a completar el ciclo antes del regreso de las bajas temperaturas y la luz escasa.

Para facilitar la labor de planificación, es muy útil recurrir a calendarios de siembra, que nos darán una muy buena información que luego deberemos adaptar al clima de nuestra región.

En resumidas cuentas, un horticultor experimentado conoce el clima de su localidad, las características de su huerto, las necesidades de cada cultivo y, en base a ello, planifica la siembra para optimizar la producción de sus plantas.

TIPOS DE SIEMBRA

¿Sabías que había tantos diferentes?