Cuándo podar árboles

Antes de ver el listado concreto, conviene tratar algunos temas generales que será muy útil conocer para evaluar en qué momento puede ser mejor podar.

¿Podas ligeras o intensas?

Casi todos los árboles ―excepto los que veremos al final de este articulo― soportan podas ligeras en cualquier época del año, pero no así las de cierta intensidad, que deben realizarse en momentos concretos en los que la planta sufre menos.

Estas épocas más propias dependen del clima y del tipo de árbol, así que las veremos un poco más abajo.

¿Qué se va a podar?

Esta cuestión es fundamental cuando se va a realizar una poda, ya que no se debe cortar nada sin justificación.

Pero además de tener un motivo para podar, no es lo mismo cortar una cosa que otra, y según qué cosa sea, se puede hacer en un momento o en otro.

Ramas muertas, rotas o enfermas

Cortar cuanto antes un tejido muerto, desgarrado o enfermo solo puede suponer un beneficio para el árbol, así que se hará tan pronto como se pueda sin importar la época.

Es muy frecuente que esta poda de saneamiento se unifique con la poda de formación o fructificación ―la que corresponda―, pero esto se hace por puro ahorro de tiempo, no por ser mejor.

Cada día que pasa una rama dañada unida al árbol, es un día más en el que los microorganismos patógenos tienen la oportunidad de infectar el resto de la planta.

Por otro lado, si la rama se va a cortar de todas formas, cuanto antes se haga más pronto podrá el árbol reponer su pérdida.

Ramas sanas

Para la poda de ramas sanas sí hay que tener en cuenta la época del año, o más bien aquel periodo en el que el árbol sufra menos por dicha poda.

En general, es recomendable no podar ramas sanas cuando los árboles están creciendo activamente, y tampoco cuando existe riesgo de temperaturas por debajo de 0℃, pero esto depende del tipo de árbol, así que lo veremos más detenidamente a continuación.

Perennifolios

Son aquellos que nunca pierden todas sus hojas, o dicho de otra manera, que siempre tienen una copa poblada de hojas.

Estos árboles nunca deben podarse mientras exista riesgo de heladas, ya que la copa quedaría más expuesta al frío y podría sufrir daños serios, aunque esto depende mucho de si la planta está adaptada al clima frío o no.

Caso a parte son las coníferas, de las que hablamos más detenidamente al final de este artículo.

Generalmente, mediados de primavera suele ser una buena época para podar los árboles y arbustos de hoja perenne.

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Caducifolios

Este grupo de árboles se caracterizan por perder sus partes más vulnerables ―las hojas― al comienzo de la estación desfavorable, generalmente el invierno, aunque también puede ser el verano en algunos climas secos.

Como son las hojas las encargadas de capturar la luz del sol y el carbono necesario para producir savia elaborada ―el alimento del árbol―, en ausencia de estas, la planta no tiene más remedio que detener su actividad y entrar en estado de reposo.

A partir de este momento, que generalmente se da a finales del otoño, la savia deja de fluir y se concentra en los troncos gruesos y raíces.

En esta situación, la eliminación de ramas mediante la poda supone una pérdida menor para el árbol, ya que la mayor parte de sus nutrientes ―la reserva― están a salvo en la parte baja de este.

Entonces, se podría pensar que los árboles que pierden sus hojas se pueden podar a partir de ese mismo momento, pero es mejor dejarlo para más adelante por estas dos razones:

➊ El árbol entra en reposo algún tiempo después de la caída de sus hojas.

➋ Las heridas de poda solo se pueden comenzar a curar cuando el árbol retoma su actividad.

Por ello, para evitar podar ramas que aún tienen savia en movimiento, y sobre todo para impedir que las heridas de poda permanezcan abiertas hasta entrada la primavera, conviene podar los árboles caducifolios cerca del final de su reposo invernal.

En general, los árboles de hoja caduca se podan unas semanas antes de la brotación primaveral.

Evidentemente habrá que conocer en qué momento suele reiniciar su actividad cada especie en el lugar concreto, ya que existen notables diferencias entre unas y otras.

A modo de ejemplo, los sauces, almendros y melocotoneros son de los primeros árboles en salir de su reposo invernal, mientras que otros como el castaño o el roble lo hacen bien entrada la primavera.

Aquí hay que tener en cuenta otra cosa. El reinicio del movimiento de savia es anterior en algunas semanas a los primeros signos externos, como el hinchado de las yemas o la floración, de ahí que la poda tenga que ser anterior.

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Árboles que exudan savia o goma

Algunos árboles, como las coníferas, los cerezos, nogales y algunos otros, expulsan savia o gomas por los cortes de poda que se realizan durante la época de crecimiento activo de la planta.

Los árboles con esta peculiar característica no deben podarse en la temporada de crecimiento (primavera) para evitar la pérdida de fluidos y nutrientes, y en consecuencia el debilitamiento de los mismos.

En el caso de las coníferas, la época de poda va desde el otoño hasta inicios del invierno, época en la que el árbol tiene menos actividad y por tanto excretará menos resina.

Listado de árboles y épocas de poda

A continuación encontrarás una lista de algunos de los árboles más comunes en huertos y jardines, especialmente de zonas templadas.

(*) Ya mencionamos que es preferible podar al final del periodo recomendado para que las heridas estén menos tiempo expuestas, pero siempre antes de que el árbol salga de su reposo invernal.

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