Cuándo plantar tomates

Las tomateras son claramente plantas de clima cálido. El frío, y especialmente la alta humedad, le son muy perjudiciales. Con el primero, crecen muy lentamente, mientras que la humedad elevada favorece la aparición de enfermedades fúngicas, el talón de Aquiles de estas plantas.

Por esto, en aquellos lugares en los que el clima no es siempre cálido y seco, habrá que planificar muy bien el mejor momento para plantar las tomateras en el exterior. Para ello hay que tener en cuenta lo siguiente.

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Estado del clima

Como ya se ha mencionado, salvo en climas que gozan siempre de temperaturas cálidas (tropicales), se hace necesario estudiar en qué momento las condiciones comienzan a ser favorables para el desarrollo de la planta de tomate en el exterior.

Temperaturas

Interesan especialmente dos datos: el de la temperatura mínima a partir de la cuál la tomatera comienza a desarrollarse, y la temperatura por debajo de la cuál perece debido al frío.

Cero vegetativo

Por debajo de 10ºC, las plantas dejan de desarrollarse. No tiene, por tanto, ningún sentido trasplantar las tomateras al exterior cuando las temperaturas son inferiores a este valor durante la mayor parte del día.

En cambio, si lo superan de forma estable, se podrían trasplantar, aunque es mejor esperar un poco más por esto que sigue.

Muerte de la tomatera

A -2ºC las tomateras mueren de frío irremediablemente. Incluso podría ocurrir a temperaturas un poco menos frías, si hay viento o humedad elevada.

Esto hay que tenerlo muy en cuenta, especialmente en regiones en las que ocurren heladas hasta mediados de la primavera, o incluso más allá.

Si existe cualquier riesgo de heladas, por pequeño que sea, no se deben trasplantar las tomateras hasta que este desaparezca.

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Estado de la planta

Pero además de las importantísimas condiciones climáticas, y su relación con las limitaciones de la tomatera, para acertar con la fecha de trasplante, hay que tener en cuenta otro aspecto más: la propia planta, es decir, si está suficientemente desarrollada, o no, para tolerar bien el trasplante.

Aunque se podría realizar el trasplante con tomateras de pocos centímetros de altura, la realidad es que no resulta práctico. El manejo es más delicado, y el escaso desarrollo de la raíz y el tallo, complican el trabajo a la hora de plantarlas.

Generalmente, si se espera a que las plantas de tomate alcancen entre 10 y 15 cm de altura, entonces todo es mucho más sencillo. Se pueden plantar más profundo en la tierra, porque tienen el tallo más largo, y las raíces habrán ocupado todo o gran parte del cepellón, por lo que este no se deshará al manipularlo.

El plantel de vivero suele comercializarse ya con este tamaño, es decir, listo para el trasplante.

En cambio, si se ha realizado un semillero de tomate en casa, que lleguen a esa talla antes o después dependerá principalmente de la calidad y fertilidad del sustrato, y de las condiciones de luz y temperatura a las que esté sometidos.

Como aproximación, y aunque ya se ha dicho que depende mucho de cómo se realice y mantenga el semillero, entre 1 mes y 1.5 meses después de la siembra, las tomateras suelen estar listas para el trasplante al exterior.

Conclusiones

✔ Para encontrar una fecha de trasplante óptima, lo ideal es conocer el clima para poder saber en qué momento las condiciones son adecuadas. Revisar la web del servicio de meteorología o preguntar a la población local.

✔ Las tomateras deberán estar bien desarrolladas en el momento del trasplante, teniendo al menos 10 cm de altura.

✔ A grandes rasgos, en climas fríos, conviene realizar el trasplante a partir de mediados de primavera, mientras que en los templados y cálidos, se puede hacer a finales de invierno o comienzos de la primavera, siempre que hayan cesado las heladas.