Cómo hacer un semillero de tomate

Lo cierto es que para cultivar unas pocas tomateras puede no compensar realizar un semillero, ni en tiempo ni en dinero. Se gastará más sumando el coste de las semillas y del sustrato, que por ejemplo comprando en un vivero 10 tomateras listas para trasplantar. El ahorro de tiempo y de riesgos es también importante.

Pero cuando se van a cultivar pongamos que más de 20 o 30 tomateras, la cosa cambia.

Por otro lado, puede que en el vivero o tienda de jardinería no tengan la variedad de tomate que se desea cultivar. En cada zona suele vender las más populares, nada de variedades raras o especiales.

Otras veces lo que puede ocurrir es que se tengan semillas, por ejemplo sacadas de un tomate que se comió o a través de algún conocido que las regala. En este caso, si se desea cultivar justo a partir de esas semillas, habrá que sembrarlas forzosamente.

Sea de una o de otra manera, no hay nada de qué preocuparse porque hacer un semillero de tomateras es bastante sencillo en realidad. Ahora lo veremos.

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Época adecuada

En climas que son cálidos todo el año, puede hacerse el semillero en cualquier época aunque quizás sea mejor justo al final de la más húmeda.

En los climas templados y fríos, el semillero debe hacerse en invierno, tanto más pronto cuanto antes deje de haber heladas o bajas temperaturas. En muchos lugares es habitual sembrarlos entre finales de diciembre y finales de enero (en el hemisferio Norte), pero se puede ampliar más el periodo puesto que el tomate crece rápido.

En el siguiente enlace encontrarás un artículo en el que se habla más detenidamente de esto.

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Condiciones favorables

Las semillas de tomate, en las mismas condiciones, logran germinar bastante más rápido que las de pimiento, pero es importante que lo hagan cuanto antes. Veamos cómo lograrlo.

✔ La temperatura del lugar dónde se sitúe el semillero tiene que ser cálida, de más de 15ºC e idealmente entre 20 y 25ºC.

✔ La luminosidad debe ser alta para evitar que las plantas recién germinadas se ahilen, un mal muy común en semilleros mal situados.

✔ Una humedad constante, tanto del sustrato como del aire, pero no excesiva, es ideal.

Preparación del semillero

La manera en la que se debe preparar el semillero, en realidad es casi idéntica a la de otras hortalizas como el pimiento o la berenjena.

A continuación tienes un enlace a un artículo en el que se explica cómo deben hacerse los semilleros para la mayoría de las hortalizas y muchas otras plantas.

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Materiales necesarios

✔Sustrato para semilleros, ya sea comercial o elaborado en casa a partir de los ingredientes apropiados.

✔Bandeja de alvéolos o bien pequeñas macetas individuales, como por ejemplo vasos de yogur perforados en la base.

✔Semillas de la variedad o variedades de tomate deseadas (Aquí puedes comprarlas online)

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Procedimiento paso a paso

Es tan sencillo que se puede resumir en tres sencillos pasos que cualquiera puede entender y replicar en su casa.

➊ Llenar las macetas de sustrato

Tiene poco que explicar. Se va echando sustrato para semilleros en cada alvéolo o pequeña maceta hasta llenarlo.

Luego se aprieta un poco con la mano para que el sustrato que compacte ligeramente y no quede demasiado aire en su interior.

En la foto anterior se puede ver como tienen que quedar. En este caso se emplearon recipientes hechos con hojas de papel usado.

➋ Depositar las semillas

Esto comprende dos pasos. El primero se puede hacer a su vez de las dos siguientes formas.

1. Apretar hacia abajo el sustrato con la punta del dedo índice o con un lápiz, en el centro de la maceta o alvéolo. El hoyo formado no debe tener más de 1 cm de profundidad. Esto es lo que se ve en la imagen anterior.

2. Dejar la maceta o alvéolo un poco más vacía de sustrato, por ejemplo 1.5 cm hasta el borde superior.

Hecha una de las dos cosas anteriores, se ponen las semillas en el pequeño agujero o sobre el sustrato, según lo que se haya elegido.

➌ Tapar las semillas y regar

Las semillas de tomate tiene que quedar como se ve en la foto anterior. No demasiado profundas pero tampoco en la superficie. Entre 0.5 y 1 cm de profundidad está bien.

Lo siguiente es taparlas. Nuevamente se puede hacer de dos formas según la opción que se haya elegido en el apartado 1.

Si se hizo un hoyo en el centro del sustrato, entonces se verán como en esta foto, y deben taparse echando más sustrato encima o bien arrimando hacia el centro el que se encuentra a los lados del agujero.

Sin embargo, si se ha elegido la segunda opción, las semillas estarán sobre la superficie y solo se podrá echar más sustrato encima de ellas para que queden cubiertas. En este caso hay que fijarse en el espacio vacío que queda entre la superficie del sustrato y el borde superior de la maceta o alvéolo. Si queda 1.5 cm, pues habrá que echar sustrato hasta que esa distancia se reduzca a 1 ó 0.5 cm. Haciéndolo así se puede estar segur@ de que las semillas han quedado enterradas a una profundidad tal que puedan germinar sin dificultad.

Una vez tapadas, solo queda echar un poco de agua sobre el sustrato para que se asiente y se pegue bien a las semillas. Esto es importante para que reciban la suficiente humedad y el proceso de germinación pueda comenzar.

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Como ya se dijo en el apartado en el que se habló de las condiciones que requiere el semillero de tomates, una vez terminado, hay que procurar ponerlo en un lugar que reúna dichas condiciones. Esto es crucial.

Dentro de casa al lado de una ventana soleada puede ser un buen lugar. Un invernadero, sea fijo o provisional, también servirá pero ha de poder ventilarse cuando el sol apriete.

Si todo se ha hecho correctamente, las primeras tomateras comenzarán a emerger del sustrato pasados unos pocos días después de la siembra. Tanto más cuanto más baja sea la temperatura, pero tampoco debe ser excesiva. Entre 20 y 25ºC germinarán muy rápido.