Cómo sembrar una mata de plátano
Ciertas especies de plataneras silvestres se pueden propagar por semillas. En cambio, las cultivadas, han sido seleccionadas para que el fruto fuera dulce, carnoso y carente de semillas, por lo que hay que recurrir a otra solución para multiplicar estas plantas.
El plátano o banano cultivado, se propaga a través de hijuelos, es decir, a través de brotes que nacen del rizoma principal y que son capaces de dar lugar a una nueva planta.
Este sistema en realidad produce clones de la platanera original, copias genéticamente idénticas, que además es lo que se busca.
Esta es la forma más habitual y más sencilla para reproducir plataneras, pero veamos entonces qué se necesita para realizar la siembra y cómo llevarla a cabo.
Materiales necesarios
■ Uno o más hijuelos de plátanera, extraídos de plantas sanas y libres de plagas que tengan entre 7 y 9 hojas.
■ Lejía o ceniza de madera. También se pueden utilizar productos específicos para ello, de venta en comercios de jardinería.
■ Un capazo, caldero, bidón o similar.
■ Agua limpia.
Proceso paso a paso
Antes de realizar la siembra, se deben extraer los hijuelos y posteriormente limpiarlos y desinfectarlos.
1 Selección y extracción de los hijuelos
Como indicamos anteriormente, los hijuelos para siembra han de extraerse de plataneras sanas que tengan más de 7 hojas. Si tienen menos hojas los hijuelos serán poco vigorosos.
Existen diferentes tipos de hijuelos, pero para la siembra son más adecuados los que tienen las hojas pequeñas y delgadas, el pseudotallo robusto y el rizoma grueso y con presencia de raíces.
En la imagen adjunta se puede observar uno de estos hijuelos. Nótese el grosor del rizoma y la presencia de raíces saliendo de él.
2 Limpieza
Una vez extraídos los hijuelos, han de limpiarse para retirar tejidos dañados que podrían ser un foco de infección y una causa probable de fracaso de la siembra.
3 Desinfección
Se puede realizar con lejía diluida en agua, a razón de 5 ml de lejía por litro de agua. Se prepara la mezcla en un recipiente y se sumergen los hijuelos durante unos tres minutos.
Si no queremos emplear sustancias químicas de síntesis, como la lejía, podemos recurrir a la ceniza de madera. En ese caso, mezclaremos 2 kg de ceniza en 1 litro de agua y embadurnamos bien los rizomas —solo la base de los hijuelos— con la mezcla. A continuación, se dejan orear durante un día antes de sembrar.
4 Preparación de los hoyos
Hay que realizar agujeros de unos 30 a 40 cm de diámetro y 40 cm de profundidad, tratando de acumular a un lado del hoyo la tierra del horizonte A, la primera capa del suelo que suele ser más oscura, y al otro lado la tierra extraída a más profundidad.
Si la tierra estuviera muy seca, conviene regarla hasta que se humedezca por completo, pero sin llegar a producir encharcamientos. Es importante regar en este punto, siempre que sea necesario, puesto que después de realizar la siembra no se acostumbra a regar el hoyo.
Una herramienta muy útil para realizar hoyos de plantación es el palote o pala de cavar.
5 Abonado
Es importante añadir un abono rico en fósforo, en el momento de la siembra, para que la nueva planta arraigue y se desarrolle con vigor, hasta que las raíces puedan explorar más terreno por su cuenta.
La gallinaza, o estiércol de gallina, es un buen abono para este propósito, pero se puede emplear cualquier otro. Mejor si es orgánico ya que se proporcionará nutrientes durante más tiempo.
Hay que mezclar unos 200 gramos de gallinaza junto con un poco de tierra del horizonte A, la primera que se sacó del hoyo. Después se deposita la mezcla en el fondo del agujero, de forma que no quede en contacto directo con la base del hijuelo.
6 Siembra del hijuelo
A continuación, se introduce el hijuelo en el hoyo y se va añadiendo a su alrededor la primera tierra que se sacó del hoyo, es decir, la del horizonte A.
Luego, se continúa añadiendo la tierra sacada de la parte más profunda del agujero, hasta que se llene completamente el hoyo de plantación.
Hay que asegurarse de que las hojas del hijuelo quedan por encima de la superficie, y se termina pisando la a su alrededor para eliminar el exceso de aire.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.