Cómo cultivar menta en agua
Seguramente estés aquí porque has leído o escuchado que alguien cultivó menta simplemente en un recipiente con agua, y te pareció interesante probarlo.
Pero como hoy en día no se puede hacer caso de todo lo que se lee o escucha, comencemos por el principio con la siguiente cuestión.
¿Se puede cultivar menta en agua?
Sencillamente sí, de hecho ya veremos que no es algo tan antinatural como se pudiera pensar en un principio.
Cultivar una lechuga u otras hortalizas en agua ―cultivo hidropónico― requiere de conocimientos técnicos, necesarios para armar todo el sistema necesario, para calcular las dosis de fertilizante, la corriente de agua, etc.
En el caso de la menta es todo mucho más sencillo. Algo que puede hacer cualquier persona, con o sin conocimientos previos sobre cultivo de plantas.
Esto es debido a que la menta se encuentra de forma natural en suelos encharcados, cerca de cursos de agua o en terrenos anegados, en los que la mayoría de las plantas sencillamente no podrían vivir.
¿Crecerá y se podrá cosechar?
Sí, aunque más lentamente que si estuviera plantada en la tierra, la menta crecerá, y después de un tiempo tendrá nuevas y tiernas hojas, que se podrán cortar para su consumo.
Acabamos de decir que en agua se desarrollará con lentitud, pero es posible acelerar un poco su crecimiento con un truco o técnica que explicaremos más abajo.
¿Qué se necesita para hacerlo?
En realidad casi todo lo que se necesita está presente en cualquier casa. Veamos qué es:
✔ Un recipiente
Sirve un jarrón de cristal, un tazón de cerámica, un bote o un bol de plástico, pero no se debe usar ninguno de metal, a menos que sea acero inoxidable, e incluso así no es recomendable.
Mejor si es opaco o traslúcido que transparente, por aquello de que a las raíces no les gusta la luz y crecen mejor en un ambiente oscuro o con muy poca luz.
Un bonito jarrón o botijo de barro es ideal para esto. Decorativo al tiempo que no deja pasar la luz hacia su interior.
ⓘ Mira como puedes hacer unas bonitas macetas para la menta aprovechando botellas de plástico.
Si vas a hacer estas macetas o recipientes decorados, recuerda no realizar agujeros en la base, sino no te servirán para la menta en agua, a menos que metas otro recipiente dentro.
✔ Agua sin cloro
Bueno, no es necesario utilizar agua embotellada, aunque serviría también. La del grifo se puede utilizar, pero solo hay que tener la precaución de dejarla reposar medio día (12 horas) antes de utilizarla.
Este reposo en un recipiente sin tapa, es suficiente para que la mayor parte del cloro que pudiera contener, se evapore a la atmósfera.
El agua de lluvia, de un río o de fuente natural también son aptas, salvo que estén contaminadas.
✔ Un tallo o planta de menta.
Si se emplea una planta o trozo de la misma que tenga raíces, el proceso es más rápido, pudiendo comenzar a crecer en menos tiempo.
Pero con un tallo sin raíz también es posible, ya que la menta enraíza con facilidad.
¿Cuándo comenzar?
Puedes en cualquier momento del año, siempre que la planta de menta esté sana y vigorosa.
El momento ideal es en primavera, pero también es bastante aceptable el verano. En invierno, las plantas de menta que crecen en el exterior, no están en buenas condiciones como para obtener un tallo sano de ellas.
¿Cómo hacerlo?
El procedimiento es realmente fácil, tanto que los siguientes cuatro puntos se explican solos.
➊ Preparar el tallo
Si se va a sacar de otra planta de menta, elegir un tallo sano, largo, y si es posible, que tenga algunas raíces en el extremo inferior. Si no tampoco pasa nada.
Se corta por abajo y se limpia de hojas secas o dañadas.
En el caso de que se vaya a utilizar una planta de menta entera, hay que limpiar la tierra de las raíces, por ejemplo debajo de un chorro de agua. Igualmente se retiran hojas y tallos dañados o enfermos.
➋ Introducirlo en el recipiente
Ya con el recipiente dispuesto, se pone el tallo o la planta en el interior, procurando que se sostenga de pie.
Si el recipiente es ancho, se pueden poner piedras en el fondo para que la planta se sostenga erguida. Esto también se puede hacer el los estrechos, y a los trasparentes les da una estética muy interesante.
También se puede colocar un cartón, madera o similar en la parte de arriba ―a modo de tapa―, con un agujero para que pueda salir la planta.
➌ Llenar con agua
Poco que explicar, salvo que es mejor que el nivel de agua no tape toda la planta, pero sí una buena parte de ella.
Es sabido que la menta sumergida completamente, logra emerger del agua por si misma, creciendo para conseguirlo, pero es mejor que las hojas superiores queden fuera.
➍ Llevar a lugar luminoso
Por último, hay que terminar este proceso llevando la planta de menta en agua a un lugar con mucha luz pero sin sol directo ―o con muy poco―. Dentro de casa, al lado de una ventana bien iluminada estará perfectamente.
ⓘ En este artículo sobre los esquejes en agua, se dan varios tips que te serán útiles para el cuidado de la menta, pero el punto 3 es el más importante.
Truco para acelerar su crecimiento
Como ya se ha dicho, la menta en agua crece más lentamente que si estuviera en tierra, y esto tiene una causa muy obvia: el agua tiene pocos nutrientes.
Pues bien para solucionar este inconveniente, se puede recurrir a la más sencilla de las soluciones: enriquecer el agua.
Mezclando una cucharada de tierra ―o abono orgánico muy maduro― con el agua en la que crece la planta de menta, esta podrá crecer mucho más rápido.
En realidad existen fertilizantes especiales para mezclar con el agua, pero si se usan incorrectamente, un exceso puede afectar gravemente a la menta. Con la tierra no pasará esto, pero siempre que sea tierra sana, por ejemplo de un huerto o jardín.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.