Cómo cultivar jengibre en casa sin semillas
Características del jengibre
El jengibre cultivado más popular pertenece a la especie Zingiber officinale, aunque en realidad el género Zingiber cuenta con más de 140 especies, muchas de las cuales son también cultivadas.
Se trata de una planta tropical herbácea vivaz o perenne, es decir, que no produce tallos leñosos y que se mantiene con vida durante varios años.
Cuenta con un rizoma engrosado en el que acumula agua y sustancias de reserva, y es esta la parte de la planta que se usa para consumo humano, y por tanto el motivo por el cual se cultiva.
El rizoma tiene un sabor picante con notas frutales, y se utiliza tanto como condimento en cocina, para fines medicinales y como saborizante (e incluso ingrediente principal) de algunas bebidas carbonatadas.
Del rizoma surgen brotes que luego darán lugar a tallos de hasta 1 metro de altura, con sus respectivas hojas.
Requerimientos
Como se dijo más arriba, el jengibre es originario de los climas tropicales, y por tanto está adaptado a temperaturas (25-30ºC) y humedades altas.
Es muy exigente en cuanto a la humedad del suelo o sustrato, no soportando en absoluto la sequía.
Tampoco tolera los encharcamientos, y esto dificulta su cultivo, puesto que obliga a mantener una humedad alta en el suelo pero dentro de unos límites estrechos. Por esto es importante que el suelo o sustrato sea capaz de retener mucha humedad pero sin llegar a encharcarse, es decir, permitiendo la aireación y el drenaje.
Los suelos ricos en materia orgánica y de textura franco-arenosa son muy apropiados para su cultivo, mientras que los arcillosos y limosos (suelos pesados) no lo son en absoluto.
Para su cultivo en campo abierto y en secano, solo puede hacerse en zonas con altas precipitaciones (al menos 2000 mm anuales) o suelos que reciben humedad desde abajo, como por ejemplo los cercanos a los ríos.
En cuanto a la insolación, el jengibre no crece bien a pleno sol, siendo necesario cultivarlo en semisombra. Esta característica hace que sea un cultivo ideal para realizar a pequeña escala dentro de casa.
Plantación
Es similar a la de otras hortalizas que se plantan a través de rizomas, tubérculos o bulbos, pero con alguna diferencia importante.
Si se cultiva en exterior, es muy importante la preparación del terreno, labrándolo en profundidad y dejando la tierra bien abonada, con una buena cantidad de materia orgánica y muy suelta.
En el caso de que se esperen posibles encharcamientos del terreno, habrá que preparar caballones elevados o camas en las que se plantará el jengibre para que pueda mantenerse alejado del exceso de humedad.
Al aire libre también es necesario instalar una estructura de sombreado, por ejemplo clavando postes en la tierra y pasando un alambre a través de ellos, en el que luego se sostiene la malla de sombreo.
Cuándo plantar el jengibre
Dentro de casa en cualquier momento se puede plantar jengibre, siempre que la temperatura interior sea agradable. Si se hace durante los meses de invierno, la casa deberá estar climatizada.
En cambio, para el cultivo en exteriores habrá que tener en cuenta las temperaturas de cada estación.
En climas siempre cálidos (tropicales) es mejor realizar la plantación al inicio de la época de lluvias, ya que las temperaturas no será problema, pero así no será necesario regar tanto.
En climas templados, deben plantarse a finales de la primavera o comienzos del verano, porque antes hará demasiado frío para que puedan crecer.
Preparación de los rizomas
El jengibre se planta empleando la misma parte de la planta que se utiliza para el consumo, como también ocurre con las patatas o los ajos, entre otras hortalizas.
Esto hace que sea muy importante que los rizomas que se van a utilizar como simiente estén sanos. Si tuvieran alguna enfermedad, esta continuará desarrollándose después de la plantación, y todo el cultivo correrá serio peligro.
Para un cultivo doméstico a pequeña escala, no es necesario tomar precauciones espaciales, siempre y cuando se utilicen rizomas adquiridos en el supermercado o verdulería, y que se supone han sido cultivados bajo unas condiciones sanitarias adecuadas. No es conveniente replantar los rizomas que ya se cultivaron una vez en casa, porque es posible que se hayan contaminado con patógenos.
Como en el caso de las patatas, los rizomas se dividen en porciones de unos 6 cm, procurando que en cada trozo haya al menos 2 yemas.
Proceso de plantación
Es bastante sencillo ya que consiste en enterrar los trozos de rizoma y poco más, pero es importante tener en cuenta el marco de plantación, que será de 30 ó 40 cm entre plantas y 60-90 entre hileras, si es que se planta más de una hilera.
En cuanto a la profundidad a la que deben enterrarse los rizomas, lo cierto es que se recomiendan unos 7-10 cm. Si se plantan en maceta, dentro de casa, se pueden enterrar superficialmente, o incluso dejar la mitad del rizoma al descubierto, siempre que se mantenga una buena humedad del sustrato.
Salvo que se pueda mantener la humedad de tierra con las lluvias o el riego, puede ser necesario cubrir la tierra con una capa de varios centímetros de acolchado orgánico, como compost, hojas, corteza, restos de poda triturados, etc.
Cuidados
Sin duda el principal cuidado que demanda el cultivo del jengibre es el riego, siempre y cuando el suelo no pueda mantener un alto grado de humedad por sí mismo.
Se considera que lo ideal es que el suelo se mantenga durante todo el cultivo a capacidad de campo, es decir, saturado de agua pero drenado el exceso.
El control de la vegetación adventicia (malas hierbas) también es importante para que el agua y los nutrientes del suelo queden a entera disposición de las plantas de jengibre.
Los riegos será más o menos frecuentes dependiendo del tipo de suelo. Más alta en los ligeros o arenosos, y más baja en los pesados o arcillosos.
En cuanto a las plagas y enfermedades, son varias las que pueden atacar al jengibre. Hongos y bacterias del suelo, como Fusarium sp o Erwinia sp, infectan el rizoma y posteriormente dañan la parte aérea de la planta. Nemátodos y gusanos cortadores actúan en el rizoma y la base de los tallos.
Para prevenir plagas y enfermedades, la medida más importante consiste en cultivar el jengibre a partir de simiente sana. En segundo lugar, hacerlo en un suelo o sustrato libre de patógenos. Para ello es recomendable la rotación de cultivos y la desinfección del suelo.
Cosecha o recolección
Tiene que realizarse antes de las primeras heladas otoñales o alrededor de 9 - 10 meses después de la plantación, coincidiendo con el momento en el que la parte aérea de la planta se seca.
La extracción de los rizomas se hace moviendo la tierra con azadas o palas estrechas, y con mucho cuidado para evitar dañarlos.
Después de la recolección, hay que mantenerlos a la sombra, lavarlos con agua limpia y dejarlos secar antes de guardarlos en un lugar fresco y ventilado.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.