Cómo cultivar cúrcuma
La cúrcuma, de nombre científico (Curcuma longa), es una planta perenne originaria del sur de Asia, conocida por sus beneficios culinarios y medicinales.
Además de ser un ingrediente popular en la cocina, la cúrcuma se ha utilizado tradicionalmente en la medicina ayurvédica y tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, entre otras que se explicarán a continuación.
Este artículo fue concebido como una guía paso a paso para el cultivo de la cúrcuma en huertos y jardines familiares, y en él se darán todos los consejos necesarios para hacerlo con éxito.
Propiedades medicinales y nutricionales
La cúrcuma es una especia ampliamente conocida por sus propiedades medicinales y su interés nutricional. Su principal componente activo es la curcumina, que le otorga su distintivo color amarillo y está relacionada con muchos de sus beneficios para la salud. A continuación, se presentan algunas de sus propiedades:
Antioxidante: La cúrcuma contiene compuestos antioxidantes que ayudan a proteger al cuerpo contra el estrés oxidativo y el daño causado por los radicales libres. Los antioxidantes pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas y promover la salud en general.
Efecto antiinflamatorio: La curcumina tiene propiedades antiinflamatorias, lo que la convierte en una opción popular para aliviar la inflamación y el dolor asociados con enfermedades como la artritis. Se ha demostrado que reduce la producción de sustancias inflamatorias en el cuerpo.
Mejora de la digestión: Se ha utilizado tradicionalmente para tratar trastornos digestivos. Puede ayudar a estimular la producción de bilis, lo que mejora la digestión de las grasas. También se cree que alivia los síntomas de la indigestión, como la hinchazón y los gases.
Apoyo al sistema inmunológico: La curcumina tiene propiedades inmunomoduladoras, lo que significa que puede modular la respuesta del sistema inmune, pudiendo ayudar a fortalecerlo y a promover una mejor salud en general.
Potencial anticancerígeno: Si bien se necesita más investigación, algunos estudios sugieren que la curcumina puede tener propiedades anticancerígenas. Se ha demostrado que tiene efectos inhibidores en el crecimiento de células cancerosas y en la formación de tumores en estudios de laboratorio y en animales.
Beneficios para la salud cerebral: Se sabe que la curcumina atraviesa la barrera hematoencefálica y tiene efectos protectores en el cerebro. Puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, al prevenir la acumulación de placas amiloides y combatir el estrés oxidativo.
Mejora de la salud cardiovascular: Algunos estudios sugieren que la curcumina puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular al reducir el colesterol LDL (colesterol malo) y los triglicéridos, y al aumentar el colesterol HDL (colesterol bueno). También se cree que tiene propiedades antiplaquetarias y antioxidantes, que pueden ayudar a prevenir enfermedades del corazón.
En cuanto a su valor nutricional, la cúrcuma contiene una variedad de nutrientes esenciales en cantidades pequeñas. Estos incluyen minerales como el calcio, el potasio, el sodio, el hierro y el zinc, así como vitaminas del grupo B, vitamina C y vitamina E. Sin embargo, debido a que generalmente se consume en pequeñas cantidades, la cúrcuma no es una fuente significativa de estos nutrientes en la dieta.
Vistos los innumerables beneficios para salud que puede aportar la cúrcuma, si se cultiva de forma casera y ecológica, aún puede ser mejor, al no contener pesticidas y al crecer de forma más lenta. A continuación se explica cómo realizar el cultivo.
Obtención de los rizomas
El primer paso para cultivar cúrcuma es obtener los rizomas, también conocidos como raíces, que se utilizarán como material de siembra.
Pueden obtenerse rizomas frescos de cúrcuma en viveros especializados, tiendas de jardinería o incluso en algunos supermercados. Hay que asegurarse de elegir rizomas saludables y sin signos de enfermedad.
Elección del lugar de cultivo
Hay que elegir un lugar que reciba luz solar directa o al menos parcial. La cúrcuma necesita al menos 6 horas de luz solar al día para crecer adecuadamente.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la cúrcuma prefiere climas cálidos y húmedos, por lo que es importante mantenerla alejada de las corrientes de aire frío y las heladas.
Preparación del suelo
La cúrcuma crece mejor en suelos bien drenados y ricos en materia orgánica. Antes de plantar, conviene preparar el suelo aflojándolo con un garabato o una horca de jardín.
Si fuera necesario, se aprovecha la labor del terreno para agregar compost o estiércol bien descompuestos, lo que mejorará la calidad del suelo y proporcionará nutrientes a las plantas durante mucho tiempo.
Plantación de los rizomas
Antes de plantar, se remojan los rizomas en agua tibia durante unas horas para estimular su crecimiento.
Luego, se plantan a una profundidad de alrededor de 5 centímetros, en el suelo preparado previamente, con los brotes u "ojos" hacia arriba.
Hay que dejar un espacio de al menos 15 centímetros entre cada rizoma y los vecinos para permitir un buen crecimiento y desarrollo de las plantas.
Riego
Después de plantar los rizomas, se puede regar bien el suelo para humedecerlo, en caso de que no lo esté ya.
Esta planta necesita un suministro constante de agua para crecer, pero se debe evitar el exceso de riego, ya que puede pudrir las raíces. Lo ideal es mantener el suelo húmedo pero no empapado, y ajustar la frecuencia de riego según las condiciones climáticas de la zona.
Cuidados de las plantas
A medida que las plantas de cúrcuma crecen, es importante mantener el suelo libre de malezas para evitar la competencia por los nutrientes y el agua.
Algo muy beneficioso para controlar las malas hierbas y para ahorrar en riegos, consiste en esparcir una capa de mantillo orgánico alrededor de las plantas.
Fertilización
La cúrcuma se beneficia de una alimentación regular para promover un crecimiento saludable. Se debe aplicar un fertilizante orgánico equilibrado una vez al mes durante la temporada de crecimiento, que puede ser sólido o líquido, como el purín de ortiga.
En el caso de emplear fertilizantes granulados o líquidos comerciales, hay que seguir las recomendaciones del fabricante en cuanto a la dosis a aplicar para que no resulten dañinos para las plantas o el suelo.
Protección contra las heladas
En caso de vivir en un área con inviernos fríos, es importante proteger las plantas de cúrcuma de las heladas. A medida que se acerque el invierno, se deben cubrir las plantas con mantas o utilizar estructuras de protección, como los invernaderos o túneles, para mantenerlas resguardadas del frío extremo. Si la temperatura desciende demasiado, se pueden desenterrar los rizomas y guardarlos en un lugar fresco y seco hasta la primavera.
Cosecha de la cúrcuma
La cúrcuma tarda aproximadamente 8 a 10 meses en madurar completamente
Cuando el momento de la cosecha se acerca, las hojas comienzan a secarse y amarillear.
Para recolectar los rizomas, se desentierran cuidadosamente con ayuda de una azada u horca.
Se pueden romper los rizomas grandes en pedazos más pequeños para plantarlos nuevamente o guardarlos para uso culinario.
Almacenamiento de la cúrcuma
Después de cosechar, hay que limpiar los rizomas de cúrcuma eliminando los restos de tierra y lavándolos suavemente. Seguidamente, se dejan al aire libre durante varios días hasta que estén completamente secos. Los rizomas deben almacenarse en un lugar fresco y seco en recipientes bien cerrados.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.