Cuidados del ciruelo
Primeramente, antes de hablar de los cuidados que requiere este frutal, conviene conocer cuáles son sus preferencias en cuanto a las condiciones del suelo y del clima.
Conocer lo que le va bien es el mejor comienzo para saber cómo mantenerlo sano, vigoroso y productivo.
Preferencias del ciruelo
Suelos
Como casi cualquier frutal, prefiere suelos ricos en materia orgánica, húmedos, sueltos y profundos, pero dado que su sistema radicular es bastante superficial, también se adapta a suelos poco profundos o con una capa freática (encharcados a cierta profundidad)
Frío en invierno
Aunque no en todas las variedades tienen el mismo requerimiento de horas de frío durante la época de reposo, lo cierto es que todas necesitan de bajas temperaturas para luego rebrotar y florecer con fuerza en primavera.
Heladas
A partir de la caída de las hojas el ciruelo resiste bien las heladas pero no así desde que comienza la floración.
En regiones con heladas tardías la producción del ciruelo se puede ver comprometida.
Abonado
No es muy diferente al de otros frutales de hueso como el cerezo o el melocotonero, por lo que si se tiene experiencia con estos otros, se pueden seguir las mismas pautas para el ciruelo.
A grandes rasgos, y sin entrar en detalles que no son necesarios en cultivos a pequeña escala, diremos que hay dos épocas en las que se debe abonar el ciruelo.
En otoño
En esta estación se aportarán abonos ricos en fósforo y potasio, ya sean fertilizantes sintéticos u otros naturales como la ceniza de madera.
Hay que tener presente que la adición de abonos, incluida la ceniza, altera el pH del suelo, por lo que es muy recomendable averiguar cuales son las características del terreno en el que está plantado el ciruelo, para así poder agregar uno u otro abono.
A modo de ejemplo, la ceniza de madera tiende a alcalinizar el suelo, mientras que los estiércoles y algunos fertilizantes lo hacen más ácido.
Si el suelo es de por sí alcalino (pH alto) es mejor abstenerse de aportar cenizas u otros abonos básicos, mientras que por el contrario, si es ácido, se verá beneficiado de la adición de estos mismos.
En primavera
Unas semanas antes de que se produzca la floración del ciruelo, es momento de aplicar los abonos ricos en nitrógeno, pero siempre que sea de asimilación rápida, por ejemplo, si se añade estiércol fresco no será aprovechado hasta algunos meses después.
Los purines vegetales, como el purín de ortiga, son ricos en nitrógeno, de fácil asimilación y apropiados para utilizar justo antes del crecimiento primaveral.
Lo mismo podemos decir de la orina, ya sea animal o humana, aunque conviene diluirla para que no sea peligrosa para el árbol.
En cuanto a los granulados comerciales poco hay que decir más que hay que emplear la dosis correcta y en el momento oportuno, ya que la mayoría de ellos aguantan poco tiempo en el suelo.
Riego
Es muy importante tras la plantación del ciruelo y mientras este se encuentra arraigando en el terreno.
Posteriormente, si se planta en un suelo húmedo, puede cultivarse en condiciones de secano, es decir, sin regar en absoluto, y los resultados serán buenos.
En suelos y climas más secos, el ciruelo responde muy bien al riego, dando una mayor y mejor producción de fruta.
Dicho esto, no conviene mantener encharcado el suelo cerca de la superficie ―donde se localizan la mayoría de las raíces del árbol― con riegos excesivos, ya que este frutal no tolera bien el exceso de humedad.
El riego por goteo ―bien regulado― es muy apropiado, puesto que puede mantener un nivel de humedad constante en el suelo. Si se riega mediante inundación o llenado del alcorque, habrá que espaciar los riegos lo suficiente como para que el terreno se seque de nuevo.
Poda
La poda es muy importante cuando se quiere tener un ciruelo productivo y accesible, pero eso ya lo vimos en el artículo que encontrarás a continuación.
Plagas y enfermedades
Son numerosas las plagas y enfermedades que pueden afectar al ciruelo, aunque que sean unas u otras es cierto que dependerá del lugar del mundo en el que se cultive.
Aquí recogemos las de mayor presencia en el Sur de Europa, pero puede que no se den en otras regiones o climas, y por el contrario, existir otras que no están aquí recogidas.
Plagas
Cydia pomonella (Carpocaspa): se trata de una mariposa cuyas larvas se desarrollan dentro de los frutos, realizando galerías y pudiendo pasar de un fruto a otro.
Hoplocampa brevis (Falso gusano del ciruelo): es una pequeña avispa que deposita sus huevos en las yemas del ciruelo y son sus larvas las que destrozan los frutos surgidos a partir de estas.
Quadraspidiotus perniciosus (Piojo de San José): se trata de cochinillas que succionan la savia del ciruelo llegando a debilitarlo de forma importante.
Myzus persicae, Brachycaudus swchartzi (Pulgones): chupan la savia de los brotes, arrugan las hojas y transmiten enfermedades al ciruelo, debilitándolo enormemente.
Si no existen cerca grandes plantaciones de frutales de hueso, es poco probable que el ciruelo sea atacado por estas plagas, excepto para el caso de los pulgones. Estos se pueden eliminar mediante pulverización continuada de agua jabonosa, o con biocidas en último caso.
Para el resto de plagas, ante un ataque al ciruelo lo primero es identificar de cual se trata, y seguidamente averiguar si existen productos orgánicos efectivos para combatirla. Nuevamente y como última opción, acudir a un comercio de fitosanitarios.
Enfermedades
Gomosis: se trata de un desorden fisiológico caracterizado por la secreción de goma a través de hendiduras de la corteza o las heridas. Las causas pueden ser diversas, siendo una de las más frecuentes la poda inadecuada o en época desfavorable.
Tranzschelia pruni-spinosae (Roya del ciruelo): enfermedad muy común en cultivos de todo tipo, desde ajos y cebollas hasta frutales de hueso como el ciruelo. El hongo produce un amarilleamiento de las hojas y pequeñas manchas circulares con un punto más oscuro en el centro. Las hojas afectadas se desprender y el ciruelo queda despoblado, y por tanto muy debilitado.
Wilsonomyces carpophylus (Cribado): se trata de un hongo que en condiciones de elevada humedad produce manchas en las hojas, las cuales evolucionan en agujeros. La hoja queda como un cribo o colador, de ahí el nombre.
Monilia sp. (Monilia): aparece en primavera en condiciones de humedad elevada y calor. Afecta a hojas, brotes, rabillos de las flores y frutos, en forma de un oscurecimiento y en muchas ocasiones segregación de goma. La zona se seca y muere. A veces puede evolucionar en chancro.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.