Cómo sembrar césped en tierra dura
La tierra dura es un problema importante que dificulta mucho la tarea de sembrar, resembrar o incluso plantar césped, ya que las raíces de este no pueden penetrar en el suelo para comenzar a desarrollarse.
Literalmente no se puede pretender sembrar césped en una tierra compactada o dura sin antes acondicionarla de alguna de las maneras que veremos más abajo.
El césped y la tierra dura
Primero de todo hay que decir que no es posible sembrar césped en una tierra dura ―sin trabajarla― porque las semillas se quedarán en la superficie y no podrán germinar, y las que lo hagan tendrán muchas dificultas para desarrollarse.
En segundo lugar, esos terrenos endurecidos apenas absorben agua de lluvia o de riego, por lo que una vez establecido el césped, sería muy complicado mantenerlo. Al llover se formarían charcos y la hierba se moriría quedando una calva.
En tercer lugar, para que el césped crezca sano y tenga buen aspecto, el terreno ha de estar aireado y ser fértil (rico en materia orgánica), para que la vida del suelo proporcione nutrientes a la hierba.
Cómo mejorar la tierra
Las semillas de césped necesitan ser sembradas en tierra blanda para que puedan germinar y las raíces de la hierba puedan penetrar rápidamente a través del suelo.
Labrado
Esta es la única manera que existe para romper la dureza de una tierra, y consiste en cavarla ―con herramientas manuales o mecánicas― de forma concienzuda y al menos hasta unos 25 ó 30 cm de profundidad, o todo lo que se pueda si se utiliza maquinaria.
☛CÓMO ACONDICIONAR EL TERRENO PARA SEMBRAR CÉSPED
Es importante que leas este otro artículo en el que se explican los pasos a seguir para preparar adecuadamente el terreno antes de sembrar el césped.
Generalmente las tierras duras lo son por alguna de estas dos cosas o por ambas:
➊ En su composición predominan los materiales de grano fino o muy fino, como las arcillas, que tienen tendencia a endurecerse mucho cuando se secan.
➋ Se han compactado debido a que fueron pisadas o que llevan mucho tiempo sin labrar.
Si no es muy grande la extensión en la que se desea sembrar el césped, se puede cavar a mano con azadón o pico, y una vez movida la tierra, hay que deshacer los terrones, de manera que quede bien desmenuzada.
En superficies más grandes habrá que utilizar un tractor ―o motocultor― con arado profundo y luego pasar la fresadora para disgregar bien la tierra.
Una vez que la tierra ha quedado suelta, ya se puede sembrar, aunque si el suelo tienen tendencia a la compactación sería conveniente mejorar las propiedades de este, principalmente su textura, como veremos a continuación.
Modificación de la textura
Como ya se ha dicho, una vez labrado el suelo ya se puede sembrar el césped, pero lo ideal es aprovechar para mejorar sus propiedades, de manera que no vuelva a endurecerse o lo haga mucho menos.
En caso de suelos con buena textura, que simplemente habían sido compactados por el uso, no sería necesario realizar ninguna mejora.
Una forma de reducir la tendencia de un suelo a endurecerse es agregando material grueso o poroso a este, como por ejemplo arena o materia orgánica.
Hay que añadir una buena cantidad por metro cuadrado y mezclarlo a conciencia con la tierra, para que las partículas finas, que tienden a apelmazarse, se mezclen con las gruesas o porosas y se formen huecos vacíos que se llenarán de aire, muy beneficioso para la vida del suelo y para mantenerlo suelto.
☛CÓMO SEMBRAR EL CÉSPED
Continúa leyendo este artículo acerca de los pasos necesarios para sembrar césped, con vídeo incluido.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.