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Cultivos

Cómo cultivar apio en el huerto

Aquí encontrarás varios artículos sobre temas específicos del cultivo del ajo, desde la siembra hasta la recolección, con explicaciones paso a paso desde cero pero con el rigor que ofrecen los datos oficiales
Publicado: (última modificación 27 Nov 2018) Por Foto del autor Sígueme

El apio es una planta que no debe faltar en un huerto familiar, ya que se puede disponer de ella durante prácticamente todo el año ―incluso en invierno― y no requiere demasiados cuidados ni espacio.

Apio cortado

Además de su uso como alimento, se ha empleado desde antiguo como planta medicinal ―especialmente por sus propiedades diuréticas y depurativas de la sangre―, aunque también parece ofrecer otra serie de beneficios para la salud.

Sigue leyendo este artículo y encontrarás todo lo que necesitas saber para cultivarlo con éxito.


Descripción de la planta

Se trata de la especie Apium graveolens L., perteneciente a la familia de las Apiáceas, al igual que la zanahoria o el perejil, de hecho el aspecto de estas tres plantas es muy similar.

Es originaria de la zona mediterránea, en la que aún se puede encontrar creciendo de forma silvestre, eso sí, casi siempre cerca de asentamientos humanos.

Posee una potente raíz capaz de profundizar bastante en el terreno y la parte baja de sus hojas se engrosa para formar pencas, que son las que suelen consumirse.

Estas pencas se pueden blanquear para que su sabor sea más delicado, de lo contrario tienen un fuerte aroma y un sabor muy intenso que puede resultar desagradable.



Requerimientos ambientales

Es una planta de climas frescos o templados, que puede resistir heladas ligeras y es capaz de desarrollarse a partir de los 8℃ de temperatura, por lo que incluso en invierno puede continuar creciendo.

No obstante, si soporta varios días seguidos de bajas temperaturas se subirá a flor prematuramente, cosa que solo interesa si se pretende obtener sus semillas.

En cuanto al suelo, no es muy exigente, si bien los prefiere profundos, fértiles y húmedos, pero sin que lleguen a encharcarse. No tolera la salinidad y requiere la presencia de boro en cantidad suficiente para abastecer su moderada demanda.

Trasplante

Una vez que las plantas tienen unos 15 cm de altura se pueden plantar en el lugar definitivo para que continúen desarrollándose.

Si se hacen siembras escalonadas, el trasplante también ha de ser escalonado.

Si solo se hace una siembra, esta operación debe dejarse para el final de verano en climas templados sin apenas heladas invernales.

En climas de inviernos duros, es mejor hacer el trasplante en primavera, una vez que pase el riesgo de heladas.


Cuidados del apio

Una vez que la planta ha alcanzado cierto desarrollo no requiere demasiados cuidados más allá de riegos de vez en cuando.


Control de adventicias

Es importante mantener las hierbas competidoras a raya durante la fase inicial del cultivo, ya que el apio crece muy lentamente al principio y podría quedar tapado por la vegetación espontánea que se desarrolla con mucha mayor velocidad.

Riego

Si la humedad del suelo no es suficiente habrá que regar el apio necesariamente. Es importante que no sufra de sequía en ningún momento o sus pencas perderán calidad.

Al inicio del cultivo los riegos deben ser más cortos y frecuentes, puesto que las raíces de plantas apenas han profundizado en el terreno y el objetivo será mantener húmeda la capa superficial del suelo.

A medida que el apio crece, el riego debe ser menos frecuente y de mayor intensidad ―aportando más volumen de agua en cada riego. Si el suelo es fresco y húmedo, llegará un momento en el que prácticamente no será necesario regar, puesto que el apio tomará el agua desde abajo.


Aporcado

Una vez que las plantas salen de la etapa inicial de crecimiento lento y alcanzan un buen tamaño, es recomendable arrimar la tierra a su base.

Esto hace que las pencas aumenten en longitud, y que la zona que quede debajo de la tierra se blanquee de forma natural. Si no se desea el blanqueo se puede retirar la tierra una par de semanas antes de la cosecha.

Blanqueo de las pencas

Si se desea que las pencas tengan un sabor más suave, se pueden cubrir con papel opaco unos 15 días antes de la recolección, de forma que al dejar de recibir la luz del sol perderán el color verde.

Cubriendo con tierra la base de la planta también se puede lograr blanquear las pencas, como explicamos en el apartado del apocardo.


Cosecha o recolección

En los cultivos comerciales, el apio se recolecta de una sola vez, cortando las plantas a ras de suelo. En cambio, en los huertos familiares es más práctico cortar solo las pencas que sean necesarias y dejar que la planta continúe desarrollándose, de esta forma se evita comenzar de nuevo el cultivo ―que ya dijimos que se desarrolla muy lentamente al principio.

En nuestro huerto disponemos de apio durante todo el año. Para ello lo plantamos en los extremos de los bancales, y dejamos que se desarrolle libremente hasta su floración. Mediante las siembras escalonadas logramos que siempre haya apio listo para consumir.


ASOCIACIÓN DE CULTIVOS

Si vas a cultivar apio mira aquí con qué otras plantas lo puedes asociar para que ambas salgan beneficiadas.

Autor José A. Amigo

Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.