Cuidados de la albahaca en maceta

En lineas generales, los cuidados básicos de la albahaca son los mismos, se encuentre esta en maceta o no. La diferencia se encuentra en las características peculiares de cualquier maceta: sustrato limitado y aislado.

Dicho de otra manera, la diferencia fundamental entre una albahaca plantada en el suelo y otra que se encuentra en una maceta, es el hecho de que la segunda disponga solo de un pequeño fragmento de suelo aislado del resto.

Esto tiene grandes implicaciones que veremos a continuación, aunque el primer punto y el último no tienen que ver con ello.

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Ubicación luminosa

Normalmente, cuando la albahaca se cultiva directamente en el suelo, suele significar que se encuentra en el exterior, y que por tanto recibe una buena cantidad de luz solar ―aunque haya objetos que le den sombra.

En cambio, al plantarla en una maceta suele significar que se va a mantener cerca de una vivienda o dentro de ella, y aquí sí que puede sufrir de falta de luz según dónde se coloque.

Como norma general, aunque no es una planta que necesite muchas horas de sol directo, es conveniente que al menos reciba algo cada día, y el resto del tiempo puede estar a la sombra, siempre que la luminosidad sea buena.

Buen sustrato

Este punto es fundamental. Grábalo a fuego en tu mente porque es la piedra angular del cultivo de albahaca en maceta, pero también de casi cualquier planta, y más cuanto más sensible sea esta a las carencias nutricionales o falta de agua.

Un sustrato de calidad marca la diferencia entre una albahaca sana y vigorosa, y otra que parece estar siempre marchita y sin salud.

Pero, ¿qué significa un sustrato de calidad? Pues todo esto:

✔ Que retenga una buena cantidad de agua pero dejando espacios para el aire.

✔ Que permita un buen drenaje del agua sobrante de cada riego (o de la lluvia)

✔ Que esté equilibrado tanto en su composición química como en sus características físicas: nutrientes, pH, salinidad, etc.

✔ Que no contenga patógenos: hongos y otros microorganismos que suelen causar problemas a las plantas.

En general estas características las podemos encontrar en sustratos comerciales, aunque también podrían conseguirse en sustratos elaborados por uno mismo a partir de elementos naturales: fibras, minerales, etc.

Si la maceta tiene un buen sustrato, los cuidados de la albahaca serán mucho más sencillos y menos frecuentes.

☛ CUIDADOS DE LA ALBAHACA

Aquí tienes los cuidados generales de la albahaca, no te olvides de consultarlos también.

Mantener la humedad

Este es uno de los aspectos más difíciles del cultivo en recipientes, especialmente si el sustrato no es muy bueno, si no podemos realizar mantenimientos frecuentes o si el ambiente es muy seco y caluroso.

Por muy grande que sea una maceta, siempre contendrá una porción aislada de sustrato, que estará sometida a la acción de los elementos por todos sus lados.

Como ya adelantamos, sustratos que retienen poca agua en ambientes secos y cálidos solo significa una cosa: rápida pérdida de agua y aparición de estrés hídrico y marchitamiento.

Es importante en el cultivo de albahaca en maceta, que el sustrato se mantenga siempre húmedo, y por tanto, que la planta no sufra de estrés.

La primera medida que hay que tomar para lograr esto es adquirir un sustrato de calidad, que sea capaz de retener mucha agua. Esto nos permitirá regar con menos frecuencia y reducir el riesgo de que la albahaca se marchite si nos despistamos con la regadera.

Cortes regulares

Tanto para que la planta se renueve, como para evitar que se descuelgue por los bordes de la maceta, se deben cortar los extremos de los tallos a medida que van creciendo, aprovechando para recolectar las hojas de estos.

Se deben dejar siempre unos 10 cm de tallo cerca de la base de la planta para favorecer su rebrote.