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Albahaca

Cómo reproducir albahaca

Aquí verás dos formas clásicas y muy sencillas de reproducir la albahaca, una sexual (la verdadera reproducción) que requiere más tiempo, y otra asexual que produce clones idénticos pero que es mucho más rápida y para la cuál no se necesitan semillas
Publicado: (última modificación 10 Jul 2019) Por Foto del autor Sígueme

La albahaca se puede multiplicar o propagar de dos formas principales.

Esquejes de albahaca

Una de ellas es la propia reproducción sexual de la planta, en la cuál se forman semillas que luego hay que sembrar para que las plantas hijas germinen y comience de nuevo el cultivo.

La otra no se trata de una forma de reproducción, ya que las plantas resultantes son clones de la "madre", trozos de esta que echan raíces y pueden desarrollarse separados. Son los llamados esquejes, y más abajo tienes un vídeo en el que verás lo fácil que es realizarlos.


Reproducción por semillas

Esta es la auténtica reproducción, pero para realizarla es imprescindible disponer de semillas de albahaca o de al menos una planta que esté a punto de terminar su ciclo. Es al final de la vida de la albahaca cuando esta produce semillas, y lo más importante, cuando alcanzan la madurez necesaria para que puedan germinar.

Hay que esperar por tanto a que la albahaca florezca ―normalmente en verano― y algún tiempo después comiencen a secarse de forma natural los tallos florales.

Llegado este momento, se puede cortar toda la planta y colgarla ―o ponerla sobre un papel o cartón― para que termine de secarse, o si el tiempo es bueno, dejarla plantada (sin regarla en absoluto) hasta que todos los tallos florales pierdan el color verde en su totalidad. También se pueden ir cortando los tallos florales uno a uno, a medida que se van secando.

Ahora sí es seguro que las semillas habrán madurado y los tallos estarán secos, de forma que será más sencillo separar las semillas. Para ello solo hay que tomar los tallos y frotarlos entre las manos, sobre un papel, cuenco, mesa, etc, para que se desmenucen con el roce.

Esa mezcla de semillas con restos vegetales secos ya se podría guardar y sembrar tal como está, pero si se desea, se pueden separar las semillas de la "paja" por su peso, bien soplando (recomendado) o poniéndolas en un cuenco con agua (las semillas se hundirán y las impurezas flotarán). Si se mojan, luego hay que secarlas antes de guardarlas, o sembrarlas directamente.

Una vez se tienen las semillas, habrá que esperar a la época de siembra de la albahaca, para entonces sembrarlas en un semillero o bien directamente en la tierra del huerto o jardín.

Semillero alveolosCómo sembrar albahaca✔ Tanto en semillero como directamente en el terreno, dos formas muy válidas para comenzar el cultivo...

Esquejes de albahaca

Si se quiere multiplicar una planta de albahaca que aún no tiene semillas, o si no se quiere esperar hasta la primavera para sembrarla, se pueden realizar esquejes, que enraizarán y darán lugar a una nueva planta unos cuantos días más tarde.


¿Plantar albahaca de verdulería?

Pues sí, tan fácil como comprarla y realizar los pasos que se explican a continuación, pero tiene que ser albahaca fresca y entera. No vale troceada ni seca, obviamente.

Para ello solo hay que seleccionar algunos tallos de al menos unos 10 cm de longitud, quitarles las hojas de la parte baja e introducirlos en un vaso con agua limpia.

Se deja el vaso con los esquejes en una zona luminosa (sin sol directo) y cálida, y en unos cuantos días comenzarán a aparecer raíces en la parte sumergida de los tallos.

Es importante cambiar el agua con frecuencia (diariamente o cada dos días) para evitar que en ella proliferen microorganismos que podrían dañar el esqueje.

El enraizado es más rápido si en el agua se añade algún enraizante, como por ejemplo el que se elabora con lentejas germinadas o uno comercial, aunque esto no es necesario y los esquejes enraizarán de todas formas.

Una vez que las raíces alcanzan un buen tamaño y son numerosas, se pueden sacar los esquejes del agua y plantarlos en una maceta o directamente en la tierra. Eso sí, conviene protegerlos del sol la primera semana, para que tengan tiempo de arraigar y acostumbrarse a las nuevas condiciones.

En este vídeo puedes ver todo el proceso.



Autor José A. Amigo

Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.