Cómo trasplantar un árbol de Navidad a la tierra
Año tras año, millones de personas en todo el mundo celebran la temporada navideña adornando sus casas con árboles de Navidad. Hoy en día muchos de estos árboles son de plástico, otra buena parte aún son coníferas cortadas (sin raíz) y algunos, los más sostenibles y amigables con el medio ambiente, son jóvenes árboles plantados en una maceta, con su raíz completa y viviendo tranquilamente.
Pues bien, solo aquellos árboles de Navidad que están plantados en una maceta se pueden luego trasplantar a la tierra. Otra opción es pasarlos a una maceta más grande para conservarlos hasta la próxima Navidad, especialmente si son de pequeño tamaño.
A lo largo de este artículo se explicará cómo plantar en tierra un árbol de Navidad para que pueda seguir creciendo en el jardín o incluso en el campo, pero esto último solo cuando se trate de una especie autóctona del lugar.
¿Todos los árboles de Navidad se pueden trasplantar?
No. Como ya se ha dicho, ni los que son de plástico (obvio), ni los cortados se pueden plantar en tierra. Solo los que tienen raíces sanas, y en suficiente cantidad, vivirán después del trasplante a tierra o a otra maceta.
Los árboles que mejor tolerarán el trasplante serán los de pequeño tamaño, que además hayan estado varios meses creciendo en la maceta en la que se venden. Habrán desarrollado muchas raíces y no tendrán ningún problema cuando se pasen a la tierra. Si se trata de árboles que han sido arrancados justo antes de la Navidad y plantados en maceta, será más difícil que sigan viviendo, pero esto dependerá de cuántas raíces hayan conservado y de si son capaces de adaptarse rápido al lugar en el que se van a trasplantar.
Por otro lado, y aunque no es frecuente, puede que alguien consiga un árbol de navidad con raíces pero sin tierra, es decir, a raíz desnuda. Estos son arrancados del lugar donde crecían y vendidos sin pasarlos previamente a una maceta. Pueden resistir el trasplante pero con dificultades, y siempre que se haga lo más pronto posible.
Elegir el lugar adecuado
Antes de trasplantar el árbol, es fundamental elegir bien el lugar en el que se plantará, y una vez hecho, preparar el suelo para recibirlo.
Conviene elegir un lugar que reciba suficiente luz solar y tenga un buen drenaje. Hay que asegurarse también de que el suelo sea suficientemente profundo, suelto y libre de obstáculos, como piedras o grandes raíces.
Si la zona elegida tiene vegetación, habrá que retirarla previamente, dejando el suelo despejado para el siguiente paso.
Realizar un agujero en la tierra
Cavar un agujero en el suelo que sea lo suficientemente profundo y ancho como para acomodar las raíces del árbol de Navidad. El agujero deberá ser al menos dos veces más ancho y hondo que el cepellón (bloque de raíces) del árbol.
La tierra extraída del agujero se deja amontonada a un lado del mismo, ya que será necesaria a la hora de plantar el árbol.
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Leer másPreparar el árbol
Antes de sacar el árbol de la maceta, hay que regar bien el sustrato para que las raíces estén húmedas. Esto facilitará la extracción del árbol y reducirá el estrés en las raíces durante el proceso de trasplante.
La mejor forma de asegurarse de que todo el cepellón esté húmedo es sumergiendo la maceta en un cubo con agua, de forma que quede totalmente cubierta por esta. Después de unos 10 minutos se puede sacar y dejar a escurrir el exceso.
En caso de que se trate de un árbol a raíz desnuda, se sumerge igualmente en agua para que las raíces se hidraten bien.
Sacar el árbol de la maceta
Con cuidado, tirar del tronco del árbol para sacarlo poco a poco de la maceta. Si el árbol está atascado en la maceta, se puede utilizar un cuchillo largo para aflojar las raíces, pasándolo por entre la maceta y la tierra.
Si la maceta es blanda, de plástico, se puede apretar con las manos para facilidad que se suelte el cepellón y pueda salir con más facilidad. Siempre hay que comprobar que las raíces no salen por los agujeros de la base de la maceta, ya que eso impediría la extracción. Si ese fuera el caso, habría que cortar el sobrante de raíces.
Colocar el árbol en el hoyo
Este paso no tiene gran complicación. Solo hay que comprobar que el cepellón quede a nivel con el suelo circundante o un poco más bajo, y asegurarse de que las raíces se extiendan naturalmente en el agujero sin doblarse o torcerse.
Si se observa que las raíces está muy retorcidas alrededor del cepellón, habrá que tirar de ellas para liberarlas y que puedan quedar de forma más natural, alejándose del tronco del árbol.
Rellenar con tierra
Llenar poco a poco el agujero con tierra suelta y apisonar suavemente alrededor del árbol para eliminar las bolsas de aire.
Si la tierra del jardín es muy pobre, entonces será mejor mezclarla con un poco de abono orgánico maduro, ya que esto ayudará al crecimiento del árbol después del trasplante.
Este paso se termina siempre regando bien el árbol trasplantado para asentar la tierra en la zona del agujero. Para ello, lo mejor es dejar una depresión de tierra y llenarla con agua varias veces.
Añadir acolchado
Colocar una capa de acolchado o mulch alrededor del árbol trasplantado para ayudar a conservar la humedad y mantener las raíces protegidas durante el invierno.
Puede ser aguja o corteza de pino, paja, hierba seca, ramas trituradas, etc.
Cuidados después del trasplante
Mantener el árbol recién trasplantado bien regado durante su primer año en la tierra. Si el invierno es seco, aumentar la frecuencia de riego. Además, conviene proteger el árbol de vientos fuertes y temperaturas extremas durante este período crítico. Para ello, se puede cubrir con una malla antiheladas, que además de protegerlo del frío, ayudará a mantener la humedad alrededor de las hojas, y reducirá el riesgo de que el árbol se seque, especialmente si fue plantado a raíz desnuda.
Trasplante a maceta
Para terminar este artículo, se explicará cómo pasar el árbol de Navidad a una maceta, ya sea porque viene en una demasiado pequeña para resistir un año entero, o porque se compró a raíz desnuda.
Sea cual sea el origen, es fundamental elegir un sustrato adecuado para el tipo de árbol de que se trate. Normalmente será una conífera, pero puede ser un acebo u otro tipo de árbol. La calidad del sustrato será de vital importancia para la supervivencia del árbol.
Una vez se tenga el sustrato, hay que elegir la maceta. Cuanto más grande mejor para el árbol, más podrá crecer en menos tiempo, pero también hay que tener en cuenta el espacio con el que se cuente. En cualquier caso, el bloque de raíces del árbol deberá coger con holgura dentro de la maceta, así que ese será el criterio para elegir una u otra. En cuanto a la profundidad, cuanto mayor sea mejor, pero tiene que estar en proporción con la anchura para que se sostenga de pie sin problema.
Con maceta y sustrato adecuados, solo queda realizar el trasplante como con cualquier otra planta, como se explica en el siguiente enlace.
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Leer másSoy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.