Época de poda del cerezo

La mayoría de los frutales de hoja caduca (manzanos, perales, membrilleros, nogales, kiwis, caquis, etc) se podan durante el periodo de reposo, una vez que han perdido las hojas, periodo en el que apenas presentan movimiento de savia (desde finales de otoño a inicios de la primavera)

Se hace así por que de esta forma el árbol pierde menos recursos, ya que la mayor parte de la la savia se encuentra en las raíces, y no en las ramas, ni en las hojas (porque no tienen en esa época).

En el caso del cerezo, aunque también pierde las hojas y entra en reposo durante el invierno, no se debe podar durante esta época, puesto que presenta dos inconvenientes principales:

✦ Gomosis: el cerezo suele exudar gomas por los cortes cuando se poda en época de reposo. Esto causa problemas de cicatrización que dejan heridas "sangrantes" en el árbol.

✦ Infecciones: hay un riesgo elevado de que las heridas se infecten al no poder cerrarse rápidamente por encontrarse en época de reposo, sin actividad.

Ambas cosas tienen una causa común: los cortes de poda no se cierran rápidamente, puesto que el árbol no tiene actividad. Esto es lo que hace que el cerezo no se pode en invierno.

Crecimiento activo

El cerezo se debe podar cuando está en crecimiento activo, es decir, con savia en circulación, de forma que las heridas comiencen a cicatrizar rápidamente, evitando o reduciendo la gomosis y el riesgo de infección.

Esto deja fuera tanto la parada vegetativa de invierno como la de verano. Aunque en esta última permanece un cierto movimiento de savia, es mucho menor y, además, si se dan altas temperaturas y tiempo seco, el árbol puede sufrir deshidratación a través de cortes, haciendo que se debilite.

En los climas templados, las etapas de crecimiento de cerezo son dos: la de primavera (la principal) y la de finales de verano y otoño, mucho menos importante y a veces inexistente.

Nuestros cerezos apenas muestran crecimiento otoñal aunque sí mantienen las hojas y la savia sigue activa después del verano, por lo que pensamos que el escaso crecimiento puede ser debido al estrés hídrico.

Pero volviendo al meollo de la cuestión, es decir, a tratar de determinar qué época de poda es la mejor para el cerezo, hay que considerar lo siguiente:

Mejores épocas de poda

Como se dijo, el cerezo se puede podar en varios momentos, evitando siempre el periodo de reposo invernal, debido a los problemas referidos más arriba.

Finales invierno a principios de primavera

Esta es la mejor época para realizar la poda de formación en cerezos jóvenes y para la de rejuvenecimiento en árboles que necesitan una renovación.

La poda de rejuvenecimiento✔ Si tu cerezo está envejecido y apenas brota en primavera, quizás debas considerar rejuvenecerlo mediante este tipo de poda...

También se puede hacer la poda de fructificación en esta época pero no es lo ideal, al menos en climas templados.

Para detectar el momento ideal de poda, hay que esperar a que el cerezo muestre signos de actividad, como por ejemplo el hinchamiento de las yemas.

Es mejor podar antes de que las yemas se abran del todo, ya que habrá menos recursos en las ramas. Más tarde cuando aparezcan las flores y hojas, toda la copa estará llena de savia, y las ramas cortadas restarán muchos recursos al árbol.

Cómo injertar un cerezo✔ En qué épocas injertarlo, qué técnicas emplear, compatibilidad de injerto y patrón, y diferente...

De primavera a otoño

A lo largo de la primavera y hasta inicios del otoño, se pueden realizar podas en verde para retirar chupones, pinzar brotes mal situados o aquellos que crecen demasiado, etc.

Siempre es mejor podar un brote mal situado en cuanto se detecte. El daño será mucho menor y el brote no robará recursos al cerezo, que podrán ser utilizados para otra cosa, como por ejemplo para engordar los frutos o producir ramas valiosas.

A principios de otoño

Es el mejor momento para realizar la poda de fructificación en árboles adultos. Cuando broten en la primavera siguiente, ya solo consumirán recursos las las yemas que se han dejado sin podar.

Hay que tener la precaución de comprobar que el cerezo tiene actividad para poder sellar las heridas antes de la caída de la hoja.