Qué tener en cuenta a la hora de montar un huerto en la terraza
Si algo nos ha enseñado el confinamiento de 2020, es que quien tuvo una terraza fue rey durante tres meses al menos. Y que durante el aislamiento obligado prácticamente todos perdimos el miedo a sacar la tarjeta y hacer compras online. En este post te damos una serie de consejos antes de comprar semillas para montar tu mini-huerto en la terraza.
¿Se puede montar un huerto en la terraza?
Quizás suene raro, pero montar un huerto en una superficie pequeña como una terraza es posible. Y lo es porque dentro de las limitaciones de espacio, bastará con una pequeña mesa de cultivo (un cajón de madera con tierra), un rastrillo y las semillas y cuidados adecuados para sacarlo adelante.
Eso sí, habrá que vigilar la orientación de la terraza ya que la exposición a la radiación solar en orientaciones Sur y Suroeste será mucho mas interesante que la Norte. Y condicionará el tipo de plantas que se podrán cultivar.
Mesa de cultivo y/o semillero
Lo primero que tienes que calcular es el tamaño de tu mesa de cultivo. Las hay de una sola altura y con patas y en cascada. Estas últimas aprovechan mejor el espacio en varias alturas.
Una opción para horticultores menos ambiciosos puede ser comprar un semillero de plástico en el que cultivar las semillas de forma controlada sus primeros días para, desde ahí, trasplantarlas a una mesa de cultivo o una maceta.
Lo importante de los semilleros es calcular el número de alvéolos que contendrá, ya que este condicionará el número de esquejes que podremos sacar adelante en nuestra pequeña huerta.
Añadir el sustrato
Se opte por una mesa de cultivo o por bandejas de semilleros, se recomienda llenarlos con sustrato de semilleros. El sustrato de cultivo es el material arenoso que contiene los nutrientes para que las raíces de tus semillas salgan adelante. Salvo que estés pensando en un cultivo hidropónico, siempre será necesario contar con un saco de sustrato en casa.
Las principales características físicas del sustrato a tener en cuenta son su porosidad, los nutrientes que contenga (los hay sin nutrientes), su estructura granular o fibrosa y su densidad.
En cuanto a las propiedades químicas, hay que tener en cuenta su pH y la presencia en él de iones y sales. Ojo, que también hay sustratos químicamente inertes.
Estas condicionarán la aireación de las semillas y la retención de agua y humedad, incidiendo en su desarrollo radicular y la correcta absorción de nutrientes.
Hay muchos tipos de sustratos con distintas cualidades por lo que hay que informarse bien sobre el mejor sustrato para nuestro huerto en la terraza. A la hora de elegir el sustrato para nuestro mini-huerto hay que tener en cuenta las semillas a plantar y su especie vegetal. También las condiciones de nuestra terraza, si está a la intemperie, si le da el sol, etc.
Añadir fertilizante
El fertilizante es otro material imprescindible para aportar a nuestras plantas los nutrientes adicionales (por ejemplo, nitrógeno, antioxidantes, potasio, fósforo, etc.) para que crezcan con más vigor.
El fertilizante puede ser químico o natural, producido por nosotros mismos. Entre los recursos caseros para producir este material están el estiércol de aves u otros animales de granja, el humus de lombriz californiana, las cáscaras de huevo machacadas, las cenizas de la leña o los posos del café molido en cafetera.
Tipos de semillas para plantar
Ya tienes pensados los materiales pero ahora tendrás que decidir qué cultivar. Es decir, tener claro cuál será la finalidad de tu huerto. En función de si quieres cultivar plantas aromáticas, flores, o alimentos, así tendrás que comprar las semillas correspondientes.
Y tendrás que tener en cuenta que hay semillas que requieren un alveolo propio por la profundidad de sus semillas (en general hortalizas) mientras que hay otras que requieren una superficie menor en consonancia con sus raíces poco profundas y cortas como la lechuga o las espinacas.
Y algunas de ellas se pueden mezclar en el mismo alveolo ya que conviven sin interferir en el crecimiento mutuo.
Cada planta tiene su estación del año preferida
Finalmente, en función de la temporada del año en que te encuentres, así será de exitosa tu producción casera.
En general los meses primaverales, especialmente mayo y junio, son ideales para la plantación de hortalizas como los tomates, los pimientos o los calabacines, pudiendo consumirlos durante los meses estivales.
Por otra parte, la lechuga puede darse bien durante todo el año. También las cebollas. Si se plantan en los meses invernales se pueden consumir a partir de la primavera.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.