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Fertilizantes

Abono foliar casero a partir de plantas

Qué beneficios aporta el abono foliar a las plantas, cómo prepararlo de forma casera a partir de algunas plantas, cómo aplicarlo y con qué frecuencia
Publicado: (última modificación 27 Nov 2023) Por Foto del autor Sígueme

El el mundo de la horticultura y la jardinería, a veces se tiene la necesidad de abonar ciertas plantas con abonos foliares, ya sea porque se desea un efecto inmediato o porque no se quiere o no se puede aportar abonos o fertilizantes al suelo.

Pulverizando abono foliar sobre planta

La nutrición es un aspecto clave para el éxito en el cultivo de plantas, ya sean comestibles u ornamentales. Proporcionarles los nutrientes adecuados para que crezcan y se mantengan fuertes y sanas, puede resultar complicado si no se quiere depender de fertilizantes comerciales o sintéticos. Una manera rápida de hacerlo es a través de abonos foliares caseros, que además son muy fáciles de preparar y de utilizar, y no entrañan riesgo alguno.

En este breve artículo se hablará de los beneficios de los fertilizantes foliares, de cómo prepararlos y aplicarlos correctamente.

Beneficios del abono foliar

El abono foliar es una forma eficaz de suministrar nutrientes directamente a través de las hojas de las plantas.

Al pulverizar una solución nutritiva sobre las hojas, los nutrientes se absorben rápidamente, optimizando su utilización.

Además, este método ayuda a corregir deficiencias nutricionales y a mejorar la salud general de las plantas.

Se puede utilizar tanto como un abonado de emergencia para recuperar plantas débiles, como una fertilización de mantenimiento, o incluso para potenciar el vigor en ciertos momentos, como la floración.

Cómo preparar el abono foliar

Pues en realidad no es nada complicado, pero se necesita tener acceso a determinadas plantas cuyas hojas son ricas en nutrientes primarios, como el nitrógeno, el potasio, el fósforo, pero también con muchos otros nutrientes secundarios, que a veces son los causantes de las carencias.

1 Recolectar los ingredientes: Recoger hojas de ortiga, de cola de caballo y de consuelda rusa. Cuanta mayor cantidad de hojas, más abono foliar se podrá preparar. A modo de orientación, para obtener 10 litros de abono, será suficiente con recoger unos 500 gramos de plantas.

Para facilitar la tarea, no es necesario recoger hoja por hoja. Se pueden cortar tallos enteros.

En caso de no tener acceso a esas plantas, no pasa nada, también se puede hacer el abono foliar con casi cualquier resto vegetal que no sea tóxico. Por ejemplo, se pueden utilizar cáscaras de plátano, el césped cortado del jardín, o las malas hierbas arrancadas de los bancales, hojas verdes y blandas de árboles, etc.

Cualquier planta no tóxica se puede transformar en abono foliar, pero la riqueza de este dependerá de la cantidad y calidad de los nutrientes que contenga.

2 Triturar y mezclar con agua: Triturar las plantas no es imprescindible pero acelera mucho el proceso de descomposición. También se pueden cortar en trozos con una tijera.

Lo siguiente que se debe hacer es colocar las plantas trituradas en un recipiente que no se oxide y añadir agua hasta que queden cubiertas.

3 Fermentación: Tapar el recipiente y dejar fermentar la mezcla durante al menos dos semanas. Este proceso libera los nutrientes y activa microorganismos beneficiosos, pero desprende bastante mal olor, así que conviene dejarlo fuera de casa.

4 Filtración: Pasado el período de fermentación, se filtra la mezcla para obtener un líquido concentrado. El residuo sólido separado en este proceso, se puede utilizar como fertilizante para añadir a la tierra.

¿Cómo saber si la fermentación ha terminado? Se habrá formado un líquido oscuro, homogéneo, sin espuma y ya no desprenderá tanto olor, aunque seguirá oliendo mal. Hay que tener cuidado de no tocarlo con la manos porque luego será complicado deshacerse de ese olor.

Aplicación del abono foliar

Se aplica mediante pulverización, pero es importante diluirlo primero para evitar daños en las hojas, y así también durará mucho más tiempo.

Dilución: Mezclaer el concentrado obtenido con agua en proporciones de 1:20, es decir, una parte de abono foliar por 20 partes de agua.

Pulverización: Se introduce la mezcla en un pulverizador para aplicar la solución sobre las hojas de las plantas, asegurándose de cubrir tanto la parte superior como la inferior. Hay que rociar a primera hora de la mañana o última de la tarde.

Frecuencia de aplicación: Aplicar este fertilizante cuando se detecten carencias en las plantas o cada dos semanas durante la temporada de crecimiento.

Autor José A. Amigo

Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.