Densidad y distancia de siembra de la zanahoria
Algunas hortalizas dan cosechas aceptables aunque no se respete estrictamente el marco de plantación recomendado. Esto sucede en el caso de los pepinos, calabacines, calabazas, pimientos, judías, guisantes, etc, aunque esos cultivos son muy productivos y la parte comestible crece sobre la tierra, no bajo ella.
En el caso de la zanahoria y de otras hortalizas de raíz, es muy importante respetar unas distancias mínimas entre plantas, especialmente para garantizar que las raíces tienen espacio suficiente y no se entorpecen unas a otras.
Si la densidad de plantas es demasiado elevada, sobre todo al inicio del cultivo, aunque más tarde se eliminen algunas para reducirla, puede que ya sea demasiado tarde y la cosecha sea regular o incluso mala.
Aún sembrando con alta densidad, las zanahorias germinarán y formarán raíces comestibles, pero estas será de tamaño más reducido, menos dulces y muy poco homogéneas, es decir, muchas serán pequeñas, algunas grandes y otras medianas. Las que se han impuesto as sus vecinas con prontitud serán mas grandes y, en cambio, las que se quedaron más rezagadas en su crecimiento, serán minúsculas.
En la foto anterior puede apreciarse como las plantas están demasiado apretadas, tanto que a pesar de ser aún muy jóvenes, no permiten que se vea el suelo entre ellas.
Un ejemplo práctico...
En nuestro huerto, sembramos las judías y guisantes a chorrillo, porque así cada planta germina separada de su vecina y, en caso de querer ralear algunas, podemos arrancarlas sin perjudicar a la de al lado. Pero generalmente no todas las semillas germinan, por lo que la densidad de siembra no se traslada luego a la densidad de plantas, si no que está última suele ser menor. Últimamente, estamos suprimiendo el raleo en judías y guisantes y la producción no se ha visto afectada, al contrario, ha aumentado ligeramente debido a que hay más plantas por unidad de superficie.
Pero continuando con la experiencia del ejemplo anterior, ¿Por qué aumentar la densidad no ha afectado a la producción?
Tanto la judía como el guisante son plantas fijadoras de nitrógeno atmosférico (principal nutriente vegetal), y que salvo al inicio del cultivo, se desarrollan muy bien en suelos poco fértiles. En cuanto a las necesidades de luz, si son variedades de enrame, que trepan por tutores, tienen mucho espacio vertical para desplegar sus hojas y captar los rayos solares. Si son de mata baja, se mantienen igualmente bastante erguidas, y sus hojas suelen aprovechar muy bien todos los espacios entre plantas y entre ramas, cubriendo completamente el suelo.
Sin embargo, en las experiencias con la zanahoria ocurre lo opuesto. La calidad de las cosechas es bastante mediocre hasta que no se toma en serio la densidad de plantas.
Esto obliga a realizar raleos intensos al inicio del cultivo para reducir la densidad de plantas, como se explicará más abajo, aprovechando también para retirar todas las hierbas que hubieran germinado en el suelo.
Bien realizada esta importante labor, los resultados favorables no se hacen esperar, salvo que otro problema afecte al cultivo. Si todo lo demás está bien, se pasará de obtener zanahorias pequeñas o de tamaño medio (12 a 15 cm) a cosechar zanahorias de más de 25 cm de longitud y, la mayor parte, de un tamaño muy similar.
En la foto adjunta puede verse el tamaño de estas zanahorias de la variedad Nantesa 5. Algunas llegaron a ser zanahorias gigantes de casi 30 cm de longitud y un grosor considerable.
Distancia de siembra
De todo lo anterior hay que quedarse con la enorme importancia del espacio en el cultivo de la zanahoria. Una separación adecuada y suficiente es crucial.
Si se pretende conseguir zanahorias muy grandes y todas muy similares en tamaño; sembrar en líneas separadas al menos 25-30 cm.
Cuando las plantas tengan unos 5 cm de altura ó 3-4 hojas verdades, realizar el raleo, dejando una planta cada 5 cm, y eliminando todas las demás que se encuentren en medio.
En algunas variedades, como la Nantesa 5, se recomienda aumentar la distancia a 10 cm, lo que permitirá un desarrollo aún mayor.
Se dejará siempre la planta más fuerte y desarrollada de todas las que crecen en un punto dado, desechando las más débiles. En ocasiones esto no es posible porque en el lugar solo ha nacido una zanahoria y no hay cerca ninguna más que se pueda seleccionar.
Con las distancias indicadas, cada metro lineal contará con unas 18 zanahorias, si se siembran en líneas, como es recomendable. Considerando que las líneas se encuentren a 25 cm de distancia unas de otras, la densidad de plantas será de 72 zanahorias por m2. Si se hace a voleo en toda la superficie disponible, la densidad será de unas 400 zanahorias por m2, pero casi con toda seguridad serán de menor tamaño y uniformidad, porque la competencia entre plantas es mucho mayor por encontrarse mucho más juntas.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.