Esquejes de tomate

La tomatera es una planta que enraíza fácilmente a partir de esquejes, por lo que se puede emplear este método de propagación para obtener más plantas a partir de una existente, o bien darle algún provecho a los abundantes restos de poda.

Quieres saber cómo realizar los esquejes de tomatera, y más abajo hablaremos de ello, aunque es tan sencillo que casi se explica solo, pero veamos primero algunas cosas importantes que debes tener en cuenta antes de comenzar.

Cuándo realizar los esquejes de tomatera

Una vez que las temperaturas son agradables o bien en cualquier momento, si se hacen en un invernadero.

En los días nublados o lluviosos, los esquejes se deshidratan menos, por lo que será más difícil que se estropeen antes de enraizar.

Elegir el material para enraizar

No cualquier parte de la tomatera es apta para emplear como esqueje. Veamos cuales sí se puede utilizar.

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Chupones

Son esos tallos secundarios o brotes que aparecen en la axila de algunas hojas, entre el tallo principal y la hoja.

Estos casi siempre deben podarse para evitar que la planta tenga un exceso de follaje y para facilitar su entutorado.

Lo ideal es eliminarlos cuando son muy pequeños, tan pronto como se puedan agarrar entre los dedos, pero con bastante frecuencia algunos pasan desapercibidos, y para cuando son descubiertos, han crecido bastante.

Estos son ideales para realizar esquejes. Se deben cortar siempre con una navaja bien afilada, limpia y desinfectada, y hacerlo justo antes de plantarlos, para evitar que se desequen.

Tallos

Además de los chupones, un trozo de tallo que tenga hojas y ápice, es decir, al menos un brote ―o posibilidad de emitirlo―, también es apto para esquejar.

Al igual que en el caso anterior, en ocasiones es necesario cortar un segundo o tercer tallo de una tomatera que ―por descuido― ha desarrollado varios.

Hay que quitar casi todas las hojas del tallo, dejando solo un par de ellas que estén en buen estado, y por supuesto el ápice o brote terminal.

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Proceso de esquejado

Es muy sencillo y no se necesita nada especial para realizarlo.

➊ Cortar el chupón o tallo

Como ya se ha dicho, tiene que ser con un cuchillo o navaja bien afilados, limpios y desinfectados con alcohol, lejía, etc.

Eliminar también todas las hojas menos un par de ellas de las de más arriba, y dejar intacto el brote.

➋ Preparar una maceta

Tomar una maceta de buen tamaño y que sea más alta que ancha, llenarla de sustrato ―o tierra si no se dispone de este―.

➌ Plantar el esqueje

Hacer un agujero en el sustrato, justo en el centro de la maceta, ayudándose de un palo o del dedo.

Introducir el tallo del esqueje por el agujero, todo lo hondo que se pueda, pero dejando las hojas fuera de la tierra.

Cuanta más porción de tallo quede debajo del sustrato, más rápidamente echará raíces y estas serán más numerosas, dando lugar a una planta más vigorosa.

➍ Regar y tapar

Por último, hay que apretar un poco el sustrato contra el esqueje, añadir un poco más si es necesario y regar abundantemente para mojar todo el sustrato. Parar cuando el agua salga por debajo.

Y para finalizar, aunque es opcional, se puede tapar el esqueje con un plástico transparente, como por ejemplo una botella de PET cortada y con algunos agujeros. Esto es importante si el lugar donde se va a tener es cálido, seco o muy ventilado.

Al cubrir el esqueje este se mantiene más húmedo e hidratado, con lo que es menos probable que se seque y además enraizará más pronto.