Tipos de cultivos
Los cultivos se pueden clasificar de muchas formas diferentes, y seguramente todas ellas tengan su razón de ser. En este artículo explicaremos algunas de las que consideramos más interesantes.
Cada uno de los siguientes encabezados es una categoría, dentro de la cuál puede haber otras.
Finalidad del cultivo
Atendiendo al uso o destino que se le va a dar a los productos vegetales cosechados, se puede hablar de los siguientes tipos:
Para alimentación humana
Como indica el título, son aquellos que se cultivan con la finalidad de producir alimentos vegetales para la población humana.
Estos, a menudo son usados también como alimento para animales de granja, pero no suelen sembrarse con ese objetivo.
Cereales
Como el trigo, el centeno, el maíz, el arroz, sorgo, etc.
Estos cultivos son de gran importancia para la alimentación humana, ya que forman parte de multitud de alimentos básicos, como por ejemplo el pan.
Aportan fundamentalmente hidratos de carbono, fundamentales para la producción de energía en el cuerpo humano.
Hortalizas
La patata, tomate, zanahoria, cebolla, ajo, etc.
Deben ser una parte muy importante en una dieta saludable, ya que aportan multitud de vitaminas, minerales y fibra, entre otros nutrientes.
Se suelen cultivar en la tierra de forma anual. Es decir, cada año es necesario comenzar de nuevo el cultivo.
Frutas
La manzana, pera, cereza, melocotón, kiwi, naranja, etc.
Fundamentales en una alimentación sana, puesto que son muy ricas en vitaminas, minerales, agua y azúcares naturales.
Suelen ser el fruto de árboles y arbustos ―también de algunas plantas herbáceas como la fresa― y, en general, el cultivo permanece varios años en la misma parcela, cosechando el fruto en cada temporada.
Para alimentación animal
Aquí entran los cultivos que se siembran con el objetivo principal de servir como alimento al ganado y a otros animales domésticos. Son los denominados cultivos forrajeros.
Granos
Cereales como el maíz o la avena, pero también leguminosas como la soja. Todos ellos son granos y son grandes cultivos para alimentación animal.
Tubérculos
La patata y la remolacha, entre otros, también se cultivan para alimentar animales, ya sea crudos o procesados formando parte de piensos.
Forrajes
Este tipo de cultivos lo componen herbáceas que se siegan en verde o secas ―a veces también se trituran―, y que posteriormente se dan de comer a animales de granja o se almacenan en silos para más adelante.
Para la industria
Son aquellos que se cultivan para servir de materia prima en algún proceso industrial. Puede ser para extraer principios activos, aceites y otras sustancias de interés, como por ejemplo el azúcar que se obtiene de la caña o de la remolacha azucarera.
Algunos están al servicio de la industria farmacéutica y suelen emplear plantas ricas en algún principio activo.
También se podrían incluir en este grupo los cultivos cuyo destino es la alimentación humana o animal, pero que primero pasan por un proceso industrial que los transforma.
Los cultivos textiles, como el agodón o el lino, también tienen como destino la industria, en este caso la textil.
Cultivos energéticos
Con este tipo de cultivos, el productor pretende obtener materia vegetal rica en energía que luego se extrae para producir trabajo, ya sea movimiento, electricidad o calor.
Un ejemplo de cultivos de este tipo es la colza, cuyo aceite se puede utilizar para producir biodiésel.
Con otras plantas ricas en azúcares se producen alcoholes que luego se queman en motores y calderas.
Otro caso es el de las materias vegetales secas, que se usan también como combustible de calderas.
Cultivos ornamentales
Son aquellas plantas que se cultivan para luego pasar a formar parte de jardines, coronas, ramos, centros florales, jardineras y maceteros en espacios públicos y privados, etc.
Las flores son el cultivo ornamental por excelencia, pero cualquier otra planta cuya finalidad sea estética también entraría en este grupo.
Para la producción de semillas
En este caso se cultivan las mismas plantas pero con una finalidad distinta; la obtención de sus semillas para luego venderlas entre los agricultores, que a su vez las sembrarán de nuevo pero esta vez con un objetivo distinto, el de producir alimentos, forrajes, etc.
Con esta finalidad se siembran todo tipo de cultivos, o mejor dicho todos aquellos que se inician a partir de semillas, que son la mayoría.
Gracias a esto se pueden encontrar a la venta sobres de semillas de plantas hortícolas, y cualquiera puede comprarlos para montar su propio huerto.
Nivel de protección
Los cultivos también se pueden clasificar según se lleven a cabo al aire libre o con algún tipo de protección que permita modificar las condiciones ambientales.
Al aire libre
La mayoría de los cultivos crecen en campo abierto, sin nada que los proteja.
Es la forma más económica de cultivar pero está limitada por el clima de cada región y por unas determinadas fechas a la hora de intervenir sobre el cultivo.
Bajo techo
En este caso, las plantas se cubren con una estructura transparente o traslúcida a modo de techo, pero que deja los laterales abiertos.
Esto se hace principalmente para proteger de la lluvia, granizo o heladas y, en ocasiones, del exceso de radiación solar.
En invernadero
El invernadero ―o túnel si es más reducido― cierra completamente el espacio de cultivo, de forma que lo aísla de las condiciones externas.
Esta forma de cultivo es muy utilizada a nivel profesional pero también en los huertos familiares de todo el mundo, especialmente allí donde las temperaturas descienden considerablemente durante buena parte del año.
Escala
También se puede clasificar los cultivos atendiendo a la extensión cultivada.
A mayor extensión más medios técnicos o mano de obra se requiere para los trabajos propios del cultivo.
Familiares
Se trata de cultivos a pequeña escala cuya finalidad es el abastecimiento de una unidad familiar.
Suelen estar poco tecnificados pero la gestión de los recursos tiende a ser muy buena.
Comerciales
Los llevan a cabo agricultores profesionales para abastecer los mercados locales, nacionales e internacionales.
Suelen ocupar grandes extensiones de terreno y emplear importantes medios técnicos para optimizar el cultivo.
Exigencia del cultivo
Algunas plantas de cultivo requieren grandes cantidades de nutrientes, agua, luz, calor y cuidados para desarrollarse adecuadamente, y otras, en cambio, son más austeras.
Exigentes
Cultivos exigentes son las solanáceas (tomate, pimiento, patata, berenjena, etc.), las cucurbitáceas (calabacín, pepino, sandía, melón, etc.), el maíz, etc.
Poco exigentes
El ajo y la cebolla son dos de los cultivos menos exigentes, tanto en nutrientes como en agua.
En cuanto a la luz y la temperatura, las hortalizas de hoja, como la lechuga, la espinaca o las coles, crecen bien aunque la luminosidad y la temperatura no sean elevadas.
Dificultad de manejo
Algunos cultivos simplemente se siembran y se después de un tiempo se cosechan, sin recibir más cuidados que algún riego y escarda si es necesario. En cambio, otros necesitan podas, tratamientos fitosanitarios, tutores, etc.
En función de este factor, se pueden clasificar en: de fácil manejo, moderado y complejo.
En el primer grupo estarían el ajo o la cebolla, la lechuga, etc., en el segundo las judías, los pimientos y berenjenas, y en el tercero, el tomate por ejemplo.
Variedad del cultivo
Los cultivos pueden estar formados por una sola especie de planta o por varias que coexisten simultáneamente en un mismo terreno.
Monocultivos
Son aquellos en los que todo el campo se siembra con un solo tipo de planta, y muy frecuentemente incluso el mismo cultivar o variedad. Por ejemplo, un campo repleto de plantas de maíz es un monocultivo.
Policultivos
En esta modalidad, suelen coexistir dos cultivos alternándose en el espacio, por ejemplo, una fila de uno y la siguiente de otro distinto.
Uno de los cultivos tiende a ser el principal y el otro ejerce de acompañante, por tener menos interés o incluso porque solo esté realizando una función de apoyo.
Todos estos son los tipos de cultivos más interesantes, desde el punto de vista de esta editorial, pero se pueden clasificar de muchas maneras diferentes y todas igual de válidas.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.