Cómo y cuándo podar membrillo

La poda es una práctica esencial en el cultivo ordenado de frutales. Consiste en eliminar partes de la planta para controlar su crecimiento, mejorar la producción y mantener la salud de la misma. En el caso del membrillo, la poda es especialmente importante para garantizar una buena cosecha y mantener la forma y tamaño adecuados del árbol.

El membrillo es un árbol de hoja caduca que puede crecer hasta 5 metros de altura y produce frutos grandes y perfumados. Las ramas crecidas el año anterior son las encargadas de producir flores y después frutos, y para obtener una buena cosecha de membrillos, es necesario podar el árbol de manera adecuada y en el momento oportuno, y sobre ambas cosas se hablará a lo largo de este artículo.

Cuándo podar el membrillo

La época adecuada para realiza la poda es el invierno, durante el reposo vegetativo del árbol pero justo antes de que empiece la brotación primaveral.

Podando a finales de invierno se evita dañar los brotes nuevos y se facilita la cicatrización de las heridas al comenzar pronto el movimiento de savia.

Cómo podar el membrillo

Para podar el membrillo, es importante utilizar herramientas de corte limpias y afiladas. Las tijeras de podar son una buena opción para ramas pequeñas y medianas, mientras que los serruchos especiales para poda son más adecuados para ramas gruesas.

En primer lugar, hay que eliminar las ramas muertas, enfermas o dañadas. Este es el primer objetivo de toda poda. Estas ramas pueden debilitar el árbol y favorecer la propagación de enfermedades y plagas. También es conveniente eliminar aquellas ramas que se cruzan o que crecen hacia el interior del árbol, ya que dificultan la circulación del aire y la entrada de luz. Cuanto antes se eliminen estas ramas mucho mejor, ahorrando nutrientes al árbol y dejando heridas de poda más pequeñas que cicatrizan rápidamente.

Una vez eliminadas las ramas que no son necesarias, es hora de dar forma al árbol, si es que se trata de un membrillo joven o de uno que nunca ha sido formado para la producción de frutos.

Poda de formación

Esta técnica se utiliza en árboles jóvenes para darles la forma deseada y, sobre todo, una estructura robusta que soporte el peso de los frutos y las sacudidas del viento.

La poda de formación en el membrillo se debe realizar durante los primeros años de vida del árbol, desde la plantación hasta aproximadamente los cuatro años de edad. Durante este período, es importante eliminar las ramas defectuosas o mal ubicadas, y guiar el crecimiento del árbol hacia una forma deseable y equilibrada.

Para realizar la poda de formación del membrillo, es importante seguir los siguientes pasos:

1Eliminar ramas que crezcan hacia el interior del árbol o hacia abajo. Estas ramas pueden interferir en el desarrollo del árbol y hacer que las ramas superiores no reciban suficiente luz solar.

2Cortar las ramas laterales a una longitud de unos 2/3 de la rama principal, dejando algunas yemas para el crecimiento futuro. De esta manera, se fomenta el crecimiento de nuevas ramas laterales y se evita la formación de ramas demasiado largas y pesadas.

3Establecer una estructura de ramificación equilibrada, con ramas principales bien distribuidas a lo largo del tronco. Se debe evitar tener dos o más ramas principales que compitan por el espacio y los nutrientes.

4Eliminar las ramas muertas, enfermas o dañadas para evitar la propagación de enfermedades o plagas.

Al realizar la poda de formación, es importante tener en cuenta que la cantidad de ramas que se deben dejar en el árbol dependerá de su vigor y crecimiento. En general, se recomienda dejar de 4 a 6 ramas principales en el árbol y eliminar las ramas laterales que crezcan a menos de 30 centímetros del tronco.

Los árboles jóvenes pueden ser más susceptibles a plagas y enfermedades, por lo que es importante realizar la poda de formación en un clima seco y en ausencia de viento, para evitar la propagación de enfermedades a través de las heridas de corte.

Poda de mantenimiento

Esta técnica se utiliza en árboles adultos para mantener su forma, su tamaño y su capacidad productiva. Consiste en eliminar las ramas que crecen hacia el interior del árbol y aquellas que sobresalen demasiado, sin alterar la estructura general del árbol. También es conveniente recortar las ramas más largas para evitar que se partan por el peso de los frutos.

Es importante recordar que no se debe podar más de un tercio del árbol en una sola temporada, ya que esto puede debilitarlo y afectar a la producción de frutos.

Además de la poda, es recomendable realizar otras prácticas culturales para garantizar una buena cosecha de membrillos. Estas prácticas incluyen el riego adecuado, el control de las malas hierbas, la fertilización y el control de plagas y enfermedades. También es importante realizar una buena cosecha, recolectando los frutos en el momento adecuado para evitar que se pudran o se caigan del árbol.