Cómo desgranar maíz
Es muy normal que alguien que no desgrana maíz seco habitualmente, se canse de frotar los granos con los dedos para arrancarlos de la mazorca. Esa es la forma más simple de hacerlo, pero después de desgranar unas cuantas mazorcas, se acabará con dolor de dedos, de manos y habiendo perdido mucho tiempo en el proceso.
Pero hay maneras mucho más prácticas, rápidas y sobre todo menos dolorosas de hacer este trabajo en apariencia sencillo. Las explicaremos a continuación.
A mano
Sin ningún tipo de herramienta, solo con las manos, se puede desgranar el maíz seco realmente rápido y sin acabar con molestias.
Frotando con un carozo
El carozo es el núcleo de la mazorca, ese cilindro áspero que queda cuando se quitan todos los granos.
Pues bien, empleando una técnica adecuada, el carozo es un excelente rascador para desgranar la mazorca mucho más rápido que con los dedos, y sin sufrir rozaduras en estos.
La técnica no es complicada, pero al principio puede costar un poco encontrar la posición y el movimiento correctos.
El maíz desgranado con este método sirve para sembrar porque no se daña ningún grano.
1 Poner el carozo en la palma de la mano diestra
Las personas zurdas la colocarán en la mano izquierda, pero por lo demás, la explicación es la misma.
El extremo afilado del carozo debe apuntar hacia delante, es decir, hacia el pulgar. Esto es importante porque al revés no funciona igual de bien.
Conviene poner debajo una cesta u otro recipiente en el que recoger los granos que saltarán despedidos de la mazorca.
Obviamente, si no se tiene carozo, pues habrá que desgranar una primera mazorca con los dedos, para luego usar su núcleo como herramienta para desgranar las demás.
2 Agarrar la mazorca con la otra mano
Las personas diestras con la izquierda y las zurdas con la derecha, y al igual que con el carozo, el extremo más estrecho tiene que quedar hacia delante.
Si se pone al revés, resulta más difícil extraer los granos, especialmente la primera fila. Por el extremo afilado siempre se soltarán con más facilidad.
Lo veremos en el siguiente paso, pero esta mano será la que tendrá que hacer girar la mazorca a medida que se va desgranando. Por esto mismo, es necesario sujetarla con fuerza, como si fuera el pasamanos de una escalera.
3 Presionar el carozo contra la mazorca
Ahora, se coloca la mano del carozo (cerrada) sobre el extremo de la mazorca (ver foto), de manera que todos los dedos menos el pulgar queden por debajo de la espiga, mientras que el pulgar sostiene el carozo por encima.
Sujetada así la espiga de maíz, con la mano que no tiene el carozo se empieza a girar la mazorca hacia el cuerpo, mientras que con la otra, se desplaza en carozo en el sentido opuesto.
Hay que comenzar incidiendo con el carozo en las primeras hileras de granos de la punta de la espiga. En cuanto se suelten los primeros, se sigue siempre girando y frotando el carozo en la última fila de granos.
Es normal si al principio no se consiguen soltar fácilmente los granos, es cuestión de técnica y suficiente presión (rozamiento) entre el carozo y la espiga.
El carozo se va aplanando con el uso, por lo que después de desgranar 10 ó 15 espigas, conviene cambiarlo por otro nuevo.
Con aparatos manuales
Estos aparatos accionados a manivela, se conocen como desgranadoras o trilladoras de maíz, y son muy sencillos.
Suelen constar de una manivela que mueve una estructura dentada, la cuál a su vez frota la mazorca para soltar los granos de maíz.
Existen diferentes diseños, pero este que se puede ver en la foto adjunta es uno de los más ligeros y pequeños, aunque igual de eficaz.
Dispone de una mordaza para sujetarlo a una mesa, lo que permite un trabajo mucho más cómodo, sin necesidad de agacharse.
Tanto este como otros modelos de desgranadora manual, están pensados para un uso doméstico, y aunque permiten trabajar más rápido que con la mano o frotando con el carozo, no tienen sentido para desgranar muchos kilos de maíz.
Con aparatos eléctricos
Las desgranadoras eléctricas suelen disponer de un eje giratorio con cadenas que van golpeando las mazorcas y soltando los granos rápidamente.
Son ideales para cuando se necesita trillar una buena cantidad de maíz en poco tiempo, porque se puede echar de una vez un cubo de espigas o incluso más, aunque es conveniente ir alimentando la máquina poco a poco para evitar atascos y un desgaste excesivo.
Los carozos y el maíz desgranado caen por el extremo opuesto a la boca de la máquina, y los granos por debajo, pudiendo colocar en ambos lugares sendos recipientes para recogerlos.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.