Tipos de abonos químicos
Los fertilizantes sintéticos ―también conocidos como minerales o químicos― se pueden clasificar en muchos tipos diferentes según su composición, origen, riqueza nutricional, etc.
En este artículo veremos los tipos más comunes, clasificándolos de categorías de muy fácil comprensión. Según su estado físico, la cantidad de nutrientes y la velocidad de liberación.
Si no tienes muy claro qué son los abonos químicos o te confunden los distintos nombres que reciben, puedes encontrar la respuesta en este artículo.
Estado físico
Quizás la primera clasificación que a cualquiera se le puede ocurrir es teniendo en cuenta el estado en que se encuentra el abono o fertilizante.
Sólidos
La mayoría de los abonos químicos se comercializan en estados sólido y granulados, ya que esto permite aplicar dosis muy precisas mediante máquinas abonadoras.
Los fertilizantes de este tipo siempre se añaden al suelo y se van liberando al hidratarse y deshacerse los gránulos de que están formados.
Existe un gran variedad de abonos dentro de este grupo, que en conjunto pueden cubrir la totalidad de las necesidades nutricionales de las plantas.
Líquidos
Los abonos líquidos pueden aplicarse en el suelo o sobre las hojas de las plantas.
Los primeros pueden estar más concentrados y ser básicamente los mismos abonos sólidos diluidos en agua.
En cambio, los de aplicación foliar tienen que estar mucho menos concentrados y no resultar dañinos para los tejidos vegetales, por lo que suelen tener una formulación muy controlada.
Cantidad de nutrientes
Esta es la clasificación más empleada para ordenar los distintos abonos químicos, y tiene en cuenta el número de nutrientes primarios que presenta cada fertilizante.
Simples
Estos solo contienen un nutriente primario por lo que son útiles para corregir deficiencias concretas o para aportar un extra del nutriente en un momento determinado del cultivo.
Los fertilizantes simples más utilizados según el nutriente primario que contienen son:
Nitrógeno (N)
Urea (46% de N)
Sulfato amónico (21% de N)
Nitrato amónico cálcico (27% de N)
Fósforo (P)
Superfosfato simple (16% de P)
Superfosfato triple (46% de P)
Fosfato de roca (20-40% de P)
Potasio (K)
Cloruro potásico (60% de K)
Sulfato potásico (50% de K)
Como puede apreciarse en las formulaciones químicas anteriores, estos fertilizantes simples pueden contener además del nutriente principal otros que no son primarios ―sino secundarios― y por ello siguen considerándose simples.
Multinutrientes
Son aquellos que contienen más de un nutriente primario y ofrecen bastantes ventajas respecto de los simples. Las más importantes es que permiten una fertilización equilibrada, una mejor distribución de los nutrientes y una mayor eficiencia de estos.
Los más comunes suelen ser: fertilizantes NPK (nitrógeno, fósforo y potasio), fosfatos amónicos (NP), nitrofosfatos (NK) y fertilizantes PK.
Además de los nutrientes primarios, pueden contener cantidades de otros nutrientes secundarios, que las plantas necesitan en menores cantidades. Algunos de estos nutrientes secundarios son el magnesio, el azufre o el calcio.
También puede contener micronutrientes que las plantas requieren en cantidades muy pequeñas y que si se sobrepasan pueden ocasionar toxicidad.
Los multinutrientes se pueden subdividir a su vez en tres tipos en función de cómo se realice la mezcla de los distintos nutrientes.
Complejos
Son aquellos en los que se produce una reacción química entre los distintos componentes que van a dar lugar al abono.
Todos los gránulos tienen la misma formulación.
Compuestos
En este subtipo, los gránulos del fertilizante están formados por diferentes compuestos ―diferentes nutrientres― que se han mezclado para formar el grano, pero no que no han reaccionado entre sí.
Mixtos
Son aquellos que resultan de mezclar gránulos de distintos fertilizantes simples ―como mezclar granos de arroz, con trigo y con lentejas.
Si no se realiza bien la mezcla, puede pasar que los distintos tipos de gránulos no se distribuyan por igual, y eso se traslade a la hora de aplicarlos en el campo.
Velocidad de liberación
Además de las clasificaciones anteriores, los abonos químicos también se pueden agrupar según se liberen en el suelo más o menos lentamente.
Liberación rápida
Aunque no es muy común emplear este término, la mayoría de los fertilizantes son de este tipo, puesto que una vez añadidos al suelo, los nutrientes pasan a estar disponibles para las plantas en un breve espacio de tiempo.
Liberación lenta
Los de este tipo se producen especialmente para que se vayan liberando poco a poco el nutriente ―casi siempre nitrógeno―, y para ello se suelen recubrir con diferentes tipos de compuestos que ralentizan la degradación de los gránulos o se realizan formulaciones especiales que logran un efecto similar.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.