Abonos caseros para tomates

Los tomates son una de las hortalizas más populares en todo el mundo, sino la que más, y su cultivo familiar, ya sea en casa o en el huerto o jardín, puede ser una actividad divertida y gratificante, especialmente cuando se descubre que el sabor de esos tomates no tiene nada que ver con el de los comerciales.

Sin embargo, para obtener buenas cosechas, es importante proporcionarle a las tomateras los nutrientes en cantidad y proporción adecuadas, entre otros cuidados muy necesarios.

Los abonos caseros son una excelente opción cuando se desea evitar el uso productos químicos industriales y ahorrar dinero al mismo tiempo. Por ello en este artículo se hablará de algunos abonos caseros para tomates y de cómo aplicarlos adecuadamente.

Compost

El compost es una de las formas más utilizadas y eficaces de abonar las plantas. Se trata de un material orgánico descompuesto que se produce cuando se mezclan restos vegetales crudos (de comida), hojas y otros materiales orgánicos. Como puede verse en la tabla adjunta, el compost es rico en nutrientes como el nitrógeno, el fósforo y el potasio, y es una excelente fuente de materia orgánica para las plantas.

Para hacer compost en casa, solo es necesario un contenedor grande y un suministro constante de materiales orgánicos. Se puede comenzar recolectando hojas secas, restos vegetales de comida, cáscaras de huevo o ramas trituradas. Se colocan todos los materiales en el contenedor y se mezclan bien. Si la mezcla está muy seca, conviene agregar un poco de agua para mantener una cierta humedad, y remover el contenido del contenedor regularmente para airearlo y acelerar así la descomposición.

Una vez que el compost esté listo, normalmente tras varios meses, se puede aplicar sobre el suelo o sustrato, alrededor de las tomateras y evitando que quede en contacto con las hojas o el tallo de la planta. Conviene remover un poco la tierra para mezclarla superficialmente con el compost y evitar así que este se deseque demasiado y pueda perderse.

Té o purín de compost

Otro abono casero muy relacionado con el anterior es el té de compost, que se prepara sumergiendo compost en agua durante unos días. El resultado es un líquido rico en nutrientes que se puede aplicar directamente a las plantas.

Las propiedades de este líquido son similares a las del compost del que procede, pero las cantidades de nutrientes serán inferiores debido a que están disueltos en agua.

Para hacer té de compost, se necesita una bolsa de té de compost o una tela fina. Se llena la bolsa con compost y se coloca en un recipiente lleno de agua durante unos días, agitando el contenido del recipiente regularmente. Pasado el tiempo requerido, se saca la bolsa y se vierte el líquido en un rociador para pulverizarlo directamente sobre las hojas de las tomateras y el suelo circundante. También se puede regar directamente con él, sin necesidad de rociador.

Ceniza de madera

La ceniza de madera es otro abono casero popular para las tomateras. Es rica en potasio, muy importante en la floración, formación de frutos, resistencia a la sequía y a las enfermedades, pero también posee mucho calcio y cantidades menores de otros nutrientes que son esenciales para el crecimiento de las plantas. Además, puede ayudar a mantener los niveles de pH del suelo en equilibrio, especialmente en suelos ácidos que se verán muy favorecidos.

Para hacer abono de ceniza de madera, solo hay quemar madera (leña) que no contenga residuos de pinturas, barnices, anticarcomas u otras sustancias industriales. Se aplica espolvoreando uniformemente la ceniza alrededor de las tomateras, evitando que toque las hojas o el tallo de la planta, ya que puede quemarlas.

Cáscaras de huevo

Las cáscaras de huevo son ricas especialmente en calcio, muy importante para que las tomateras crezcan con vigor y para que no aparezca en los frutos la típica mancha basal debida a la deficiencia de este nutriente. Además contiene cantidades menores de otros nutrientes igual de importantes, como el fósforo, crucial para las raíces, o el magnesio, componente fundamental de la clorofila.

Además de nutrientes, las cáscaras de huevo también pueden ayudar a prevenir enfermedades fúngicas y otras enfermedades en las tomateras.

Para hacer abono de cáscaras de huevo, hay que recolectar cáscaras de huevo limpias y secas. Después de lavarlas, se dejan secar al aire libre durante unos días, y luego se trituran en trozos pequeños.

La aplicación es similar a la de la ceniza, esparciendo los trozos de cáscara de huevo alrededor de las tomateras.

Otra forma de utilizarlas es preparando un té de cáscara de huevo. Para ello se coloca el polvo de cáscara de huevo en un recipiente con agua y se deja reposar durante unos días. Después de unos días, se filtra el líquido y se aplica el té de cáscara de huevo a las tomateras, preferiblemente en el suelo.

Aunque no sean de huevo, también sirven como abono las conchas de moluscos, como mejillones, almejas, berberechos, navajas, caracoles, etc. Se preparan y utilizan de la misma forma, y sus propiedades son parecidas a las del huevo, aunque son más difíciles de triturar y tardan más tiempo en integrarse completamente en el suelo.

Té de plátano

Los plátanos y sus cáscaras, son ricos en potasio, fósforo y otros nutrientes fundamentales para el desarrollo y mantenimiento de las plantas. Además, el té de plátano puede ayudar a prevenir enfermedades fúngicas y otras enfermedades en las tomateras.

Para hacer té de plátano, se pueden utilizar solo las cáscaras o también la pulpa. Se colocan los trozos de plátano en un recipiente con agua y deja reposar durante unos días. Pasado ese tiempo, se filtra el líquido y se aplica el té a las tomateras, con preferencia en el suelo para no mojar las hojas y tallos.

Cuándo aplicar los abonos caseros

Es importante aplicarlos adecuadamente para obtener los mejores resultados. En general, es mejor hacerlo durante la temporada de crecimiento de las tomateras, que suele ser desde la primavera hasta el otoño.

Es mejor aplicar el compost y el té de compost alrededor de las tomateras en primavera o principios de verano, antes de que comiencen a producir frutos. En cambio, la ceniza de madera se puede aplicar en cualquier momento durante la temporada de crecimiento, pero es mejor hacerlo justo antes de que comience la floración.

El abono de cáscara de huevo se puede añadir en cualquier momento durante la temporada de crecimiento, como va permanecer mucho tiempo en el suelo, cuanto antes se agregue mejor. El té de cáscara de huevo se puede aplicar una vez por semana durante la temporada de crecimiento.

El té de plátano se puede aplicar una vez por semana durante la temporada de crecimiento.

En definitiva, los abonos caseros como los que se mencionaron más arriba, aunque baratos y fáciles de conseguir, pueden ser muy efectivos para las tomateras. Al aplicarlos adecuadamente, pueden ayudar a garantizar una cosecha abundante y saludable de tomates.