Cómo cosechar lechugas
Aunque es algo realmente sencillo, la cosecha de las lechugas puede presentar dudas razonables a aquellas personas que se enfrentan por primera vez a este cultivo. ¿Hay que cortarla entera o por partes? ¿Por dónde se corta? ¿Cuándo está lista para cosechar? ¿Si se corta rebrota?
Aquí responderemos todas estas dudas y daremos varias opciones a la hora de recolectar la lechuga, según las necesidades de cada uno o el uso que le quiera dar.
Cuándo cosechar
Las lechugas se pueden consumir desde que son muy pequeñas hasta que las plantas echan flor (espigan), momento a partir del cuál las hojas se endurecen y amargan.
Cuando sea necesario
Es conveniente recolectar la lechuga justo antes de que vayamos a consumirla, así casi no perderá propiedades nutricionales y estará muy fresca, con un sabor inmejorable, y además no estará ocupando espacio en el frigorífico.
Dicho esto, siempre es mejor cosecharla a primera hora de la mañana o última hora de la tarde, cuando la planta está fresca. No es bueno hacerlo a pleno sol a menos que no quede más remedio.
En días lluviosos o nublados se puede cosechar en cualquier momento ya que seguramente las hojas se mantengan frescas.
En cuanto a la fase lunar, en teoría sería mejor recolectarla cerca de la luna llena, en la que la mayor parte de los nutrientes de la planta estarían en las hojas, pero esto con la lechuga no se puede tener en cuenta, puesto que suele ser necesaria muy a menudo y no se puede esperar a una u otra fase lunar.
Lechuga inmadura
Si se siembra un semillero denso de lechuga (plantas muy próximas entre ellas) tenemos dos opciones:
- Extraer algunas ―una vez que pasan de 5 cm de alto― para trasplantar escalonadamente, por ejemplo 5 cada semana, a otro lugar más espacioso y que sigan desarrollándose hasta su madurez. En unos 45 días tendremos unos grandes cogollos de lechuga que podremos cosechar enteros, pero esto lo veremos más abajo.
- Cosechar hoja a hoja o lechugas enteras mientras son de pequeño tamaño ―entre 5 y 10 cm de alto―, de forma que se vaya dejando espacio entre ellas. Si se cosechan hojas sueltas, las plantas echarán otras, mientras que si se saca toda la lechuga, quedará un espacio vacío (interesante si están demasiado juntas)
En la primera opción hay que esperar más tiempo, pero si se planifica bien y se hacen trasplantes escalonados, tendremos lechugas casi todo el año. Además siempre se pueden cosechar las lechugas sobrantes del semillero, las que no trasplantamos.
Si se elige la segunda opción, en menos de 1 mes desde la siembra estaremos consumiendo hojas de lechuga, y si el semillero es abundante y se cosechan hojas sueltas, esto se pueden mantener durante algún tiempo sin necesidad de realizar otra siembra. Además siempre se puede extraer alguna lechuga para trasplantar aparte y dejar que se desarrolle completamente.
En resumen, la combinación de ambas alternativas es quizá lo mejor, ya que permite cosechar hojas de lechuga o lechugas enteras durante un amplio periodo de tiempo.
Lechuga cerrada
Como ya adelantamos en el apartado anterior, las lechugas maduras alcanzan un gran tamaño, muchas veces unos 30 cm de diámetro, por lo que son ideales en los casos en los que se hace un gran consumo, o para regalar.
Desde que se trasplantan suelen necesitar entre 40 y 60 ó más días para completar su desarrollo, en función de las condiciones ambientales. En verano crecen muy deprisa, mientras que en invierno necesitarán varios meses.
Cosecha entera
Lo normal es cosechar la lechuga cerrada o madura cortando el cogollo por la base de este, justo debajo de las primeras hojas, donde el tallo se introduce en la tierra. Para ello es tan fácil como meter una mano debajo de la lechuga y levantar hacia arriba y hacia un lado, de forma que las hojas dejen ver el tallo. Este tallo puede tener fácilmente 2 ó 3 cm de diámetro, por lo que hay que ayudarse de un cuchillo bien afilado.
Una vez cosechada la lechuga, se puede consumir toda o parte de ella o guardarla dentro de una bolsa en el cajón de las verduras del frigorífico, dónde permanecerá en buen estado algunos días.
Cosecha por hojas
Las lechugas maduras también se pueden cosechar hoja a hoja, cortando solo las que sean necesarias para ese momento. Esto evita tener que guardar la lechuga en el frigorífico y además permite que emita nuevas hojas, aunque si nos demoramos mucho en cortarla no tardará en subir a flor.
En este caso lo ideal es comenzar a cosechar hojas antes de que la lechuga alcance su tamaño máximo, así ganaremos tiempo y quizás la consumamos toda antes de que emita el tallo floral.
Es importante no cortar ni las hojas externas, que no servirán para el consumo puesto que suelen ser duras y estar deterioradas, ni las de la parte central, pues es en esa zona dónde la lechuga está produciendo nuevas hojas que debemos esperar a que se desarrollen. Las hojas de buen aspecto que están justo después de las externas son las que se deben cosechar.
No conviene extraer más de 2 hojas a cada lechuga si está creciendo lentamente (invierno) ó 4 cuando el clima es favorable (primavera-verano), y siempre teniendo el cuenta el tamaño de la lechuga. Cuanto más grande más hojas podremos retirar de una vez.
Si esta cosecha por hojas se realiza en invierno ―o fuera de la época en la que las lechugas tienden a florecer―, no será necesario plantar nuevas lechugas, puesto que solo habrá que tener unas cuantas de las que recolectar hojas a un ritmo menor que lo que tardan en reponerlas.
CÓMO CULTIVAR LECHUGAS
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Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.