Poda del cerezo
Siempre que hablamos sobre la poda de frutales, recalcamos que nadie está obligado a podar su cerezo, y si no lo hace está en su derecho. Tendrá un gran cerezo con cerezas para los pájaros (casi todas) y una forma muy natural, pero esto es interesante casi exclusivamente para un jardín botánico, u otro lugar similar en el que el objetivo sea apreciar las características de la especie.
El cerezo es uno de los frutales cuya poda es más necesaria y beneficiosa. Ahora veremos por qué.
Beneficios de la poda
✔ Dar la forma y tamaño deseados al árbol para que las cerezas sean más fácil de cosechar.
✔ Aumentar la iluminación y aireación de la copa para que se incremente la producción, la calidad de las cerezas y su maduración sea más precoz.
✔ Renovar un árbol cuyas ramas están demasiado viejas y apenas producen fruta.
Perjuicios de no podar
✘ Los cerezos son árboles que tienden a crecer mucho en altura ―más de 10 metros― si no se podan, haciendo casi imposible alcanzar las cerezas sin riesgo de sufrir caídas o lesiones.
Esto es debido a la fuerte dominancia apical que presenta el cerezo, lo que significa que la guía (la rama más alta y vertical) inhibe el crecimiento de ramas laterales. Por esto es frecuente que un cerezo joven tenga pocas ramas, una central muy alta y de gran crecimiento y muchas yemas laterales de flor sobre pequeñas ramas conocidas como dardos.
Además, los cerezos sin podar tienden a producir la mayoría de las cerezas en la parte alta del árbol, siendo muy pocas las que se encontrarán en las ramas bajas.
✘ Como ya adelantamos al principio del artículo, la mayor parte de las cerezas que produce un cerezo de gran altura son alimento para los pájaros, ya que para ellos sí son accesibles.
✘ Exceso de crecimiento en detrimento de la producción de cerezas. El árbol gasta mucha energía alimentando ramas vigorosas que pueden crecer más de un metro al año.
Menor producción de cerezas en relación con el tamaño del árbol, ya que el exceso de follaje impide la iluminación y aireación del interior de la copa.
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Consecuencias de poda inadecuada
Excesiva
Si un cerezo se poda en exceso, el árbol responderá emitiendo una gran cantidad de brotes vigorosos (ramas y chupones) y, en cambio se retrasará la formación de órganos fructíferos. Es decir, las podas fuertes estimulan el crecimiento del árbol pero retardan la fructificación.
Una poda severa puede ser interesante cuando se desea que un cerezo joven y sin ramificaciones emita ramas laterales sobre las que formar la estructura principal.
Demasiado ligera
Si no se eliminan todos los chupones (brotes vigorosos de crecimiento vertical), robarán mucha energía al cerezo, formándose en poco tiempo ramas gruesas y verticales que crecerán mucho en altura.
Algo parecido ocurre si no se podan las ramas que crecen hacia el interior de la copa ―zona que debería estar vacía―, rápidamente se formará una maraña de ramas entrecruzadas que impedirán la entrada de luz y de aire, y por tanto el cerezo solo dará cerezas en la parte alta y el exterior de la copa.
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En cerezos jóvenes
Como ya se ha adelantado, los cerezos tienden a ramificarse poco, pero esto es precisamente lo que interesa cuando el objetivo es la producción de cerezas.
Para salir de esta paradoja, la poda es fundamental en un cerezo joven. Se conoce como poda de formación y su objetivo es lograr una copa amplia e iluminada, de ramas bajas y crecimiento algo horizontal.
Generalmente los cerezos se podan en forma de vaso a la altura deseada ―normalmente baja―, y consiste en lograr que aparezcan 3 o 4 ramas principales que crezcan en direcciones opuestas.
Lo primero es romper la dominancia apical. Si el cerezo solo crece en altura y no se ramifica hay que cortar el brote principal a baja altura para estimular el crecimiento de ramas horizontales en las yemas que quedan por debajo del corte.
Hecho esto, en la siguiente poda se seleccionan las que van a ser las ramas principales del vaso y se eliminan el resto. Recordamos que han de ser algo horizontales y crecer de forma repartida, es decir, salir cada una en una dirección y a una distancia similar entre ellas.
De aquí en adelante todas las ramas que aparezcan por debajo del punto de inserción de las principales deben eliminarse en cuanto sean detectadas, sin importar la época.
En años consecutivos se va ampliando la copa, tratando siempre de corregir la tendencia natural del cerezo de crecer en altura, favoreciendo la ramificación en ramas secundarias, terciarias, etc. El criterio es el mismo que para las ramas principales: horizontalidad, crecimiento espaciado y bien orientado.
Las ramas verticales, las que crecen hacia el interior de la copa y los chupones se eliminan siempre.
A veces se puede evitar la poda de una rama vertical atándola para que crezca de una forma más horizontal. Esto hará que frene su crecimiento y produzca yemas de flor que darán cerezas más adelante.
Generalmente al cuarto o quinto año se habrá dado por finalizada esta poda.
En cerezos adutos
La poda de los cerezos adultos debe ser ligera para evitar que el árbol responda con un gran crecimiento de ramas verticales.
Se trata de una poda de mantenimiento que tienen por objeto controlar la altura y estructura de la copa, y renovar las estructuras productivas, ya que el cerezo da frutos en la madera que tienen entre 1 y 5 años.
Para lograr estos objetivos se realiza la poda de:
- Chupones
- Ramas de crecimiento vertical.
- Ramas que crecen hacia el interior de la copa.
- Ramas que se entrecruzan.
- Ramas envejecidas si es necesario renovarlas.
Vídeo explicativo
A continuación puedes ver un vídeo de calidad perteneciente al canal Laderas del Naranco, en el que se explica cómo podar un cerezo de mediano tamaño para rebajar su altura y modificar su dominancia apical en favor de una mayor producción de fruta a baja altura y un menor crecimiento.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.